En 2021 y 2022, Bogotá registró más casos de violencia policial en Colombia.
Foto: (EPA) EFE - Carlos Ortega
El homicidio del estudiante Dylan Cruz, en el paro nacional de 2019; el de Javier Ordóñez, el 8 de septiembre de 2020; los actos violentos y las muertes el 9 de septiembre de 2020 y del paro nacional del 28 de abril de 2021, así como los múltiples enfrentamientos en las protestas de 2022 y 2023 tienen algo en común: el abuso de la fuerza pública, que terminó en tragedia. Esto abrió una brecha en la confianza de la ciudadanía que, pese a múltiples intentos, sigue abierta.
Por Sara Caicedo
Periodista de la universidad Politécnico Grancolombiano. Escribe para El Espectador sobre planeación, hábitat, comercio informal, espacio púbico, desarrollo económico, hacienda y ambiente.@sara_caicedoscaicedo@elespectador.com