Tragedia minera en Sutatausa: viene la investigación, para saber qué pasó

La tragedia en Sutatausa, Cundinamarca, ratifica que la minería es el oficio de mayor riesgo en el país. Tras la explosión en la noche del martes en seis minas de la vereda Peñas de Cajón y dos días de labores de búsqueda a cargo de 115 rescatistas, el saldo final fue de 21 víctimas, cifra que no solo ubica este accidente como uno de los más mortales de los últimos años en el país, sino que sobrepasa la cantidad de mineros muertos en Cundinamarca durante 2022 (fueron 17) e iguala la de 2021.

La tragedia en Sutatausa, Cundinamarca, ratifica que la minería es el oficio de mayor riesgo en el país. Tras la explosión en la noche del martes en seis minas de la vereda Peñas de Cajón y dos días de labores de búsqueda a cargo de 115 rescatistas, el saldo final fue de 21 víctimas, cifra que no solo ubica este accidente como uno de los más mortales de los últimos años en el país, sino que sobrepasa la cantidad de mineros muertos en Cundinamarca durante 2022 (fueron 17) e iguala la de 2021.

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“Acompaño desde temprano a las familias de los mineros, víctimas de la tragedia. Lamentablemente, no hay ya ninguno con vida. Tenemos destrozado el corazón”, fueron las palabras del gobernador de Cundinamarca, Nicolás García Bustos, al difundir la noticia. Por su parte, el presidente Gustavo Petro también se pronunció a través de su cuenta: “Lamentablemente, 21 personas perdieron la vida. Toda mi solidaridad a sus familias”.

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Las víctimas fueron identificadas como Sergio Laiton, Aníbal Carrillo, Daniel Sierra, Freddy Monroy, Albeiro Suta, Pedro Tierradentro, Wilson Urbina, Danilo Olaya, Albeiro Blanco, Adrián Rojas, John Álvarez, Enrique Vargas, Darío Forero, Santiago Blanco, Fernando Ospina, Cristian Rocha, Germán Guzmán, Eduar Castillo, Julián Corredor, Freiman Rodríguez y Alfonso Nonsocua.

Desde ayer comenzó el proceso de entrega de los cuerpos a sus familias, para darles el último adiós. Sin embargo, no todos los sepelios serán en Sutatausa, ya que algunos son de otros municipios, como lo señaló Jaime Humberto Arévalo, alcalde de Sutatausa. “Por ahora están velando a dos en el municipio y se sigue a la espera de que entreguen el resto de los cuerpos”.

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Tras la noticia, en el pueblo hay consternación y se decretaron tres días de duelo. “Que tengamos memoria, acá no había ocurrido algo así. Claro, accidentes asociados a la minería y algunas víctimas, pero nunca de esta magnitud. Ahora solo resta esperar la investigación del personal de la Agencia Nacional Minera (ANM), para saber a ciencia cierta qué ocurrió”, agregó el mandatario.

La principal hipótesis es que la explosión ocurrió por la concentración de gas metano y que una chispa causó la ignición. Las seis minas se encontraban conectadas en su interior, a través de túneles, como si fuera una especie de colmena, y la explosión se dio en cadena. La red de minas, que cuenta con una profundidad de 900 metros, también tenía polvo de carbón y otras sustancias tóxicas, que aceleraron la emergencia.

Investigación e incertidumbre

Por ahora, las 46 minas, asociadas al título de la empresa Minminer, están cerradas por orden de la ANM. Una vez avance la investigación, se espera que las vayan reabriendo, cuando verifiquen el cumplimiento de las condiciones de seguridad y de ley. La decisión es un golpe no solo para la empresa, sino para el resto de los trabajadores. Esta empresa emplea a 400 personas, que trabajan a dos turnos dentro de los socavones.

En total, la minería en Sutatausa (pueblo con 6.400 habitantes) genera 2.000 empleos, que representaría la tercera parte de la población. No obstante, hay mucha población flotante. “Sabemos que es una actividad riesgosa, pero muchos lo hacen porque ganan más que en el campo. Como se les paga por actividad, un empleado juicioso puede ganar hasta $2 millones”, resaltó Arévalo.

Independiente del origen de los mineros, lo que sí está claro es que el 80 % de la economía del municipio depende de esta actividad. Es una larga cadena la que se beneficia y, cuando se afecta la actividad, lo padece tanto el que vende comida como el que tiene un taller. “Es una situación triste y difícil. Son muchas familias sufriendo por un accidente inesperado. Hablé con el dueño de la mina y no se explica qué pudo suceder. Un mal procedimiento o problemas de mantenimiento. Eso lo debe determinar la investigación”, agregó el alcalde.

En Sutatausa las vetas de carbón están en dos veredas: Peñas de Cajón y Peñas de Boquerón, donde hay alrededor de 21 títulos mineros, que abarcan una extensión de casi 1.000 hectáreas. Minminer tiene el título más grande y lleva 20 años en el municipio. Surgió de la unión de pequeños y medianos mineros para cumplir las exigencias de ley. Hoy tienen un gerente, pero los socios siguen operando las 46 bocaminas, distribuidas en 504 hectáreas.

Por ahora, la empresa se comprometió con las familias de los mineros muertos a brindarles acompañamiento psicosocial y un sustento económico mientras se tramita lo de las pensiones, que es un tema demorado. Además, estará enfrentando el proceso legal y las investigaciones de las autoridades competentes.

Una labor de riesgo

El informe de accidentes de trabajo y mortalidad en el sector minero, elaborado por el Observatorio de Seguridad y Salud en el Trabajo, del Consejo Colombiano de Seguridad, con datos concretos, muestra un sector que crece, pero en el que también aumentan los riesgos. Actualmente, según el Sistema General de Riesgos Laborales, la cantidad de trabajadores legalmente contratados aumentó 10,9 % en 2022, al pasar de 157.783 a 174.899 empleados. Esto gracias al incremento de compañías, que pasaron de 6.996 en 2021 a 7.393 en 2022.

En cuanto a accidentalidad, se tiene que mientras en 2020 se presentaron 15.339 accidentes, en 2022 se reportaron 21.935 casos (60 diarios). Al analizar la tasa de accidentes, por cada 100 trabajadores, 13 resultaron afectados el año pasado. El dato preocupa si se tiene en cuenta que triplica la tasa nacional de 4,65 accidentes laborales por cada 100 trabajadores.

Pero más preocupante es la mortalidad. Según el informe, en 2022 se contabilizaron 114 muertes en minas legales. Esto equivale a una tasa de 65 casos por cada 100.000 trabajadores, dato que es 14 veces la tasa nacional de muertes laborales, que fue de 4,5. Los departamentos con la mayor cantidad de víctimas fatales fueron Norte de Santander, con 33 casos; Boyacá, con 28; Antioquia, con 26, y Cundinamarca, con 17. Estos cuatro acumularon el 90 % de las muertes, situación que se ha mantenido en los últimos 20 años, al ser escenario de nueve de cada 10 muertes asociada a la minería.

Un informe de la Agencia Nacional de Minería, en el que se incluyen todos los eventos (minas regulares e irregulares), complementa la mirada. En él se indica que casi el 77 % de las muertes en las minas son por explosión, acumulación de gases o derrumbes; siete de cada 10 casos se registran en minas de extracción de carbón, y nueve de cada 10 ocurren en socavones. Todo esto se cumplió en la tragedia de Sutatausa, Cundinamarca.