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Cada año se conocen más investigaciones científicas sobre algunas enfermedades, formas de detectarlas y tratarlas. El cáncer es una de las que suele centrar la atención, pues es una de las enfermedades más reconocidas en el mundo. (Le puede interesar: No coma cuento: ni hoy tiembla más ni los sismos se pueden predecir)
Tanto en la ciencia como fuera de ella, tener nuevas herramientas para tratarla o detectarla de manera temprana despierta esperanzas hacia el futuro. Sin embargo, la evidencia que surge en torno a estas investigaciones debe ser tomada en sus justas proporciones. En este caso, se trata de los primeros pasos de algo que podría tener un gran potencial, pero que aún tiene muchas limitaciones.
Un grupo de investigadores publicaron recientemente en la revista Science los resultados de un estudio en el que probaron la capacidad de una bacteria para encontrar un tumor en el intestino de un ratón.
Para esto modificaron la estructura de una bacteria (Acinetobacter baylyi), que puede encontrarse en el intestino de estos animales, para que reaccionara y reconociera las células que podrían hacer parte de un tumor. (Le recomendamos: Los movimientos antivacunas ahora también están afectando la salud de los perros)
Las bacterias, al entrar en contacto con las células, identificaban si estas tenían una mutación asociada al cáncer. De ser así, estaban diseñadas para que, cuando absorbieran el ADN de esas células, se volvieran resistentes a un fármaco.
Luego, en las heces de los ratones, se tomaban muestras para analizar las bacterias y si habían adquirido la resistencia al medicamento para el que habían sido diseñadas.
Con estos ensayos, los investigadores pudieron determinar que la bacteria tiene la capacidad de identificar las células con mutaciones. Sin embargo, consideran que aún hay varias limitaciones. (También puede leer: ¿Ya sabía? Desde Colombia se podrá ver el próximo eclipse solar)
En primer lugar, las bacterias solo pueden ser diseñadas para detectar mutaciones conocidas y cuya estructura genética se conozca totalmente. Si no se conoce o la mutación presente en el intestino del ratón corresponde a una variante para la que no fue diseñada la bacteria, no habrá ningún cambio en la bacteria.
Además, todavía queda un largo camino para testear la efectividad y la seguridad de este tipo de procedimientos en las personas.
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