Así son los días de los tripulantes de la cápsula Dragon de SpaceX
Los cuatro tripulantes de la nave ya han visto más de 25 puestas y salidas de sol. Los próximos tres días estarán orbitando la Tierra.
Desde este miércoles, 15 de septiembre, cuatro astronautas aficionados están en el espacio como parte del plan de la empresa SpaceX de impulsar el turismo espacial. Hasta el momento, los tripulantes ya han logrado ver más de 25 puestas y salidas de sol. (Lea: Esto es lo que debe saber de la misión de turismo espacial de SpaceX)
Poco a poco la empresa ha ido revelando los detalles del día a día de los tripulantes que están a bordo. Como por ejemplo que la cápsula Dragon de SpaceX, donde están a bordo, mide 8,1 metros de altura y tiene un diámetro de cuatro metros. Esta cápsula tiene un tronco, inaccesible para la tripulación, sobre el que se asientan los habitáculos. Y su volumen total es de 9,3 metros cuadrados.
Los tripulantes comentaron, en tono jocoso, que no es posible salir si se quiere tomar un poco de aire. En cuanto a la tecnología de los aseos, SpaceX sigue siendo muy hermético con el tema, pero Hayley Arceneaux, una de los cuatro integrantes de la tripulación, aseguró en un documental de Netflix que el “baño está en el techo. Es literalmente un panel que despegamos y hay como un embudo. No hay nada al revés en el espacio”.
De acuerdo con la información de SpaceX, el inodoro está situado cerca de la cúpula de observación de cristal transparente, o domo, que proporciona una vista de 360 grados del cosmos. Jared Isaacman, comandante de la misión, señaló a Business Insider que “cuando la gente tenga que usar inevitablemente el baño, va a tener una vista increíble. La privacidad está asegurada con una simple cortina”. (Puede leer: ¿Cuáles son las consecuencias ambientales del turismo espacial?)
En una videollamada entre la tripulación y los pacientes del Hospital de Investigación Infantil St. Jude, y que fue publicada por la compañía, Arceneaux, de 29 años y que sobrevivió a un cáncer cuando era niña, explicó lo que ella hace para divertirse en el espacio. “He pasado el tiempo comiendo, haciendo tareas y mirando el mundo por la ventana”.
Chris Sembroski, de 42 años y veterano de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, confesó en la llamada que ha podido realizar “muchos análisis de sangre y controles de glucosa”. En cuanto a la comida, Sian Proctor, profesor de geología de 51 años, señaló que “mi comida espacial favorita es la pizza, que comí ayer y probablemente también cenaré esta noche”.
Además, están previstos interludios musicales. Cada pasajero ha elaborado una lista de reproducción de 10 canciones y Sembroski llevó su ukelele. Estos objetos que hacen parte de la misión se subastarán posteriormente y los beneficios se destinarán a St. Jude. El objetivo de la misión es recaudar 200 millones de dólares para ese hospital, e Isaacman donará personalmente 100 millones. (Le puede interesar: Video: Así fue el despegue del primer vuelo turístico al espacio de SpaceX)
Otro de los propósitos de la misión, además de recaudar el dinero, es realizar una investigación científica, que consiste en recopilar datos sobre los efectos del entorno del espacio en personas nuevas en misiones espaciales. “Sus ritmos cardíacos serán controlados, así como su sueño, sus niveles de oxígeno en sangre y la exposición a la radiación. Sus funciones cognitivas fueron puestas a prueba antes del vuelo y serán examinadas de nuevo a su regreso”, explicó la compañía.
Desde este miércoles, 15 de septiembre, cuatro astronautas aficionados están en el espacio como parte del plan de la empresa SpaceX de impulsar el turismo espacial. Hasta el momento, los tripulantes ya han logrado ver más de 25 puestas y salidas de sol. (Lea: Esto es lo que debe saber de la misión de turismo espacial de SpaceX)
Poco a poco la empresa ha ido revelando los detalles del día a día de los tripulantes que están a bordo. Como por ejemplo que la cápsula Dragon de SpaceX, donde están a bordo, mide 8,1 metros de altura y tiene un diámetro de cuatro metros. Esta cápsula tiene un tronco, inaccesible para la tripulación, sobre el que se asientan los habitáculos. Y su volumen total es de 9,3 metros cuadrados.
Los tripulantes comentaron, en tono jocoso, que no es posible salir si se quiere tomar un poco de aire. En cuanto a la tecnología de los aseos, SpaceX sigue siendo muy hermético con el tema, pero Hayley Arceneaux, una de los cuatro integrantes de la tripulación, aseguró en un documental de Netflix que el “baño está en el techo. Es literalmente un panel que despegamos y hay como un embudo. No hay nada al revés en el espacio”.
De acuerdo con la información de SpaceX, el inodoro está situado cerca de la cúpula de observación de cristal transparente, o domo, que proporciona una vista de 360 grados del cosmos. Jared Isaacman, comandante de la misión, señaló a Business Insider que “cuando la gente tenga que usar inevitablemente el baño, va a tener una vista increíble. La privacidad está asegurada con una simple cortina”. (Puede leer: ¿Cuáles son las consecuencias ambientales del turismo espacial?)
En una videollamada entre la tripulación y los pacientes del Hospital de Investigación Infantil St. Jude, y que fue publicada por la compañía, Arceneaux, de 29 años y que sobrevivió a un cáncer cuando era niña, explicó lo que ella hace para divertirse en el espacio. “He pasado el tiempo comiendo, haciendo tareas y mirando el mundo por la ventana”.
Chris Sembroski, de 42 años y veterano de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, confesó en la llamada que ha podido realizar “muchos análisis de sangre y controles de glucosa”. En cuanto a la comida, Sian Proctor, profesor de geología de 51 años, señaló que “mi comida espacial favorita es la pizza, que comí ayer y probablemente también cenaré esta noche”.
Además, están previstos interludios musicales. Cada pasajero ha elaborado una lista de reproducción de 10 canciones y Sembroski llevó su ukelele. Estos objetos que hacen parte de la misión se subastarán posteriormente y los beneficios se destinarán a St. Jude. El objetivo de la misión es recaudar 200 millones de dólares para ese hospital, e Isaacman donará personalmente 100 millones. (Le puede interesar: Video: Así fue el despegue del primer vuelo turístico al espacio de SpaceX)
Otro de los propósitos de la misión, además de recaudar el dinero, es realizar una investigación científica, que consiste en recopilar datos sobre los efectos del entorno del espacio en personas nuevas en misiones espaciales. “Sus ritmos cardíacos serán controlados, así como su sueño, sus niveles de oxígeno en sangre y la exposición a la radiación. Sus funciones cognitivas fueron puestas a prueba antes del vuelo y serán examinadas de nuevo a su regreso”, explicó la compañía.