Un año del crimen de Gustavo Bustamante: pese a las pruebas, no hay justicia
A pesar de tener pruebas en video y fotos del sujeto que asesinó a Gustavo Bustamante, de 48 años, en su casa, la madrugada del 25 de agosto de 2022, no ha habido ningún resultado. ¿Impunidad?
En la mañana del 25 de agosto del 2022, el tío de Gustavo Bustamante fue hasta el edificio donde vivía su sobrino y donde, de paso, tenía su oficina. Llegó con la intención de que le prestara el baño, pero en lugar de encontrar a su pariente revisando archivos de casos judiciales, como era habitual, se topó con una trágica escena: el cuarto estaba desordenado; faltaban objetos, su ropa estaba regada por las esquinas y su cuerpo estaba “masacrado” en el suelo. Esa mañana los violentos dejaron huérfana a una niña, de 9 años.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
En la mañana del 25 de agosto del 2022, el tío de Gustavo Bustamante fue hasta el edificio donde vivía su sobrino y donde, de paso, tenía su oficina. Llegó con la intención de que le prestara el baño, pero en lugar de encontrar a su pariente revisando archivos de casos judiciales, como era habitual, se topó con una trágica escena: el cuarto estaba desordenado; faltaban objetos, su ropa estaba regada por las esquinas y su cuerpo estaba “masacrado” en el suelo. Esa mañana los violentos dejaron huérfana a una niña, de 9 años.
Lea: José Eduardo Pulido, el brillante geólogo asesinado por delincuentes en Bogotá
A poco de cumplirse un año del asesinato de Bustamante, allegados encuentran inaceptable que las autoridades no hayan podido avanzar en la investigación, ni dar con paradero del delincuente, que le quitó la vida. En especial, porque el rostro del asesino quedó registrado en las cámaras de seguridad del edificio interactuando con la víctima, momentos antes del crimen, y luego cuando salió con un maletín.
Uno de los aspectos más aterradores del caso fue el estado en el que se encontró el cuerpo. “En el sector de Techo, al interior de una vivienda, encontramos a un hombre de unos 47 años. Estaba en su habitación, en estado de descomposición y presentaba heridas de arma blanca”, señaló en su momento el coronel Iván Mesa, en ese tiempo, oficial de inspección de la Policía Metropolitana de Bogotá. Otros medios reseñaron que Gustavo llevaba desaparecido cuatro días, y que, por esa razón, su tío fue a buscarlo a su casa.
Sin embargo, otra es la versión de los parientes de la víctima. Bustamante no llevaba varios días desaparecido. Incluso, dicen, que el día antes del crimen, estuvo con su hija. “Esa versión de la historia, de que llevaba varios días desaparecido, solo servía para reforzar la idea de que su cuerpo estaba en descomposición, cuando realmente lo que sucedía era que la escena era horrorosa”.
Así lo cuenta una allegada de la víctima, quien ha estado esperando algún parte de justicia a lo largo de este año. “El dolor no se olvida y necesita calma. Hemos estado siguiendo el caso, pero ya han cambiado al fiscal cuatro veces. El único avance es un video y una imagen de una persona que entra y sale del apartamento de Gustavo”, contó Angélica Guzmán, a El Espectador.
Le podría interesar: Familia de David Triana en Bogotá dice que “lo citaron para matarlo”
Recuento del crimen
Gustavo Bustamante era un administrador de empresas, que semanas antes del homicidio se había graduado de una especialización en derecho administrativo, de la Corporación Universitaria Republicana. Vivía solo, estaba separado y tenía una hija de nueve años, que habita cerca de donde lo mataron. Su oficina-residencia quedaba en el cuarto piso, de un edificio en el barrio Kennedy Central. Administraba dos urbanizaciones, una en Bosa y otra en Kennedy, y pese a que no era abogado titulado, tenía amplios conocimientos en derecho, que usaba para emitir conceptos legales.
“En sus últimos meses trabajó en varias investigaciones de casos en su oficio como abogado, a pesar de no tener aún el título. Todo lo presentaba con la firma de un colega suyo. En principio pensamos que algo de su trabajo tenía que ver con su asesinato, teniendo en cuenta que su casa era también su oficina y todo estaba revolcado”, señaló Guzmán.
Pronto la versión de un posible hurto como principal móvil del asesinato tomó fuerza. A Bustamante se le llevaron una colección de relojes, al parecer dinero que guardaba en su casa y un anillo grueso, que había comprado para el día de su grado como especialista.
En este tiempo se han evaluado varias hipótesis: que él había vendido un local de belleza, que tenía en Bosa, y los rumores de que guardaba el dinero de la venta en su casa, generó que alguien planease un hurto en su casa. Dicen que pudo haber sido un conocido, que logró entrar a su piso como invitado y luego lo mató a sangre fría.
“Lo que sabemos es que conocía al asesino o tenía alguna conexión con él. La Fiscalía, entre las cosas que halló, pudo recolectar un video en el que se ve a Gustavo yendo a un Oxxo con el sujeto, compran licor y beben en la tienda del primer piso. Como a la media noche suben al apartamento de Gustavo y vuelve a salir a la 1:30 a.m., con un maletín. Su cara se ve claramente en la grabación, pero cuando sale lleva un casco del cual no se pudo ver la placa, ya que llovió”, añade la mujer.
Lea también: Paula Valentina, la joven bogotana a quien la delincuencia le arrebató sus sueños
¿En qué va el proceso?
Revisamos el proceso que tiene la Fiscalía General de la Nación. En este año se han registrado dos anotaciones: el 24 y el 27 de octubre de 2022, las cuales, según el expediente, son “restringidas”. Según explica el abogado penalista William Alcázar, “esa acción se refiere a que el proceso pudo haber entrado en una etapa de emisión de orden de captura o algún operativo relevante, que no puede ser de público conocimiento. Ese estado puede durar así tiempo indefinido hasta que los fiscales comuniquen el avance de la operación”.
Para la familia de la víctima, que ha asistido durante este año a las irremediables citas con fiscales, temen que pase otro año y sea cada vez más complejo hacer justicia. “Teniendo tantas pruebas, hoy en día, la madre de Gustavo sigue diciendo que no se quiere morir antes de saber quién y por qué mataron a su hijo. Es una burla que nos cambien cuatro veces de fiscal y el nuevo apenas haya aparecido una vez”.
Nota recomendada: El legado artístico de Gonzalo Torres y el enigma de su muerte en Teusaquillo
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.