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Para Miguel Brieño-Enríquez, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos), “las ratas topo desnudas son los mamíferos más extraños”. Algunas de las razones que llevan a Brieño-Enríquez a asegurar esto es que “son los roedores más longevos, casi nunca padecen cáncer, no sienten dolor como otros mamíferos, viven en colonias subterráneas y solo la reina puede tener crías”. (Puede leer: Rusia anuncia que astronautas varados en la ISS regresarían a Tierra en septiembre)
Como si estas características particulares fueran poco, a este investigador hay otro elemento de estos extraños mamíferos que le llama poderosamente la atención: “Para mí, lo más asombroso es que nunca dejan de tener crías: no sufren un descenso de la fertilidad a medida que envejecen. Queremos entender cómo lo hacen”.
Para responder a esta pregunta, el investigador se reunió con otros 14 colegas de distintas universidades de Estados Unidos y Canadá. Los resultados del estudio, que adelantaron por más de tres años, acaban de ser publicados en la revista Nature. (Le puede interesar: Encuesta en EE.UU sugiere riesgos de intentar bajar la fiebre en menores de edad)
Para entender por qué esta fertilidad tan prolongada en las reinas de la rata topo desnuda es tan particular, los investigadores recuerdan que en la mayoría de mamíferos, incluidos los humanos, las hembras nacen con un número finito de óvulos. Los óvulos se producen en el útero mediante un proceso llamado oogénesis, pero, como son limitados, estos se agotan con el pasar del tiempo, sea porque se liberan durante la ovulación o porque mueren. Por esta razón, la fertilidad de las hembras disminuye con la edad.
Pero esta situación es ajena a las reinas de la rata topo desnuda. Ellas suelen reproducirse hasta una edad avanzada, “lo que sugiere que estos roedores disponen de procesos especiales para preservar su reserva ovárica y evitar el declive de la fertilidad”, apuntan los científicos. (También puede leer: No, con el “Reloj del fin del mundo” no llega el apocalipsis)
Esto, según explicó Brieño-Enríquez, puede deberse a tres razones: “Nacen con muchos óvulos, no mueren tantos o siguen creando más óvulos después de nacer. Mi hipótesis favorita es que utilizan un cóctel de las tres”.
Para probar cuál de las tres hipótesis era la correcta, los investigadores retiraron de las colonias a algunas hembras de tres años “para provocar su activación reproductiva” y las compararon con las nuevas reinas que iban apareciendo. (Puede interesarle: Mechones de presidentes de EE.UU. rumbo al espacio)
Gracias a esto, pudieron comprobar que cada una de las hipótesis planteadas ayudaban a entender mejor esta particular cualidad. Por ejemplo, constataron que las hembras de rata topo desnuda tienen un número excepcionalmente grande de óvulos en comparación con las hembras de ratones. A los ocho días de vida, apunta la investigación, una hembra de rata topo desnuda, puede tener 95 veces más óvulos que una hembra de ratón.
El otro hallazgo particular fue que las tasas de mortalidad de estas células eran más bajas que en los ratones, con lo que constataron la segunda hipótesis. Sin embargo, el hecho de haber comprobado la tercera hipótesis, fue lo que más asombró a los científicos. (Le puede interesar: Este es uno de los asteroides más alargados que ha capturado la Nasa)
La oogénesis, explican en el documento, tiene lugar luego de que la rata nazca, lo que en otras palabras significa, que la generación de óvulos puede darse a lo largo de toda su vida. Por esta razón, Ned Place, uno de los autores principales y profesor de la Facultad de Veterinaria en la Universidad de Cornell (Estados Unidos), calificó el hallazgo como extraordinario.
Para él, esto “desafía el dogma que se estableció hace casi 70 años, según el cual las hembras de mamífero están dotadas de un número finito de óvulos antes o poco después del nacimiento, sin que a partir de entonces se produzca ninguna adición a la reserva ovárica”. (Lea: Este artefacto de madera podría ser el primer juguete sexual del Imperio Romano)
Esta investigación, concluyen los investigadores, servirá para “utilizar lo que estamos aprendiendo de la rata topo desnuda para proteger la función ovárica más adelante en la vida y prolongar la fertilidad”, en el caso de las mujeres.