Veeduría Distrital insiste en la necesidad de realizar una reforma policial
La entidad resalta que el Escuadrón Móvil Antidisturbios es el eslabón que más influye en la desconfianza ciudadana hacia la Policía Nacional.
A vísperas de una nueva jornada de protestas que está programada para este jueves, la Veeduría Distrital hace un nuevo llamado para que se revise el nivel de efectividad que tienen las intervenciones del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) en los escenarios de protesta. Según el ente de control preventivo, la sistematicidad de la violencia y las fallas en protocolos de manejo de armas son irregularidades que generan desconfianza en la población y en organizaciones nacionales e internacionales, por lo cual se hace necesaria una reforma policial.
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La Veeduría destacó que en el marco del Paro nacional iniciado el 28 de abril de este año se reportaron 3.486 casos de violencia policías, de los cuales 44 son asesinatos atribuibles a la fuerza pública. En Bogotá se presentaron tres muertes, 10 víctimas de violencia sexual y al menos 361 civiles lesionados. Estas cifras se ven respaldadas con la encuesta de Datexco realizada en julio de 2021 en donde registra que el Esmad tiene un 66 % de desaprobación ciudadana.
El ente de control informó también que desde el inicio de las protestas en 2020 se ha incrementado el número de denuncias por hechos violentos realizados por la fuerza pública. Durante 2019 se registraron 36 denuncias, en 2020 fueron 559 y, durante el 28 de abril y el 28 de mayo de 2021, se reportaron 181 denuncias por abuso policial. “Muchas de estas denuncias se concentran en acciones del Esmad, que depende del Ministerio de Defensa y no del Ministerio del Interior o Justicia, como se esperaría por la naturaleza civil de sus funciones”, resaltó la entidad.
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Según la Veeduría, el tipo de acciones que realiza el Esmad, sumado al armamento usado (plataforma Venom), la sistematicidad de la violencia, el fallo en protocolos y la desobediencia de algunos agentes en las directrices sobre manejo de armas e intervención de protestas sociales y su vinculación al Ministerio de Defensa son hechos que obligan a realizar una reforma policial. De acuerdo con un comunicado emitido por la Justicia Especial de Paz (JEP) en julio de 2021, Colombia es el segundo país con mayor número de muertes violentas por día de protesta, situándose justo después de Birmania.
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“Este hecho, le otorga un carácter militar que limita su capacidad de respuesta proporcional frente la amenaza que puede representar un civil y diferenciarla de aquella que puede suponer un combatiente armado. Esta falta de subordinación de la Policía Nacional a una autoridad civil dificulta el establecer protocolos de acción, mecanismos de control y sanción, y formación en Derechos Humanos que se ajusten a criterios civiles y no militares”.
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De igual forma, la entidad resalta que en varias ocasiones organizaciones internacionales como Human Rights Watch han denunciado la falta de protocolos para la intervención de escenarios de protesta por parte de este escuadrón, por lo que algunas ocasiones se llegan a atacar a manifestantes, residencias, peatones e incluso los mismos uniformados.
Por estas razones, la Veeduría Distrital hace un llamado para que se revise el nivel de efectividad de las intervenciones que realiza el Esmad en protestas sociales. De igual forma, señala que con el objetivo de cumplir con el carácter civil y para “humanizar y recuperar la confianza de la ciudadanía en la Policía”, es necesaria una transformación estructural de la institución.
A vísperas de una nueva jornada de protestas que está programada para este jueves, la Veeduría Distrital hace un nuevo llamado para que se revise el nivel de efectividad que tienen las intervenciones del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) en los escenarios de protesta. Según el ente de control preventivo, la sistematicidad de la violencia y las fallas en protocolos de manejo de armas son irregularidades que generan desconfianza en la población y en organizaciones nacionales e internacionales, por lo cual se hace necesaria una reforma policial.
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