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Observaciones realizadas desde Chile con el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO) han captado señales reveladoras en el nacimiento de un sistema estelar. Alrededor de la joven estrella AB Aurigae hay un denso disco de polvo y gas, y un equipo de astrónomos ha detectado dentro una estructura espiral con una especie de ‘giro’ donde se puede estar formando un planeta.
El hallazgo se publica en la revista Astronomy & Astrophysics y proporciona pistas cruciales para ayudar a los científicos a entender mejor este proceso. De hecho, la característica observada podría ser la primera evidencia directa de un planeta recién nacido.
Los planetas nacen en discos polvorientos que rodean a estrellas jóvenes a medida que el polvo y el gas frío se amontonan, “pero hasta ahora poco se sabe sobre cómo se forman, aunque se hayan identificado miles de exoplanetas”, afirma Anthony Boccaletti, que ha dirigido este estudio desde el Observatorio de París en la Universidad PSL (Francia).
SPHERE sees signs of planet birth in the protoplanetary disk of AB Aurigae. The structure observed corresponds to the twist at the connection between two spirals, where the protoplanet should be, as predicted by the theory. The planet is not visible but we do see its impact. pic.twitter.com/eZeCR9cmU8
— SPHERE public outreach (@SPHERE_outreach) May 20, 2020
Las nuevas observaciones, sin embargo, presentan una impresionante espiral de polvo y gas alrededor de AB Aurigae, situada a 520 años luz de la Tierra, en la constelación de Auriga (el cochero).
Este tipo de espirales señalan la presencia de planetas recién nacidos, que 'patean' el gas, creando “perturbaciones en el disco en forma de onda, algo así como la estela de un barco en un lago”, explica el coautor Emmanuel Di Folco, del Laboratorio de Astrofísica de Burdeos (LAB), también en Francia.
Did you hear the story about the star system being born? Here is the short version. #ESOCastLight #BiteSizedAstronomy #4K #UHD https://t.co/6x5cOsheyv
— ESO (@ESO) May 20, 2020
Las observaciones del sistema AB Aurigae realizadas hace unos años con el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), del que ESO es socio, proporcionaron los primeros indicios de que se estaban formando planetas alrededor de la estrella. Los científicos vieron dos brazos espirales de gas cerca de la estrella, que se encuentran dentro de la región interior del disco.
Luego, en 2019 y principios de 2020, Boccaletti y un equipo de astrónomos de Francia, Taiwán, Estados Unidos y Bélgica, se propusieron captar una imagen más clara dirigiendo hacia la estrella el instrumento SPHERE del VLT, que hace un par de años ya ayudó a obtener la primera fotografía de un planeta recién nacido.
Así se obtuvieron las imágenes más profundas del sistema AB Aurigae obtenidas hasta la fecha. Con el potente sistema de captación de SPHERE, los astrónomos pudieron ver ahora la luz más débil proveniente de los pequeños granos de polvo y las emisiones del disco interior. Confirmaron la presencia de los brazos espirales detectados por primera vez por ALMA y también vieron el ‘giro’ que indica la presencia de un planeta formándose en el disco.
“Algunos modelos teóricos de formación planetaria plantean la presencia de ese giro”, afirma Anne Dutrey, también de LAB. “Se correspondería con la conexión de dos espirales (una girando hacia el interior de la órbita del planeta, la otra expandiéndose hacia afuera) que se unen en la ubicación del planeta. Las espirales hacen que el gas y el polvo del disco se acumulen hacia el planeta en formación y lo hagan crecer”.
El futuro Telescopio Extremadamente Grande (ELT) de 39 metros que construye ESO ayudará a investigar mejor estos incipientes mundos extrasolares. Como explica Boccaletti, este potente telescopio permitirá obtener vistas aún más detalladas de los planetas en ciernes: “Seremos capaces de ver de forma más directa y precisa cómo la dinámica del gas contribuye a la formación de planetas”.