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Un grupo de arqueólogos reportó el hallazgo de una figura de arcilla de más de 3.000 años de antigüedad en el fondo de un lago volcánico en el centro de Italia.
De acuerdo con los investigadores, se trataría de una estatuilla utilizada con fines religiosos, en particular para dirigirle plegarias. Los detalles de figura son toscos y no están acabados, pero se destaca que aún conserva las huellas de las manos de la persona que la fabricó. Además de esto, tiene un patrón de una tela que sugiere estaba vestida con algún tipo de prenda.
“Durante los trabajos en el lago de Bolsena se ha recuperado una figura femenina. Se trata de un objeto excepcional en el contexto arqueológico que nos da pistas sobre aspectos de la vida cotidiana desde la primera Edad de Hierro (finales del siglo 10) todavía poco conocida en el sur de Etruria”, explicaron los investigadores, a través de un comunicado.
El hallazgo ocurrió en una zona de lago de Bolsena, ubicado a unos 80 kilómetros al noroeste de Roma, en la que se encuentra una zona arqueológica conocida como el Gran Carro, en la que se cree se encuentran los retos de un asentamiento de la Edad de Hierro, construido entre los siglos diez y nueve a. C, y el cual posteriormente se hundió bajo las aguas.
Sobre la estatuilla, los investigadores explicaron que está mide alrededor de 15 centímetros de largo y que estaría vinculada con un ritual doméstico. Otras investigaciones, de acuerdo con el comunicado de los investigadores, han encontrado rituales similares en la región, pero que datan de periodos más recientes, lo que demostraría que estas prácticas son bastante antiguas.
Una aldea sumergida
De acuerdo con geólogos, el lago de Bolsena tendría entre 600.000 y 200.000 de antigüedad, luego de formarse durante erupciones del volcán Vulsini. De hecho, registros históricos reportan que este volcán estuvo activo en el 104 a.C., por lo que investigadores tienen la hipótesis de que el asentamiento quedó sumergido luego de que su costa oriental se hundiera en medio de un sismo.
La aldea, según el grupo de arqueólogos, fue construida por un pueblo de la cultura villanoviana (una civilización de la Edad del Hierro de Italia), la cual precedió a los etruscos, lo cuales, por su parte, antecedieron a los fundadores de Roma. En este sitio se han encontrado miles de artefactos desde la década de 1960, como objetos domésticos, joyas, trazos de cerámica, entre otros.
Uno de los elementos que sigue siendo un misterio para la comunidad científica es una gran pila de piedras sumergidas que serían una estructura construida junto con unos termales, cuyo uso es desconocido. De acuerdo con investigaciones recientes, estos manantiales geotérmicos serían sitios sagrados para los etruscos y, posteriormente, para los romanos.
En este punto de Italia se está desarrollando, en el marco del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia, un sendero submarino para los turistas observen las particularidades de la aldea, que también habría sido utilizado por los romanos, como lo indica los hallazgos de monedas acuñadas durante el reinado del emperador romano Constantino el Grande que vivió entre 272 y 337.
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