Recorrido por este cementerio distrital de Bogotá.
Foto: Óscar Pérez
La violencia urbana es una realidad que se ha cosido en las fibras de la capital. Bajo un fenómeno complejo de desplazamiento de violencias, la urbe bogotana se ha convertido en los últimos dos años en una suerte de escenario en disputa, donde las bandas criminales se han intentado apoderar de importantes zonas y explotar, a través del miedo, a los habitantes. En los últimos dos años, al menos 22 víctimas mortales, 10 inocentes, se cuentan entre el rastro de sangre del Tren de Aragua y los Satanás.
Por Juan Camilo Parra
Periodista egresado de la Universidad Externado de colombia con experiencia en cubrimiento de orden público en Bogotá.jparra@elespectador.com
Temas recomendados:
Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación