Caso Ana María Castro: un segundo vehículo en la escena, hipótesis de la defensa

Este lunes y martes continuará el juicio en el caso Ana María Castro Romero, en el cual Paúl Naranjo Calvo y Julián Ortegón Mosquera son acusados de feminicidio agravado. Ambos han estado detenidos en prisión desde principio de año, a pesar de varios intentos por recuperar su libertad, el último, alegando vencimiento de términos.

Este lunes y martes continuará el juicio en el caso Ana María Castro Romero, en el cual Paúl Naranjo Calvo y Julián Ortegón Mosquera son acusados de feminicidio agravado. Ambos han estado detenidos en prisión desde principio de año, a pesar de varios intentos por recuperar su libertad, el último, alegando vencimiento de términos.

Entretanto, la Fiscalía ha optado por probar que la universitaria fue lanzada de una camioneta en movimiento -conducida por Naranjo-, cuando transitaba por la calle 80, en la madrugada del 5 de marzo de 2020, tras un supuesto disgusto entre los jóvenes. Cuando comenzó el juicio, la defensa de los procesados, representada por los abogados John Jairo Cadena y Gilberto Rondón, no presentó teoría del caso y ambos manifestaron que se atendrán a lo que pruebe y demuestre el ente acusador.

No obstante, para rebatir la acusación por feminicidio contra sus clientes acudirán, en parte, a las apreciaciones de médicos expertos y analistas de video, para apuntar a una posibilidad, factible para ellos: que un segundo vehículo haya podido atropellar a la joven, luego de que fuera dejada en el lugar junto a Mateo Reyes.

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Una consideración que explicaría los traumatismos que presentó el cuerpo de Ana María, la posición en la que fue hallada en el asfalto de la avenida y que no habría sido golpeada dentro de la camioneta Kia. Sin embargo, para que todas las piezas engranen, tendrán que explicar en qué momento se presentó y de cuál carro se trata.

Tres carros, dos motos y una van

De acuerdo con los videos de la cámara de seguridad del sector, en poder de las partes, la camioneta marca Kia Sportage -en la que iban Paúl Naranjo, Julián Ortegón, Ana María Castro y Mateo Reyes- se estacionó a la 01:40:18 a.m., en la calle 80 con carrera 69P, sobre el carril derecho, y estuvo detenida hasta reanudar su recorrido a la 01:41:05 a.m. por el mismo carril.

En ese período pasaron un taxi y un automóvil por el carril central a la 01:40:32 y 01:40:40 de la madrugada, respectivamente. Según se aprecia en el video, la velocidad a la que conducían no era rápida. Luego la Kia, que en ese momento solo transportaba a Paúl y a Julián, vuelve a ponerse en marcha y sale de la visual de la cámara a la 01:41:12 a.m. Siete segundos después, a la 01:41:19 a.m., pasa otro automóvil blanco y, a la 01:41:21 a.m., se observa una van escolar. Ambos iban por el carril central a velocidad media.

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Un segundo después, a la 01:41:22 a.m., de que pasa la van, en la parte de arriba del video empiezan a verse las piernas de Mateo Reyes caminando con dificultad por la calle. Posteriormente, a la 01:41:28 a.m., pasa una motocicleta por el carril central, mientras Reyes continuaba dando tumbos. Tras esto, el joven estuvo en medio de la avenida, de un lado a otro, durante 50 segundos, sin que pasara otro vehículo por el lugar, hasta que a la 01:42:18 a.m. pasó otra motocicleta por el carril derecho y muy cerca de Mateo. El conductor de esa moto era Alexánder Forero, quien será llamado a declarar en el juicio como testigo de la defensa.

¿Cuál fue el segundo vehículo?

Si fue otro carro que circulaba por la calle 80 el que le habría ocasionado los golpes mortales en el cráneo y el tórax a Ana María Castro, ¿cuál fue el responsable? De ser esta tesis cierta, el cerco de posibilidades se cierra al automóvil blanco y a la van que pasaron por el sitio luego de que la camioneta arrancara, tras estar 47 segundos detenida. Es decir, a los dos vehículos que transitaron por ahí sin estar a la vista de Paúl y Julián.

El quid de esta posibilidad está en determinar la velocidad a la que esos automotores pudieron haber ido, pues la ciencia indica que la probabilidad de que una persona sufra una lesión mortal al ser atropellado por un vehículo es de más del 80 %, si este va a una velocidad de 50 kilómetros por hora o más, según información de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, sobre la velocidad y los siniestro viales.

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Y también tendrían que explicar por qué los ocupantes o conductores de la van escolar y de la primera motocicleta, que pasaron dos y siete segundos después, respectivamente, no se detuvieron al ver un posible atropellamiento en vía pública, conducta que podría entenderse como omisión de socorro: un delito.

Aunque el punto en el que la universitaria fue hallada (aproximadamente a un metro y medio del andén, en la mitad del carril derecho) pone en duda la teoría de la Fiscalía de que fue arrojada desde la camioneta (pues los videos dan claridad de que se estacionó junto al andén), también representa un reto para la defensa. Si bien la ubicación encajaría con la posibilidad de haber sido arrollada por alguno de los vehículos que pasaron por el carril central, no es claro cuál sería el responsable y si tenía la fuerza para causarle el impacto de alta energía que le causó la muerte.

Esto sin olvidar que la fractura de cráneo que sufrió la joven pudo haber causado los hematomas que tenía en la parte de atrás de su oreja derecha y en su ojo izquierdo, por el fenómeno conocido como “ojos de mapache”, como se mencionó en el inicio del juicio. A esto se suma que en la inspección a la camioneta no se encontraron rastros que sugirieran algún hecho violento.

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Esta hipótesis será expuesta en mayor profundidad por los peritos de la defensa durante el juicio, con doble jornada este lunes y martes, en donde la Fiscalía tendrá la oportunidad de contrainterrogar y someter a análisis los argumentos con los que intentarán tumbar su teoría del caso.