Así fue como investigadores lograron recubrir el dedo de un robot con piel humana
Un equipo de investigadores de Japón desarrolló piel a partir de células humanas, para recubrir el dedo de un robot. A pesar de que el tejido es mucho más débil que la piel natural, tiene la capacidad de autocurarse ante una herida como una cortada, por ejemplo. Los investigadores esperan avanzar con tecnología para hacer robots mucho más parecidos a los seres humanos.
Investigadores de la Universidad de Tokio lograron recubrir un dedo robótico con piel humana, en un esfuerzo por asemejar más a los robots con los humanos. “Al replicar las apariencias y funciones (por ejemplo, la autocuración) de los seres humanos, los humanoides tienen el potencial de establecer interacciones entre humanos y robots más armónicas y naturales”, explican los investigadores en el estudio, que fue publicado en la revista Matter el pasado 9 de junio.
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Investigadores de la Universidad de Tokio lograron recubrir un dedo robótico con piel humana, en un esfuerzo por asemejar más a los robots con los humanos. “Al replicar las apariencias y funciones (por ejemplo, la autocuración) de los seres humanos, los humanoides tienen el potencial de establecer interacciones entre humanos y robots más armónicas y naturales”, explican los investigadores en el estudio, que fue publicado en la revista Matter el pasado 9 de junio.
“Nos sorprende lo bien que se adapta el tejido de la piel a la superficie del robot”, dijo a The Guardian Shoji Takeuchi, profesor de la Universidad de Tokio, que dirigió el trabajo. “Pero este trabajo es solo el primer paso hacia la creación de robots cubiertos con piel viva”. La cobertura de piel es un tejido in vitro fabricados a partir de células vivas e hidrogeles de la matriz celular, como el colágeno. Estos componentes no solo dan como resultado una apariencia similar a la humana, sino que también permiten que este tejido tenga funciones de autorreparación. (También puede leer: De Berlín a Brasil: la travesía para recuperar un ave extinta)
A pesar de esto, la piel es mucho más débil que la natural y debe mantenerse húmeda, para que las células no se sequen y mueren. “Para mantenerlo durante un largo período de tiempo, necesita un sistema que tenga una estructura similar a un vaso en su interior que le proporcione un suministro constante de nutrientes”, explicó a la revista Smithsonian el investigador Takeuchi. Para resolver el problema, el equipo está reflexionando sobre cómo imitar los vasos sanguíneos y el equivalente de las glándulas sudoríparas para ayudar a llevar agua a la piel. (Le puede interesar: Revelan el mapa más completo de la Vía Láctea, ¿qué nos muestra?)
Para desarrollar la piel, el equipo de investigadores sumergió el dedo robótico en una solución de colágeno y fibroblastos dérmicos humanos, es decir, células vivas. Esta mezcla recubrió la superficie del dedo como una especie de pintura, que proporcionó una capa uniforme para adherir la siguiente capa de células, de queratinocitos epidérmicos. Para la función de curación tras una cortada, por ejemplo, la piel elaborada puede curarse con la ayuda de un vendaje de colágeno. Los investigadores que trabajaron el el tejido dicen que se siente como piel normal al tacto, y que algunas arrugas que se le formaron a partir del proceso de desarrollo contribuyen a su apariencia humana.
“En conjunto, esta investigación es un paso importante hacia los robots biohíbridos que tienen una combinación de materiales vivos y materiales artificiales. Los robots biohíbridos exhibirían capacidades sensoriales superiores, conversión de energía altamente eficiente, autoorganización y funciones de autorreparación como los organismos vivos, que hasta ahora han sido difíciles de lograr solo con materiales artificiales”, puntualizó el estudio.
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