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Usted se está moviendo. Si usted vive en Colombia el suelo bajo sus pies se mueve por lo menos 450 metros cada segundo por efecto de la rotación de la Tierra. La Tierra se mueve 30 kilómetros cada segundo en su órbita alrededor del Sol. Y el Sol se mueve 220 kilómetros cada segundo alrededor del centro de la Vía Láctea, un lugar del que, durante la mayor parte de la historia humana, no sabíamos absolutamente nada. (Lea Científicos descubren más de 130.000 nuevos virus)
El centro de nuestra galaxia es un lugar del cual la luz que percibimos con nuestros ojos no puede escapar. Gran cantidad de la materia concentrada en ese lugar está en densas nubes de polvo que absorben la luz emitida por las estrellas. Pero cuando los humanos inventaron telescopios que pueden captar las ondas de radio encontraron que el corazón de la Vía Láctea es uno de los lugares más brillantes de todo el firmamento. (Lea Fósiles de insectos de hace 100 millones de años descubiertos en La Calera)
En la década de 1950, un grupo de astrónomos en Australia usó una antena de 24 metros de diámetro para identificar por primera vez la potente fuente de ondas de radio que hoy reconocemos como el centro de la Vía Láctea. El lugar que, por su posición en la constelación de Sagitario, se llamó Sgr A. Desde entonces ese lugar ha sido una obsesión para los astrónomos alrededor del mundo. Algunos, como los investigadores en los grupos dirigidos por los ganadores del Premio Nobel de Física Andres Ghez y Reinhardt Genzel, se dedicaron a seguir en luz infrarroja las estrellas que orbitan en su interior y encontraron las evidencias que permitieron concluir que ese es el hogar de un agujero negro supermasivo, un lugar en donde se encuentra concentrada la masa de más de cuatro millones de soles.
Otros astrónomos se dedicaron a seguir la pista del corazón de la galaxia usando ondas de radio. Para lograrlo construyeron telescopios cada vez más grandes, hasta que los platos tomaron dimensiones inmanejables y recurrieron a conjuntos de antenas que pueden cubrir muchos kilómetros y componer los telescopios más grandes del planeta utilizando una técnica conocida como interferometría. Uno de los más avanzados de estos interferómetros se encuentra en Sudáfrica, se llama MeerKAT, y este miércoles dio a conocer la imagen más detallada del centro de nuestra galaxia en ondas de radio.
MeerKAT es un radiotelescopio formado por 64 antenas de 13,5 metros de diámetro, ubicadas en la provincia de Cabo Norte, la más despoblada de Sudáfrica. Junto a Askap, su contraparte en Australia, forma el programa piloto de lo que será el Square Kilometre Array (SKA), el telescopio en onda de radio más potente en la historia de la humanidad. La imagen del centro galáctico es el resultado de más de una década de desarrollo del telescopio, 200 horas de observaciones y tres años de análisis. El resultado cubre un área comparable a 30 veces la superficie de la luna llena en el firmamento.
La imagen muestra una serie de nubes y burbujas atravesadas por intensos rayones, como un cuadro de Miro o de Cy Twombly o uno de los papeles en los que dibujan los niños pequeños. Los astrónomos estaban buscando entender uno de los ambientes más extremos en nuestro rincón del universo. Allí el gas, la materia prima para formar estrellas, está sometido a más altas temperaturas, impulsado a velocidades más extremas y permeado por campos magnéticos más fuertes que en el resto de la galaxia. De alguna forma estas condiciones impiden el nacimiento de nuevas estrellas a pesar de la enorme cantidad de gas, como si en un pueblo rodeado de platanales no se pudiera encontrar un patacón.
El mapa revelado por MeetKAT representa la luz en frecuencias alrededor de 1,28 gigahercios, unas 10 veces más que la frecuencia más alta de la radio en FM. Este tipo de luz revela lo que parecen enormes crisantemos en la imagen y que en realidad se trata de gigantescas explosiones producidas por estrellas que se formaron hace millones de años. La energía y el movimiento liberados por estas explosiones son uno de los factores que detienen la formación de estrellas, deshaciendo cualquier acumulación de gas como un huracán que deshoja una flor. Pero no es el único factor que afecta el centro de nuestra galaxia.
Otro de los rasgos en la imagen son los rayones rectos y alargados, unos carriles de materia de hasta 100 años luz de longitud fuertemente magnetizados. Aunque el origen de estas estructuras aún es motivo de controversia entre los astrónomos, parecen estar relacionados con una erupción de energía y materia producida por el agujero negro en el centro de la galaxia, que ahora parece durmiente, pero en el pasado pudo expulsar el gas violentamente como lo hacen otros agujeros negros en el centro de otras galaxias. Como al encontrar los fósiles de una enorme criatura desconocida, ahora corresponde a los científicos reconstruir la historia que lo trajo hasta nosotros y las complejas relaciones que llevaron a su existencia.
Hace poco más de medio siglo el centro de nuestra galaxia era un lugar en las tinieblas. Hoy se nos revela con una enorme riqueza forjada por fuerzas descomunales que desafían la imaginación de los homínidos que aspiran a entender el universo que los rodea. No encierra una respuesta fácil, pero a lo mejor eso no es lo que estamos buscando. Usted se está moviendo. La humanidad se está moviendo. Y ahora que usted ha visto uno de los lugares alrededor del cual nos estamos moviendo, nunca regresará jamás al mismo sitio.
*Astrofísico colombiano