Troncal de la 68 tendría un avance del 30 % a finales de año: director del IDU
Diego Sánchez Fonseca, director del Instituto de Desarrollo Urbano, habló sobre el estado de las obras viales en Bogotá que se empezaron a ejecutar en 2021, las que iniciarán en este año, su avance y las fechas en las que podrían ser una realidad. Desde 2012, en la capital no se construía una nueva troncal.
Con obras por todos lados. Así estará Bogotá los próximos tres años. No solo con la primera línea del metro, sino otras como las ampliaciones de las avenidas Caracas al sur y la Mutis (calle 63) con Boyacá, así como la construcción de las troncales de Transmilenio, por las avenidas 68 y Ciudad de Cali, que serán alimentadoras del metro.
A estas se sumarán otras que, al menos en el papel, tendrán que estar contratadas a fin de año e iniciando construcción en el primer semestre de 2023, como el Corredor Verde, por la carrera séptima, y el cable aéreo en San Cristóbal. En diálogo con este diario, Diego Sánchez, director del IDU, habla sobre el avance, los plazos y el futuro de estos trabajos.
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¿Cuánto suman las obras que están en ejecución en 2022, contando las que se iniciaron antes?
La suma de los contratos de obras de construcción, mantenimiento y de estudios y diseños supera los $7 billones, pero este año vamos a licitar obras nuevas, como el cable de San Cristóbal, la Ciclo-Alameda Medio Milenio y el Corredor Verde, de la carrera séptima. Son tres grandes obras que subirá la contratación a casi $12,8 billones a mediados de 2022. Históricamente es tal vez la cifra más alta que ha tenido Bogotá en material de construcción de obras viales.
¿Cómo va el Corredor Verde?
La obra tiene tres tramos: el primero, de la calle 26 a la 32, otro de la 32 a la 93, y el último de la calle 93 a la 200. En septiembre podríamos estar adjudicando el primero de ellos, que es el más rápido que podemos empezar. Esperamos poder firmar contrato y arrancar el acta de inicio en noviembre, para que el contratista formalmente tenga la orden de iniciar las obras. Los otros dos, que son más demorados, van a tener una fase de preconstrucción, tal vez más larga. Esperamos completarlo todo para iniciar construcción en el segundo trimestre del 2023, pero ya quedaría 100 % contratado este año.
¿Cuándo se entregará la obra?
Es una obra que tiene aproximadamente un plazo de ejecución entre tres y cuatro años. Así arrancamos a finales del año pasado y vamos a hablar que en 2026 deberíamos estar concluyendo.
¿Y el cable aéreo de San Cristóbal?
Tendrá una longitud de casi 2,4 km y tres estaciones. La primera arranca en el Portal 20 de Julio, con una conectividad directa, para que los pasajeros de Transmilenio se bajen y toman el cable. Las otras estaciones estarán a la altura de La Victoria y en Altamira. Los diseños están en ejecución y esperamos concluirlos en mayo, para estructurar la licitación, abrirla en junio y adjudicarla en agosto. El contratista que gane tendrá un período de preconstrucción de aproximadamente seis meses; es decir, arranca obra formalmente en marzo del próximo año.
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¿Qué plazo de ejecución tendrá?
Entre 24 y 30 meses. Tendrá una inversión de $350.000 millones, incluido la compra de predios, porque se tuvieron que comprar muchos predios para las estaciones y las pilonas.
¿Y la continuación de la avenida Mutis a la altura de la Boyacá?
Ese contrato y su ejecución inició en enero de este año y tiene un plazo de 24 meses. O sea, debemos estar terminando al finalizar 2023. El plan es hacer dos calzadas con tres carriles por sentido, con ciclorruta y espacio público. Lo interesante de este proyecto es que tendremos una avenida José Celestino Mutis desde la Circunvalar hasta el río Bogotá; es decir, una vía alterna muy interesante, para poder pensar en una conexión regional.
¿Cómo va la troncal de la carrera 68?
Es una obra que se dividió en nueve tramos y se dio un plazo de cinco años. Cada tramo tiene plazos distintos, porque tiene complejidades diferentes. El plazo máximo son cinco años. Ya llevamos uno. ¿Por qué es complejo? Porque hay todo un trabajo de demolición y construcción de puentes, en donde tengo que mantener el tráfico. Así que la obra se hace de a pedacitos. Entonces es una obra lenta y por eso tarda tanto.
¿Háblenos de esas complejidades?
Por ejemplo, a la altura de las Américas habrá una conexión deprimida, además tendremos conexión a la altura de la avenida Primero de Mayo con la primera línea del metro. Ahí vamos a construir dos estaciones nuevas del Transmilenio de la 68, que se conectan directamente con la estación elevada del metro. Más adelante, en la calle 26 habrá otro puente nuevo, curvo, que conecta buses que vengan de Transmilenio y tomen la 26 en sentido sur, oriente y oriente-sur. Por otro lado, estamos ejecutando un contrato de la estación Molinos hasta el Portal de Usme, estamos ampliando la Troncal Caracas para que pueda contar con los dos carriles por sentido para tráfico mixto, más carriles verdes y dos nuevas estaciones. Además, una estación intermedia en Molinos. Esa obra también se estará ejecutando durante 2021 y 2022 y esperamos entregarla a comienzos de 2023.
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¿Qué porcentaje de avance tiene?
Estamos en un avance del 8 % de todo. A finales del año debemos estar llegando al 24 % promedio y algunos tramos más avanzados. Esto, porque hay contratos que, incluso, el próximo año tienen que acabar, pues solo tenían tres años de plazo, pero hay otros que tienen cinco; es decir, les faltan todavía cuatro. A final del año debemos estar llegando al 30 % de avance total de la obra.
¿Cómo darle ese mensaje de tranquilidad a la ciudadanía de que esos plazos se cumplirán?
Primero, que las empresas que están ejecutando esa obra tienen mucha experiencia y músculo financiero. Segundo, que los temas más retadores de estas obras ya están superados: tuvimos el primero que nos paró el proyecto, que fue una medida cautelar por el tratamiento silvicultural, por unos árboles que teníamos que talar.
¿Y lo más complejo a futuro?
Lo más complejo que nos podría venir por delante son algunos temas con las redes de servicios públicos, pero confío en que los plazos se cumplan. Incluso, considero que desde la adjudicación eran plazos bastante holgados. Los mismos empresarios decían que así parecía, pero ya nos estamos comiendo la holgura, porque hasta ahora ningún contratista ha pedido plazo, así hayamos tenido paralizada la obra por la medida cautelar de los árboles.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá, de El Espectador.
Con obras por todos lados. Así estará Bogotá los próximos tres años. No solo con la primera línea del metro, sino otras como las ampliaciones de las avenidas Caracas al sur y la Mutis (calle 63) con Boyacá, así como la construcción de las troncales de Transmilenio, por las avenidas 68 y Ciudad de Cali, que serán alimentadoras del metro.
A estas se sumarán otras que, al menos en el papel, tendrán que estar contratadas a fin de año e iniciando construcción en el primer semestre de 2023, como el Corredor Verde, por la carrera séptima, y el cable aéreo en San Cristóbal. En diálogo con este diario, Diego Sánchez, director del IDU, habla sobre el avance, los plazos y el futuro de estos trabajos.
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¿Cuánto suman las obras que están en ejecución en 2022, contando las que se iniciaron antes?
La suma de los contratos de obras de construcción, mantenimiento y de estudios y diseños supera los $7 billones, pero este año vamos a licitar obras nuevas, como el cable de San Cristóbal, la Ciclo-Alameda Medio Milenio y el Corredor Verde, de la carrera séptima. Son tres grandes obras que subirá la contratación a casi $12,8 billones a mediados de 2022. Históricamente es tal vez la cifra más alta que ha tenido Bogotá en material de construcción de obras viales.
¿Cómo va el Corredor Verde?
La obra tiene tres tramos: el primero, de la calle 26 a la 32, otro de la 32 a la 93, y el último de la calle 93 a la 200. En septiembre podríamos estar adjudicando el primero de ellos, que es el más rápido que podemos empezar. Esperamos poder firmar contrato y arrancar el acta de inicio en noviembre, para que el contratista formalmente tenga la orden de iniciar las obras. Los otros dos, que son más demorados, van a tener una fase de preconstrucción, tal vez más larga. Esperamos completarlo todo para iniciar construcción en el segundo trimestre del 2023, pero ya quedaría 100 % contratado este año.
¿Cuándo se entregará la obra?
Es una obra que tiene aproximadamente un plazo de ejecución entre tres y cuatro años. Así arrancamos a finales del año pasado y vamos a hablar que en 2026 deberíamos estar concluyendo.
¿Y el cable aéreo de San Cristóbal?
Tendrá una longitud de casi 2,4 km y tres estaciones. La primera arranca en el Portal 20 de Julio, con una conectividad directa, para que los pasajeros de Transmilenio se bajen y toman el cable. Las otras estaciones estarán a la altura de La Victoria y en Altamira. Los diseños están en ejecución y esperamos concluirlos en mayo, para estructurar la licitación, abrirla en junio y adjudicarla en agosto. El contratista que gane tendrá un período de preconstrucción de aproximadamente seis meses; es decir, arranca obra formalmente en marzo del próximo año.
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¿Qué plazo de ejecución tendrá?
Entre 24 y 30 meses. Tendrá una inversión de $350.000 millones, incluido la compra de predios, porque se tuvieron que comprar muchos predios para las estaciones y las pilonas.
¿Y la continuación de la avenida Mutis a la altura de la Boyacá?
Ese contrato y su ejecución inició en enero de este año y tiene un plazo de 24 meses. O sea, debemos estar terminando al finalizar 2023. El plan es hacer dos calzadas con tres carriles por sentido, con ciclorruta y espacio público. Lo interesante de este proyecto es que tendremos una avenida José Celestino Mutis desde la Circunvalar hasta el río Bogotá; es decir, una vía alterna muy interesante, para poder pensar en una conexión regional.
¿Cómo va la troncal de la carrera 68?
Es una obra que se dividió en nueve tramos y se dio un plazo de cinco años. Cada tramo tiene plazos distintos, porque tiene complejidades diferentes. El plazo máximo son cinco años. Ya llevamos uno. ¿Por qué es complejo? Porque hay todo un trabajo de demolición y construcción de puentes, en donde tengo que mantener el tráfico. Así que la obra se hace de a pedacitos. Entonces es una obra lenta y por eso tarda tanto.
¿Háblenos de esas complejidades?
Por ejemplo, a la altura de las Américas habrá una conexión deprimida, además tendremos conexión a la altura de la avenida Primero de Mayo con la primera línea del metro. Ahí vamos a construir dos estaciones nuevas del Transmilenio de la 68, que se conectan directamente con la estación elevada del metro. Más adelante, en la calle 26 habrá otro puente nuevo, curvo, que conecta buses que vengan de Transmilenio y tomen la 26 en sentido sur, oriente y oriente-sur. Por otro lado, estamos ejecutando un contrato de la estación Molinos hasta el Portal de Usme, estamos ampliando la Troncal Caracas para que pueda contar con los dos carriles por sentido para tráfico mixto, más carriles verdes y dos nuevas estaciones. Además, una estación intermedia en Molinos. Esa obra también se estará ejecutando durante 2021 y 2022 y esperamos entregarla a comienzos de 2023.
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¿Qué porcentaje de avance tiene?
Estamos en un avance del 8 % de todo. A finales del año debemos estar llegando al 24 % promedio y algunos tramos más avanzados. Esto, porque hay contratos que, incluso, el próximo año tienen que acabar, pues solo tenían tres años de plazo, pero hay otros que tienen cinco; es decir, les faltan todavía cuatro. A final del año debemos estar llegando al 30 % de avance total de la obra.
¿Cómo darle ese mensaje de tranquilidad a la ciudadanía de que esos plazos se cumplirán?
Primero, que las empresas que están ejecutando esa obra tienen mucha experiencia y músculo financiero. Segundo, que los temas más retadores de estas obras ya están superados: tuvimos el primero que nos paró el proyecto, que fue una medida cautelar por el tratamiento silvicultural, por unos árboles que teníamos que talar.
¿Y lo más complejo a futuro?
Lo más complejo que nos podría venir por delante son algunos temas con las redes de servicios públicos, pero confío en que los plazos se cumplan. Incluso, considero que desde la adjudicación eran plazos bastante holgados. Los mismos empresarios decían que así parecía, pero ya nos estamos comiendo la holgura, porque hasta ahora ningún contratista ha pedido plazo, así hayamos tenido paralizada la obra por la medida cautelar de los árboles.
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