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Así influyen las infecciones virales en el envejecimiento de nuestras células

Hay varios factores que afectan la estabilidad de las células, pero hay uno sobre el que poco se habla: las infecciones virales.

John M. González*
24 de junio de 2023 - 06:30 p. m.
Desde el momento en que una célula nace, lleva consigo un tiempo de vida asociado a un mecanismo, que determina su longevidad
Desde el momento en que una célula nace, lleva consigo un tiempo de vida asociado a un mecanismo, que determina su longevidad
Foto: Pixabay
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Mientras están de vacaciones en una paradisíaca playa, una familia experimenta un envejecimiento acelerado en cuestión de horas: los más pequeños se convierten rápidamente en adolescentes y los adultos comienzan a manifestar enfermedades tanto orgánicas como mentales. Esta es la historia de la película de suspenso “Viejos”, dirigida por M. Night Shyamalan. (Lea Ministerio de Ciencias lanza convocatoria para investigadores por $2,9 billones)

El envejecimiento, la pérdida de células y su funcionalidad son fenómenos biológicos presentes en todos los organismos, lo cual contrasta con el uso de filtros en las redes sociales, donde se busca detener el proceso de envejecimiento.

Desde el momento en que una célula nace, lleva consigo un tiempo de vida asociado a un mecanismo conocido como “muerte celular programada”, que determina su longevidad. Para esto, contamos con un reloj biológico llamado telómeros, que es secuencias de ácidos nucleicos que se desgastan con el tiempo y marcan las horas de vida de las células.

La muerte celular programada no implica únicamente una pérdida, sino que en muchas ocasiones actúa como un mecanismo de ganancia estructural o funcional en los humanos. Por ejemplo, en cierta etapa del desarrollo embrionario somos palmípedos, al igual que los patos, donde los dedos están unidos por una membrana cuyas células mueren para dar origen a las estructuras separadas como las conocemos.

En el caso de los linfocitos, células de defensa, después de ser producidos en la médula ósea, deben recibir educación en un órgano poco conocido llamado timo, donde aprenden a atacar agentes extraños y no a los componentes del propio cuerpo. En este proceso, más del 90% de estas células continua con su programa de muerte, ya que no son competentes para cumplir esta función y podrían causar daño en nuestros propios tejidos.

¿Cuáles son los factores que afectan la estabilidad y viabilidad de las células y los tejidos? Es claro que los dos más importantes son la genética y los factores ambientales. La influencia de la genética es fácilmente observable en la longevidad o la presencia de enfermedades en miembros de una familia.

En cuanto a los factores ambientales, nos enfrentamos a diversas agresiones externas, como la mala alimentación, la contaminación y las infecciones microbianas. Basta imaginar el impacto de las enfermedades virales recurrentes, incluso si son leves o asintomáticas, como sucede con las recientes infecciones respiratorias.

En una de las conferencias más emocionantes a las que he asistido, un prestigioso virólogo estadounidense presentó, utilizando datos estadísticos, el efecto de los herpesvirus en la morbilidad y mortalidad de los humanos, es decir, en la calidad de vida. Estos organismos son virus bastante comunes y causan diversas enfermedades, desde la enfermedad del beso (mononucleosis infecciosa) hasta tumores, pero la mayoría de nosotros estamos infectados con estos virus y no presentamos síntomas ni manifestaciones de enfermedad. La prevalencia en la población está asociada a un efecto global en la salud mundial.

Parte del proceso de envejecimiento está relacionado con la producción de moléculas tóxicas para las células, las cuales son generadas por el propio cuerpo, como los productos oxidantes e inflamatorios. Estas moléculas, cuya producción es más continua durante el envejecimiento y se ve agravada por factores ambientales, dan lugar a un fenómeno conocido como inflamación de bajo grado, que afecta la funcionalidad de tejidos y órganos.

Este fenómeno puede ser exacerbado por infecciones virales agudas, crónicas y por estados postvirales, como en el caso del covid prolongado, en el que persisten síntomas durante meses o años, afectando la calidad de vida de las personas.

Por eso, no es tan fácil pasar por alto el efecto de las infecciones virales repetitivas y solamente exponernos porque tendremos una “simple gripa”, ya que estas infecciones tienen efectos directos en la biología de las células y los órganos.

Parece que lo aprendido durante la pandemia por covid-19 no ha tenido un impacto duradero, y el cuidado personal y comunitario ya no parece importar.

*MD, PhD - Profesor Titular - Universidad de los Andes

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Por John M. González*

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Melmalo(21794)26 de junio de 2023 - 07:52 p. m.
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