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El pasado jueves por la noche se registró que el cohete Falcon 9, de la empresa SpaceX, había despegado desde la base de California. El objetivo era transportar 20 satélites de Starlink, también de la misma compañía. Sin embargo, a los pocos minutos de vuelo se reportaron una serie de fallas.
De acuerdo con la empresa, la principal razón de esta serie de fallas es la fuga de oxígeno líquido. Además, señaló que “los controladores de vuelo lograron hacer contacto con la mitad de los satélites e intentaron impulsarlos a una órbita más alta utilizando propulsores iónicos a bordo”.
A pesar de la maniobra de emergencia que tuvo que llevar a cabo la compañía, al parecer, no será suficiente para elevar con éxito los satélites, según informó la empresa. Ahora, se tiene previsto que los satélites vuelvan a entrar en la atmósfera y se quemen. Hasta el momento, no hay con exactitud una fecha en la que regresen los satélites a la atmósfera.
En la actualidad, más de 6.000 satélites de Starlinks se encuentran en órbita para brindar el servicio de Internet a clientes en algunos de los rincones más remotos del mundo. Tras el suceso, la Administración Federal de Aviación le dijo a la empresa que tendría que solucionar las fallas antes de que los cohetes Falcon tengan una nueva misión.
La empresa tiene previsto una serie de vuelos en los próximos días. Por ejemplo, para el próximo 31 de julio está programado el viaje de un multimillonario y se espera que esta sea la primera caminata espacial privada. Luego, a mediados de agosto, se llevará a cabo un vuelo de astronautas a la Estación Espacial Internacional para la NASA. Por el momento, no se sabe si estos planes continuarán o se deberán postergar.
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