Usuarios de EPS Capital Salud se quejan por filas para reclamar medicamentos en Bogotá
Los afiliados a la entidad señalan que una vez son atendidos después de esperar varias horas, en el mejor de los casos, solo reciben la mitad de sus medicinas.
Redacción Bogotá
Usuarios de la EPS Capital Salud, en su mayoría personas de la tercera edad, denuncian este martes que desde la madrugada se encuentran haciendo largas filas a la espera de la entrega de sus medicamentos.
El hecho se registra en dos puntos habilitados por la entidad para reclamar las medicinas: la Calle 134 con Carrera 17 y la Calle 53 con Carrera Séptima. Allí, cientos de usuarios señalan que pese a esperar por varias horas, una vez son despachados solo reciben la mitad de sus medicamentos o se encuentran con la noticia de que ya no hay.
"Antes había varios puntos de atención en los barrios y todo, ahora sólo hay dos. Hay mujeres de 80 y 85 años esperando a la intemperie. Cuando llegan igual no les dan nada. Hay gente que viene de Bosa, Usme y Ciudad Bolívar, algunos arriesgando sus trabajos", advirtió uno de los pacientes consultados por la emisora Caracol Radio.
Al parecer, la falta de medicamentos se debería a que la EPS, cuya dueña es la Alcaldía de Bogotá y que cuenta actualmente con 985.000 afiliados en la ciudad, cambió de proveedor, lo que ha provocado dificultades en materia de entrega de medicinas. Sin embargo, la empresa señaló que esta semana espera habilitar más puntos de despacho. (Lea: El plan para salvar la EPS de la Alcaldía)
Por su parte, la Secretaría Distrital de Salud argumentó que para atender la situación, ya está en marcha un plan de contingencia. La Administración hizo hincapié en las problemáticas derivadas del hueco fiscal que presenta la entidad, el cual asciende a $600 mil millones.
Entretanto, este martes también se registró un plantón en la sede administrativa de la EPS protagonizado por allegados a pacientes con cáncer, quienes advirtieron la terminación de un contrato para la prestación de servicios con el Instituto Nacional de Cancerología.
Este hecho fue negado por Capital Salud que, a través de un comunicado de prensa, explicó que se han presentado diferencias con respecto a las tarifas, las cuales se están solucionando y que en todo caso, no han implicado la terminación del contrato.
“Capital Salud EPS ha garantizado la continuidad de los tratamientos de los pacientes con quimioterapias, radioterapias y que presentan delicado estado de salud en el Instituto (…) se vienen prestando los servicios de salud a los pacientes oncológicos en los Hospitales Tunal y Kennedy”, señaló la entidad.
La EPS precisó además que la semana pasada se realizó un pago al Instituto por valor de $1.500 millones, sumado a otro por $3.000 millones, lo que permitió que se llegara a un acuerdo para seguir prestando la atención.
El campanazo más reciente sobre los efectos de los intríngulis administrativos en los afiliados de la EPS lo dio la Personería en abril pasado, cuando advirtió sobre la dificultad de los afiliados para que les entreguen medicamentos. “La mayoría de casos corresponden a pacientes con diagnósticos de alto costo como cáncer, insuficiencia renal y enfermedades cardiovasculares”, precisó el ente de control. “También, personas con enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes, trastornos mentales y neurológicos, que requieren un tratamiento continuo, oportuno y, en algunos casos, inmediato”.
La EPS está enfrentada con la Unión Temporal S&M, integrada por dos empresas que contrató desde la pasada administración para proveer medicinas. S&M no entrega la droga porque, dice, Capital Salud le ha incumplido con el pago de sus servicios y le adeuda $13.000 millones.
Usuarios de la EPS Capital Salud, en su mayoría personas de la tercera edad, denuncian este martes que desde la madrugada se encuentran haciendo largas filas a la espera de la entrega de sus medicamentos.
El hecho se registra en dos puntos habilitados por la entidad para reclamar las medicinas: la Calle 134 con Carrera 17 y la Calle 53 con Carrera Séptima. Allí, cientos de usuarios señalan que pese a esperar por varias horas, una vez son despachados solo reciben la mitad de sus medicamentos o se encuentran con la noticia de que ya no hay.
"Antes había varios puntos de atención en los barrios y todo, ahora sólo hay dos. Hay mujeres de 80 y 85 años esperando a la intemperie. Cuando llegan igual no les dan nada. Hay gente que viene de Bosa, Usme y Ciudad Bolívar, algunos arriesgando sus trabajos", advirtió uno de los pacientes consultados por la emisora Caracol Radio.
Al parecer, la falta de medicamentos se debería a que la EPS, cuya dueña es la Alcaldía de Bogotá y que cuenta actualmente con 985.000 afiliados en la ciudad, cambió de proveedor, lo que ha provocado dificultades en materia de entrega de medicinas. Sin embargo, la empresa señaló que esta semana espera habilitar más puntos de despacho. (Lea: El plan para salvar la EPS de la Alcaldía)
Por su parte, la Secretaría Distrital de Salud argumentó que para atender la situación, ya está en marcha un plan de contingencia. La Administración hizo hincapié en las problemáticas derivadas del hueco fiscal que presenta la entidad, el cual asciende a $600 mil millones.
Entretanto, este martes también se registró un plantón en la sede administrativa de la EPS protagonizado por allegados a pacientes con cáncer, quienes advirtieron la terminación de un contrato para la prestación de servicios con el Instituto Nacional de Cancerología.
Este hecho fue negado por Capital Salud que, a través de un comunicado de prensa, explicó que se han presentado diferencias con respecto a las tarifas, las cuales se están solucionando y que en todo caso, no han implicado la terminación del contrato.
“Capital Salud EPS ha garantizado la continuidad de los tratamientos de los pacientes con quimioterapias, radioterapias y que presentan delicado estado de salud en el Instituto (…) se vienen prestando los servicios de salud a los pacientes oncológicos en los Hospitales Tunal y Kennedy”, señaló la entidad.
La EPS precisó además que la semana pasada se realizó un pago al Instituto por valor de $1.500 millones, sumado a otro por $3.000 millones, lo que permitió que se llegara a un acuerdo para seguir prestando la atención.
El campanazo más reciente sobre los efectos de los intríngulis administrativos en los afiliados de la EPS lo dio la Personería en abril pasado, cuando advirtió sobre la dificultad de los afiliados para que les entreguen medicamentos. “La mayoría de casos corresponden a pacientes con diagnósticos de alto costo como cáncer, insuficiencia renal y enfermedades cardiovasculares”, precisó el ente de control. “También, personas con enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes, trastornos mentales y neurológicos, que requieren un tratamiento continuo, oportuno y, en algunos casos, inmediato”.
La EPS está enfrentada con la Unión Temporal S&M, integrada por dos empresas que contrató desde la pasada administración para proveer medicinas. S&M no entrega la droga porque, dice, Capital Salud le ha incumplido con el pago de sus servicios y le adeuda $13.000 millones.