Violencia sexual contra menores de edad, un delito que no da tregua en Bogotá
Según Medicina Legal, solo en el primer semestre de este año se habían registrado cerca de 12 mil casos, la capital del país es la ciudad que puntea en esa lista.
Mientras recibía asistencia psicológica, tras haber sido víctima de abuso sexual, una menor de 11 años habría sido abusada en Cundinamarca por el psicólogo que la trataba. El señalado hoy está en prisión y la víctima apenas intenta superar el primer abuso que sufrió.
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Mientras recibía asistencia psicológica, tras haber sido víctima de abuso sexual, una menor de 11 años habría sido abusada en Cundinamarca por el psicólogo que la trataba. El señalado hoy está en prisión y la víctima apenas intenta superar el primer abuso que sufrió.
Hechos como estos se han vuelto más comunes de lo que parecen. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, solo en el primer semestre de este año los casos de abuso sexual contra menores de edad en el país fueron 11.805, lo que significó un aumento del 24,39 %, con respecto al mismo periodo de 2021. Las ciudades que puntean en las estadísticas son Bogotá (2.461) Medellín (401) y Cali (311). La mayoría de las víctimas son mujeres, con un total de 10.311 denuncias, y el resto (1.494) son reportes de abuso sexual a hombres.
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El abuso sexual en general de por sí ya está generando una alerta. De acuerdo con el más reciente informe de la Secretaría de Seguridad de Bogotá, los delitos sexuales (sin rango específico de edad de la víctima) son uno de los objetivos a enfrentar por parte de las instituciones. De acuerdo con las estadísticas, en lo corrido de este año los casos aumentaron en un 21,3 % respecto al mismo periodo del año anterior. En 2019 se presentaron 5.866 denuncias; en 2020, 4.667; en 2021, 5.748 y este año van 6.975.
Como si eso no fuera suficiente, el panorama no termina ahí. Este año, solo hasta marzo, la Secretaría de Educación anunció que existían reportes de 702 casos de violencia sexual en colegios, “en los que 85 % de las víctimas son niñas entre 13 y 17 años, y 11 % son estudiantes de preescolar”. No obstante, según un llamado que realizó el concejal Samir Abisambra por ese entonces, hasta mayo de este año se habían conocido cerca de 6.907 alertas de casos de abuso y violencia, además del reporte de 228 procesos disciplinarios contra servidores públicos de la Secretaría de Educación por presuntos vínculos con casos de abuso sexual.
“Me preocupa ver los medios de comunicación llenos de noticias de violencias sexuales en los colegios, acoso escolar, abuso de sustancias psicoactivas, hostigamiento y situaciones que, bajo el juicio de cualquier persona con sentido común, nos dicen que algo no está bien y eso nos preocupa. Son situaciones que no deberían presentarse, pero tampoco pueden juzgarse a la ligera, por la complejidad que reviste cada uno de los casos” manifestó a principio de año el cabildante del partido Liberal.
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Ante las alarmantes cifras, a finales del mes pasado, la Policía Metropolitana de Bogotá anunció que se había realizado 26 capturas por delitos sexuales, nueve por violencia intrafamiliar y cuatro más por feminicidio, en el marco de la estrategia ‘Bogotá Ciudad Púrpura’, que tiene como fin hacerle frente a todo tipo de violencia, especialmente contra las mujeres. En la misma intervención, y gracias a la documentación, las autoridades también dieron a conocer el cartel de los más buscados por delitos sexuales, conformado por 19 personas, entre ellas una mujer.
Por su parte, entre las estrategias que ha adelantado el Distrito, ante la oleada de denuncias de abuso sexual, especialmente en centros educativos, a mitad de año anunció la campaña “Pilas Ahí”, que tiene como fin concientizar y sensibilizar a niñas, niños y adolescentes, entre 9 y 17 años, sobre las conductas que –aunque en algunos casos han sido normalizadas– constituyen violencia sexual. La idea es que estas situaciones puedan ser identificadas y denunciadas por los canales del Distrito.
“Esta es una campaña de todos. El compromiso de cuidar a los niños es del colegio, de los niños, de los maestros, de la Alcaldía Mayor, de muchas organizaciones de la sociedad civil y de los organismos de control. Aquí estamos reflejando que el colegio es un entorno de confianza, y que los casos de violencia ocurren en el hogar, pero lo cuentan en los colegios. Por eso, casi un tercio de las denuncias de las que nos enteramos entran por acá, por los colegios”, puntualizó la mandataria.
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Pero, desde diferentes sectores queda la duda si este tipo de campañas e intervenciones son suficientes para combatir el delito. De acuerdo con la organización sin ánimo de lucro Aldeas Infantiles, en el país, cada hora, tres niños y niñas son víctimas de abuso sexual, además solo el 30 % de estos casos se denuncian penalmente, de los cuales únicamente el 3 % terminan en condena.
Según cifras de este año de la Fiscalía General de la Nación, en cuanto a procesos abiertos por delitos sexuales contra menores de catorce años (el filtro en la base de datos del Sistema Penal Oral Acusatorio solo permite hacer el corte en esa edad), se identificó que el acceso carnal abusivo en contra de jóvenes entre esa edad, es el delito por el que más casos se inician. Los datos permiten identificar que a la fecha están en curso 184 procesos, de los cuales únicamente el 4,3 % de los procesos (5) iniciados en 2022 terminaron en una pena de prisión contra los responsables.
Así las cosas, las frecuentes noticias sobre abuso sexual a menores de edad y con ello la reincidencia e impunidad en los casos, no solo sería producto de fracturas estructurales en la sociedad, sino, también, de la falta de asistencia institucional y la lentitud en la administración de justicia, para asumir las investigaciones y tratarlas. Como lo demuestran las cifras, las estrategas que se han adelantado parecen ser solo paños de agua tibia para un delito que está latente y parece ir creciendo.
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