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La Subdirección Misional de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP) anunció el inicio de una nueva estrategia para mejorar la gestión de residuos sólidos en la capital. A través de la campaña ‘Bogotá, mi Ciudad, mi Casa’, se invita a la ciudadanía a involucrarse activamente en el reciclaje y cuidado de la ciudad a través de acciones enfocadas en propiciar cambios en el trato de los residuos, ya que estos pueden ser entendidos como recursos valiosos cuyo proceso de reutilización puede alimentar la demanda de matera prima de varios sectores productivos de la ciudad.
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La filosofía del reciclaje, clave en esta campaña, se basa en dos enfoques principales: la tecnología necesaria para reciclar y el compromiso con el cuidado del ambiente. Se busca crear mecanismos para que la ciudadanía adopte prácticas responsables como separar residuos orgánicos y envases, reciclar plásticos, vidrios, metales y papel, y hacer uso de contenedores específicos para cada tipo de desecho. Además, la campaña subraya la importancia de reutilizar productos como bolsas de plástico y evitar el vertido de aceite de cocina por los desagües, promoviendo el uso de “puntos limpios” para la disposición correcta de pilas, aparatos electrónicos y otros residuos especiales.
La UAESP se propuso metas claras en la gestión de reciclaje. Según la Subdirección, se están dirigiendo proyectos en áreas clave como la recolección de escombros, el aprovechamiento de biogás y la optimización de los servicios de aseo en la ciudad. Estos proyectos buscan reducir el impacto ambiental y fomentar la reutilización de materiales que, de no gestionarse adecuadamente, se sumarían a los residuos que contribuyen a la contaminación urbana.
Entre los principales materiales que actualmente pueden reciclarse se encuentran el plástico, el vidrio, el papel y cartón, el aluminio y los metales. Según los expertos, el plástico es uno de los materiales más problemáticos, ya que un porcentaje mínimo es reciclado a nivel global, de ahí la importancia las campañas que buscan reducir el consumo de elementos de plástico y su adecuada gestión. Por su parte, el vidrio, el aluminio y el papel tienen la ventaja de poder ser reciclados múltiples veces, ayudando a reducir significativamente el impacto ambiental. El compostaje de residuos orgánicos también es una solución efectiva para aprovechar restos de alimentos y vegetales, convirtiéndolos en abono natural.
El Distrito, en coordinación con el sector académico y empresarial, ha trabajado en la creación de una red de gestores de conocimiento para enfrentar los desafíos del reciclaje y avanzar en el desarrollo de nuevas soluciones. Este esfuerzo no solo se centra en mejorar las prácticas actuales, sino también en fomentar la investigación e innovación en torno a la reutilización de recursos.
A medida que avanza la implementación de estos programas, la UAESP recuerda a los ciudadanos la importancia de su participación activa para garantizar una gestión de residuos más eficiente y sostenible en la capital.
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