Así influyen entrenamientos y partidos en las lesiones del fútbol profesional
Un nuevo estudio, publicado en International Journal of Sports Medicine, analiza las condiciones en las que se producen estos daños en los jugadores de primera división. La clave está en si la carga física antes de un partido es más alta de lo habitual para el deportista en concreto y cómo esta se percibe.
En el fútbol profesional, las lesiones suponen unos de los mayores problemas que encuentran los clubes para enfrentarse a las exigencias de la alta competición. Según las estimaciones, un equipo de 25 jugadores tendrá de media unas 50 lesiones al año. Es más, el progresivo aumento del número de partidos por temporada ha contribuido a que su incidencia crezca.
Un estudio publicado recientemente en el International Journal of Sports Medicine muestra cómo afecta la carga de los entrenamientos y partidos en los problemas musculares de los deportistas profesionales de fútbol. En concreto, analizaron a 40 jugadores de primera división de España (LaLiga Santander) para entender qué factores pueden asociarse a un daño de este tipo.
“Las lesiones tienen un claro impacto deportivo, pero también generan un efecto económico. Se estima que por cada jugador lesionado durante un mes un club de fútbol profesional podría tener una pérdida de unos 500.000 euros”, explica a SINC Juan Del Coso, autor principal del trabajo e investigador en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC).
Del Coso añade que “por este motivo, los equipos profesionales destinan una gran cantidad de recursos humanos y materiales a la prevención de lesiones, con cuerpos técnicos dedicados exclusivamente a prevenir o recuperar a los jugadores lesionados”, añade Del Coso.
Sin embargo, estas complicaciones se siguen produciendo en el fútbol profesional porque las demandas competitivas son muy elevadas y las causas de una lesión son multifactoriales.
Factores desencadenantes de las lesiones
Los científicos han medido la carga física y la sensación de fatiga en la semana antes de que se produzca la lesión muscular y lo han comparado con otros periodos. Igualmente, han evaluado cuánto corre el jugador en los 5 y 15 mininos previos al daño y lo han comparado a lo que corre habitualmente en esas franjas de tiempo en otros partidos.
Los resultados demuestran que, siete días antes de una lesión, la carga física es más elevada y los deportistas sienten un mayor cansancio acumulado. “En el partido en el que se lesionan, coincide con que 5 minutos antes han tenido un periodo de mucha exigencia física, especialmente en distancia recorrida por encima de 21 km/h”, apunta el investigador.
Esto indica que la unión de fatiga física durante la semana antes del partido y un periodo de mucha intensidad durante este pueden ser factores desencadenantes de la lesión muscular.
Esta información puede tener mucho impacto en el fútbol profesional, ya que los equipos ya miden la carga física durante entrenamientos y partidos a través de varias herramientas. Además, suelen hacer un seguimiento a diario del cansancio. Por ello, cuando haya un jugador con una fatiga excesiva en los días antes de un partido, los equipos técnicos deberían plantear a los entrenadores el mayor riesgo de lesión que existe.
“Y, si es posible, este no debería participar en el encuentro, al menos si se quiere evitar el daño. En muchas ocasiones, es mejor que no juegue cuando está fatigado que perderlo durante un mes. En plena competición, es imposible impedir que se haga un periodo de 5 minutos de mucha actividad”.
Lesiones menos graves, pero más incidencia
De entre todos los tipos de lesiones, las musculares son las que más preocupan a los equipos de fútbol profesional porque son las más recurrentes: suponen entre el 30 y el 50 % de las que se producen en un equipo. (Lea otras noticias de ciencia como: Astronautas rusos y estadounidenses aterrizan juntos, a pesar de la guerra en Ucrania)
“Aunque los problemas musculares son menos graves que los de ligamentos, su efecto en los equipos es mayor porque su incidencia es mucho más alta y afectan habitualmente a los deportistas que compiten habitualmente”, continúa el experto.
Esto implica que los jugadores de fútbol con más calidad en cada equipo, que son los que más partidos disputan, podrían ser los más expuestos a estas lesiones, especialmente en los momentos de la temporada en los que el calendario está congestionado, como cuando las competiciones nacionales e internacionales coinciden en la misma semana.
El papel de la carga física en las lesiones
Esta investigación ayuda a aclarar un debate existente en el fútbol profesional asociado a si la carga física es un desencadenante de una lesión muscular. “Hay autores que argumentan que los jugadores de fútbol pueden resistir grandes trabajos sin lesionarse, y es correcto hasta un cierto punto”, afirma Dl Coso.
Así, si en los 7 días anteriores a un partido importante el jugador ha estado sometido a una carga más elevada de lo habitual, y manifiesta una mayor fatiga, estos son signos claros de que se puede lesionar en el partido, sobre todo si durante la contienda se enfrenta a 5 minutos de muy alta intensidad. (Le puede interesar: Así encontraron en Colombia una mariposa perdida por más de un siglo)
De manera indirecta, esta investigación también respalda el hecho de que haya rotaciones en los equipos y un mayor número de cambios, especialmente ahora que se permiten hasta cinco por partido.
“La clave no es si la carga física que afronta el deportista es alta o baja, si no si es más alta de lo habitual antes de un partido para la persona en concreto, y cómo esta se percibe”, concluye el experto de la URJC.
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En el fútbol profesional, las lesiones suponen unos de los mayores problemas que encuentran los clubes para enfrentarse a las exigencias de la alta competición. Según las estimaciones, un equipo de 25 jugadores tendrá de media unas 50 lesiones al año. Es más, el progresivo aumento del número de partidos por temporada ha contribuido a que su incidencia crezca.
Un estudio publicado recientemente en el International Journal of Sports Medicine muestra cómo afecta la carga de los entrenamientos y partidos en los problemas musculares de los deportistas profesionales de fútbol. En concreto, analizaron a 40 jugadores de primera división de España (LaLiga Santander) para entender qué factores pueden asociarse a un daño de este tipo.
“Las lesiones tienen un claro impacto deportivo, pero también generan un efecto económico. Se estima que por cada jugador lesionado durante un mes un club de fútbol profesional podría tener una pérdida de unos 500.000 euros”, explica a SINC Juan Del Coso, autor principal del trabajo e investigador en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC).
Del Coso añade que “por este motivo, los equipos profesionales destinan una gran cantidad de recursos humanos y materiales a la prevención de lesiones, con cuerpos técnicos dedicados exclusivamente a prevenir o recuperar a los jugadores lesionados”, añade Del Coso.
Sin embargo, estas complicaciones se siguen produciendo en el fútbol profesional porque las demandas competitivas son muy elevadas y las causas de una lesión son multifactoriales.
Factores desencadenantes de las lesiones
Los científicos han medido la carga física y la sensación de fatiga en la semana antes de que se produzca la lesión muscular y lo han comparado con otros periodos. Igualmente, han evaluado cuánto corre el jugador en los 5 y 15 mininos previos al daño y lo han comparado a lo que corre habitualmente en esas franjas de tiempo en otros partidos.
Los resultados demuestran que, siete días antes de una lesión, la carga física es más elevada y los deportistas sienten un mayor cansancio acumulado. “En el partido en el que se lesionan, coincide con que 5 minutos antes han tenido un periodo de mucha exigencia física, especialmente en distancia recorrida por encima de 21 km/h”, apunta el investigador.
Esto indica que la unión de fatiga física durante la semana antes del partido y un periodo de mucha intensidad durante este pueden ser factores desencadenantes de la lesión muscular.
Esta información puede tener mucho impacto en el fútbol profesional, ya que los equipos ya miden la carga física durante entrenamientos y partidos a través de varias herramientas. Además, suelen hacer un seguimiento a diario del cansancio. Por ello, cuando haya un jugador con una fatiga excesiva en los días antes de un partido, los equipos técnicos deberían plantear a los entrenadores el mayor riesgo de lesión que existe.
“Y, si es posible, este no debería participar en el encuentro, al menos si se quiere evitar el daño. En muchas ocasiones, es mejor que no juegue cuando está fatigado que perderlo durante un mes. En plena competición, es imposible impedir que se haga un periodo de 5 minutos de mucha actividad”.
Lesiones menos graves, pero más incidencia
De entre todos los tipos de lesiones, las musculares son las que más preocupan a los equipos de fútbol profesional porque son las más recurrentes: suponen entre el 30 y el 50 % de las que se producen en un equipo. (Lea otras noticias de ciencia como: Astronautas rusos y estadounidenses aterrizan juntos, a pesar de la guerra en Ucrania)
“Aunque los problemas musculares son menos graves que los de ligamentos, su efecto en los equipos es mayor porque su incidencia es mucho más alta y afectan habitualmente a los deportistas que compiten habitualmente”, continúa el experto.
Esto implica que los jugadores de fútbol con más calidad en cada equipo, que son los que más partidos disputan, podrían ser los más expuestos a estas lesiones, especialmente en los momentos de la temporada en los que el calendario está congestionado, como cuando las competiciones nacionales e internacionales coinciden en la misma semana.
El papel de la carga física en las lesiones
Esta investigación ayuda a aclarar un debate existente en el fútbol profesional asociado a si la carga física es un desencadenante de una lesión muscular. “Hay autores que argumentan que los jugadores de fútbol pueden resistir grandes trabajos sin lesionarse, y es correcto hasta un cierto punto”, afirma Dl Coso.
Así, si en los 7 días anteriores a un partido importante el jugador ha estado sometido a una carga más elevada de lo habitual, y manifiesta una mayor fatiga, estos son signos claros de que se puede lesionar en el partido, sobre todo si durante la contienda se enfrenta a 5 minutos de muy alta intensidad. (Le puede interesar: Así encontraron en Colombia una mariposa perdida por más de un siglo)
De manera indirecta, esta investigación también respalda el hecho de que haya rotaciones en los equipos y un mayor número de cambios, especialmente ahora que se permiten hasta cinco por partido.
“La clave no es si la carga física que afronta el deportista es alta o baja, si no si es más alta de lo habitual antes de un partido para la persona en concreto, y cómo esta se percibe”, concluye el experto de la URJC.
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