Transmilenio será eficiente en 12 años
Ese es el tiempo que tocaría esperar para que se resuelvan los problemas estructurales del sistema con la construcción de nuevas troncales. Anuncian reingeniería de las operaciones.
Jaime Flórez Suárez
Alexandra Rojas, la ingeniera industrial que el alcalde designó para gerenciar Transmilenio (TM), es consciente de que llegó a una entidad que enfrenta un déficit multimillonario, la inconformidad de los usuarios y la ineficiencia del sistema. Y aunque podría hacer las promesas que los usuarios quieren escuchar, es clara y directa: para tener el sistema que la ciudad necesita, aún falta mucho.
¿Es cierto que TM está a punto de colapsar, como dicen en el Concejo?
Que el Distrito ponga plata para cubrir el hueco financiero de TM no es un problema, porque todas las ciudades sacan plata para cubrir el costo de operación de un sistema de transporte. Sin embargo, este hueco nos surge por el SITP.
¿Por qué?
Las proyecciones que se hicieron en el diseño del SITP zonal no se cumplieron. Por ejemplo, el índice de pasajeros por kilómetro todavía no se cumple y hay rutas que, según los operadores, no quedaron bien trazadas. Esto se refleja en la tarifa técnica. Mientras en los buses troncales es de $1.830 y el pasaje cuesta $2.000, en el zonal es de $2.178 y el usuario apenas paga $1.700.
¿El aumento del valor del pasaje cubre ese hueco?
No. la administración pasada dejó en el presupuesto $450.000 millones para cubrir ese hueco, pero lo proyectó en $797.000 millones. Entonces recibimos un déficit de $347.000 millones. Con el aumento de tarifas conseguiremos $240.000 millones y aún nos queda un hueco de $107.000 millones.
¿Cómo resolver los problemas de fondo de Transmilenio?
Tenemos problemas estructurales que tomará tiempo resolver. Tenemos que hacer más troncales, como la de la Séptima, y revisar integralmente troncales, como la de la Caracas, con estaciones más grandes y pasos a desnivel; necesitamos la de la Boyacá, la de la avenida Ciudad de Cali y la de la 127, que serían por alianzas público-privadas, entre muchas otras.
¿Cuándo se haría realidad ese plan?
Al menos en 12 años.
Mientras eso sucede, ¿cómo se puede hacer más eficiente el sistema?
Hay mucho por hacer, pero la más importante culturalmente es el proyecto anticolados. Estamos consiguiendo recursos de cooperación internacional para enfrentar este problema, estamos poniendo barandas en algunas estaciones. Nos enfrentamos a una situación en la que las personas simplemente optaron por no pagar, lo cual nos genera una situación difícil a nivel financiero. Reconocemos que Transmilenio no tiene la mejor calidad, pero eso no es excusa para no pagar. El otro tema es la revisión del zonal, de sus rutas; vamos a garantizar la cobertura. En el mediano plazo, es vital la reingeniería total del sistema.
¿Cómo sería esa reingeniería?
Hay que hacer un estudio que tomaría unos ocho meses y después comenzar la implementación. Tenemos que concebir la reingeniería con las nuevas troncales y plantear un sistema que la gente entienda. La implementación de eso, más que costosa, es difícil, pero hay que hacerlo porque el sistema ya es muy complejo.
Tienen cerca de diez meses para renovar los buses de la Fase I. ¿Van a alcanzar?
Lamentablemente, la nueva licitación de la Fase I debió haberse hecho hace cuatro años y no fue así. Seguramente tendremos que alargar el plazo de esos contratos. En las siguientes dos o tres semanas ya tendremos una decisión final para plantear qué vamos a hacer, si pedirle buses a otra fase, la III, que es una posibilidad.
La anterior administración habló de buses eléctricos para la Fase I.
Tenemos que considerar tecnologías que hayan sido probadas en el mundo. Ese era un problema muy complicado de la licitación como la encontramos planteada. No hay ninguna operación de transporte masivo que esté basada en transporte eléctrico. Nosotros hemos hablado con los proveedores de buses eléctricos y ellos me dicen que no tienen ninguna expectativa de cubrir la cantidad de buses que se solicitan.
La Secretaría de Movilidad anunció que el SITP provisional funcionaría hasta junio. ¿Se cumplirá este nuevo plazo?
Tuvimos que extender la operación del provisional porque tenemos que garantizar el servicio, así sea en condiciones que no nos parezcan adecuadas. No me puedo comprometer con una fecha ni decir que en junio, porque es un problema complejo. Pero no terminaremos este año con SITP provisional. Ese compromiso sí lo asumimos.
¿Qué va a pasar con Egobús y Coobús, cuya situación ha dilatado la implementación total del SITP?
Hay debidos procesos que estamos adelantando para tomar decisiones que sean razonables para todo el sistema. No puedo adelantar decisiones. Estamos escuchándolos, están presentando opciones. Pero puedo garantizar que vamos a tomar decisiones.
Alexandra Rojas, la ingeniera industrial que el alcalde designó para gerenciar Transmilenio (TM), es consciente de que llegó a una entidad que enfrenta un déficit multimillonario, la inconformidad de los usuarios y la ineficiencia del sistema. Y aunque podría hacer las promesas que los usuarios quieren escuchar, es clara y directa: para tener el sistema que la ciudad necesita, aún falta mucho.
¿Es cierto que TM está a punto de colapsar, como dicen en el Concejo?
Que el Distrito ponga plata para cubrir el hueco financiero de TM no es un problema, porque todas las ciudades sacan plata para cubrir el costo de operación de un sistema de transporte. Sin embargo, este hueco nos surge por el SITP.
¿Por qué?
Las proyecciones que se hicieron en el diseño del SITP zonal no se cumplieron. Por ejemplo, el índice de pasajeros por kilómetro todavía no se cumple y hay rutas que, según los operadores, no quedaron bien trazadas. Esto se refleja en la tarifa técnica. Mientras en los buses troncales es de $1.830 y el pasaje cuesta $2.000, en el zonal es de $2.178 y el usuario apenas paga $1.700.
¿El aumento del valor del pasaje cubre ese hueco?
No. la administración pasada dejó en el presupuesto $450.000 millones para cubrir ese hueco, pero lo proyectó en $797.000 millones. Entonces recibimos un déficit de $347.000 millones. Con el aumento de tarifas conseguiremos $240.000 millones y aún nos queda un hueco de $107.000 millones.
¿Cómo resolver los problemas de fondo de Transmilenio?
Tenemos problemas estructurales que tomará tiempo resolver. Tenemos que hacer más troncales, como la de la Séptima, y revisar integralmente troncales, como la de la Caracas, con estaciones más grandes y pasos a desnivel; necesitamos la de la Boyacá, la de la avenida Ciudad de Cali y la de la 127, que serían por alianzas público-privadas, entre muchas otras.
¿Cuándo se haría realidad ese plan?
Al menos en 12 años.
Mientras eso sucede, ¿cómo se puede hacer más eficiente el sistema?
Hay mucho por hacer, pero la más importante culturalmente es el proyecto anticolados. Estamos consiguiendo recursos de cooperación internacional para enfrentar este problema, estamos poniendo barandas en algunas estaciones. Nos enfrentamos a una situación en la que las personas simplemente optaron por no pagar, lo cual nos genera una situación difícil a nivel financiero. Reconocemos que Transmilenio no tiene la mejor calidad, pero eso no es excusa para no pagar. El otro tema es la revisión del zonal, de sus rutas; vamos a garantizar la cobertura. En el mediano plazo, es vital la reingeniería total del sistema.
¿Cómo sería esa reingeniería?
Hay que hacer un estudio que tomaría unos ocho meses y después comenzar la implementación. Tenemos que concebir la reingeniería con las nuevas troncales y plantear un sistema que la gente entienda. La implementación de eso, más que costosa, es difícil, pero hay que hacerlo porque el sistema ya es muy complejo.
Tienen cerca de diez meses para renovar los buses de la Fase I. ¿Van a alcanzar?
Lamentablemente, la nueva licitación de la Fase I debió haberse hecho hace cuatro años y no fue así. Seguramente tendremos que alargar el plazo de esos contratos. En las siguientes dos o tres semanas ya tendremos una decisión final para plantear qué vamos a hacer, si pedirle buses a otra fase, la III, que es una posibilidad.
La anterior administración habló de buses eléctricos para la Fase I.
Tenemos que considerar tecnologías que hayan sido probadas en el mundo. Ese era un problema muy complicado de la licitación como la encontramos planteada. No hay ninguna operación de transporte masivo que esté basada en transporte eléctrico. Nosotros hemos hablado con los proveedores de buses eléctricos y ellos me dicen que no tienen ninguna expectativa de cubrir la cantidad de buses que se solicitan.
La Secretaría de Movilidad anunció que el SITP provisional funcionaría hasta junio. ¿Se cumplirá este nuevo plazo?
Tuvimos que extender la operación del provisional porque tenemos que garantizar el servicio, así sea en condiciones que no nos parezcan adecuadas. No me puedo comprometer con una fecha ni decir que en junio, porque es un problema complejo. Pero no terminaremos este año con SITP provisional. Ese compromiso sí lo asumimos.
¿Qué va a pasar con Egobús y Coobús, cuya situación ha dilatado la implementación total del SITP?
Hay debidos procesos que estamos adelantando para tomar decisiones que sean razonables para todo el sistema. No puedo adelantar decisiones. Estamos escuchándolos, están presentando opciones. Pero puedo garantizar que vamos a tomar decisiones.