Así sería el rostro del humano más antiguo encontrado en Egipto
La aproximación facial se hizo gracias a los restos encontrados en Egipto en 1980 y que corresponderían a un hombre que vivió hace 30.000 años.
En 1980, en el sitio arqueológico de Nazlet Khater 2, que se encuentra en el valle del río Nilo, en Egipto, se encontró un esqueleto casi completo, al que solo le faltaban algunos fragmentos de los pies y las manos. Por trabajos posteriores, se pudo confirmar que el esqueleto correspondía al de un hombre que había vivido hace alrededor de 30.000 años en el territorio que actualmente conocemos como Egipto. (Puede leer: Hunga Tonga: la isla que estaba siendo estudiada y despareció)
Ahora, un equipo de científicos brasileños ha reconstruido el rostro del hombre de entre 17 y 20 años, que media de 1.61 a 1.65 metros de altura y de ascendencia africana, cuyos restos representan los más antiguos que se hayan encontrado en Egipto para un humano.
Moacir Elias Santos, arqueólogo del Museo de Arqueología Ciro Flamarion Cardoso de Brasil y autor principal del trabajo, le explicó al medio Live Science que “el esqueleto conserva la mayor parte de los huesos, aunque se han producido algunas pérdidas, como la ausencia de costillas, manos, la parte media-inferior de la tibia derecha y la parte inferior de la tibia izquierda, así como los pies,”. Sin embargo, agregó, “la estructura principal para la aproximación facial, el cráneo, estaba bien conservada”. (Le puede interesar: Una pitón establece un nuevo récord mundial al poner 96 huevos en una sola puesta)
Gracias a que el cráneo estaba en óptimas condiciones, Santos y el diseñador brasileño Cícero Moraes, experto en reconstrucciones faciales forenses, utilizaron la técnica de Aproximación Facial Forense (AFF), para ofrecer una aproximación de cómo podía lucir el rostro del joven que vivió hace 30.000 años.
A Moraes, le llamó la atención el cráneo, pues como le explicó a Live Science, “en términos generales, tiene una estructura moderna, pero parte de él tiene elementos arcaicos, como la mandíbula, que es mucho más robusta que la de los hombres modernos. Cuando observé el cráneo por primera vez, me impresionó esa estructura y al mismo tiempo sentí curiosidad por saber cómo quedaría después de acercar la cara”. (También puede leer: Descubren la galaxia más lejana del universo con el telescopio James Webb)
El resultado del trabajo arrojó dos aproximaciones, explican los autores. Uno más “objetivo y científico” que dio como resultado “un busto dotado de elementos muy ligados a los aspectos estadísticos de la aproximación” (que es el que se encuentra a continuación), y otro más subjetivo y artístico, que es la representación que abre esta nota.
Con este trabajo, los investigadores esperan ayudar a los arqueólogos a comprender cómo ha evolucionado el ser humano a lo largo del tiempo.
En 1980, en el sitio arqueológico de Nazlet Khater 2, que se encuentra en el valle del río Nilo, en Egipto, se encontró un esqueleto casi completo, al que solo le faltaban algunos fragmentos de los pies y las manos. Por trabajos posteriores, se pudo confirmar que el esqueleto correspondía al de un hombre que había vivido hace alrededor de 30.000 años en el territorio que actualmente conocemos como Egipto. (Puede leer: Hunga Tonga: la isla que estaba siendo estudiada y despareció)
Ahora, un equipo de científicos brasileños ha reconstruido el rostro del hombre de entre 17 y 20 años, que media de 1.61 a 1.65 metros de altura y de ascendencia africana, cuyos restos representan los más antiguos que se hayan encontrado en Egipto para un humano.
Moacir Elias Santos, arqueólogo del Museo de Arqueología Ciro Flamarion Cardoso de Brasil y autor principal del trabajo, le explicó al medio Live Science que “el esqueleto conserva la mayor parte de los huesos, aunque se han producido algunas pérdidas, como la ausencia de costillas, manos, la parte media-inferior de la tibia derecha y la parte inferior de la tibia izquierda, así como los pies,”. Sin embargo, agregó, “la estructura principal para la aproximación facial, el cráneo, estaba bien conservada”. (Le puede interesar: Una pitón establece un nuevo récord mundial al poner 96 huevos en una sola puesta)
Gracias a que el cráneo estaba en óptimas condiciones, Santos y el diseñador brasileño Cícero Moraes, experto en reconstrucciones faciales forenses, utilizaron la técnica de Aproximación Facial Forense (AFF), para ofrecer una aproximación de cómo podía lucir el rostro del joven que vivió hace 30.000 años.
A Moraes, le llamó la atención el cráneo, pues como le explicó a Live Science, “en términos generales, tiene una estructura moderna, pero parte de él tiene elementos arcaicos, como la mandíbula, que es mucho más robusta que la de los hombres modernos. Cuando observé el cráneo por primera vez, me impresionó esa estructura y al mismo tiempo sentí curiosidad por saber cómo quedaría después de acercar la cara”. (También puede leer: Descubren la galaxia más lejana del universo con el telescopio James Webb)
El resultado del trabajo arrojó dos aproximaciones, explican los autores. Uno más “objetivo y científico” que dio como resultado “un busto dotado de elementos muy ligados a los aspectos estadísticos de la aproximación” (que es el que se encuentra a continuación), y otro más subjetivo y artístico, que es la representación que abre esta nota.
Con este trabajo, los investigadores esperan ayudar a los arqueólogos a comprender cómo ha evolucionado el ser humano a lo largo del tiempo.