Una huerta para el Bronx, en el corazón de Bogotá
En la antigua ‘L’, en el barrio Voto Nacional, una huerta hace parte de la nueva relación entre el Bronx y el centro de Bogotá.
Cerca de 60 jóvenes, entre los 16 y 22 años, le han metido manos y espíritu a un largo proceso de sanación y revitalización de los suelos que hasta hace unos años eran del antiguo Bronx. Provenientes del Idipron e Integración Social, así como de la comunidad vecina del Bronx Distrito Creativo, en el barrio Voto Nacional, este grupo genial de artistas, gestores y creadores hoy le dan forma a una muestra transmedial, en la que se funde la vida, el arte y la sostenibilidad de la llamada La Huerta del Bronx.
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Cerca de 60 jóvenes, entre los 16 y 22 años, le han metido manos y espíritu a un largo proceso de sanación y revitalización de los suelos que hasta hace unos años eran del antiguo Bronx. Provenientes del Idipron e Integración Social, así como de la comunidad vecina del Bronx Distrito Creativo, en el barrio Voto Nacional, este grupo genial de artistas, gestores y creadores hoy le dan forma a una muestra transmedial, en la que se funde la vida, el arte y la sostenibilidad de la llamada La Huerta del Bronx.
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La historia comenzó hace dos años, cuando en la Esquina Redonda del Bronx Distrito Creativo se entendió que los suelos del territorio tenían intacta la capacidad de volver a reverdecer y de generar una vez más, como seguramente siglos antes lo hicieron, el alimento para una comunidad pujante y creativa. Entonces arrancó un proceso de regeneración agro-biológica de la tierra, con el apoyo del Jardín Botánico y el conocimiento de un educador popular y comunitario, Alejandro Cruz.
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Junto a Alejandro, el parche de la Esquina Redonda del Bronx Distrito Creativo ha cosechado lechugas, cilantros, fresas, plantas aromáticas y medicinales. Todo se reparte entre los mismos sembradores como un ejercicio de soberanía alimentaria y de cuidado. Y una parte de la cosecha se comercializa en el mismo barrio: “sin ingreso no hay proceso”, dicen ellos.
Por estos días, la Huerta del Bronx tiene su espacio en el Museo Nacional de Colombia, un aliado clave del proceso y que reseña como esta es una oportunidad diferente de acercarse a la historia del centro. Para Margarita Díaz, directora de La FUGA y el Bronx Distrito Creativo, “La vida renace en el territorio y el centro se transforma con las artes y la cultura”. Con esa visión coincide Alejandro Cruz, para quien la huerta es la posibilidad de resignificar el territorio.
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Ejercicios creativos como este, han incidido en el cambio de percepción de la ciudadanía frente al antiguo Bronx. Desde que abrió sus puertas, el Distrito Creativo ha acogido a cerca de 100 mil personas, en más de un centenar de eventos, entre los que se destacan Monumentum, primera fiesta electrónica pública del continente; el Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez; Rap Filarmónico, y el encuentro de creadores Movimiento Clic.
Tal y como lo registró El Espectador hace unas semanas, el 45,3% de los habitantes de la ciudad se sienten seguros o muy seguros al asistir a los eventos organizados por el proyecto Bronx Distrito Creativo. “Que esto exista dice que los espacios se pueden renombrar, revivir, teniendo en cuenta quienes lo habitaron en el pasado”, concluye Alejandro Cruz, mientras muestra cómo allí, donde antes abundaban las malas noticias, hoy crecen las lechugas.
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