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La ciencia ya sabe cómo terminará muriendo nuestro planeta en aproximadamente 5.000 millones de años. Cuando nuestro Sol llegue al final de su vida, se expandirá hasta 100 veces su tamaño actual, envolviendo a la Tierra. Muchos planetas en otros sistemas solares se enfrentan a un destino similar a medida que sus estrellas anfitrionas envejecen, excepto uno. Astrónomos del Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawái descubrieron a un planeta que no debería existir, que logró sobrevivir después de lo que debería haber sido una desaparición segura a manos de su sol. El estudio se publica en Nature.
El planeta, llamado Halla, fue descubierto en 2015 por un equipo de astrónomos de Corea. Halla orbita la estrella gigante roja Baekdu (8 UMi ) a solo la mitad de la distancia que separa la Tierra y el Sol. Ya desde entonces se notó algo extraño: los científicos sospechaban que la estrella en algún momento debía haber sido más grande que la órbita del planeta. Pero, entonces, ¿cómo era posible que Halla siguiera existiendo?
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El equipo, dirigido por Marc Hon, miembro del Telescopio Espacial Hubble de la NASA, utilizó dos observatorios para descubrir que Halla persiste a pesar de la evolución enormemente peligrosa de su sol.
La estrella se habría inflado hasta 1,5 veces la distancia orbital del planeta. “El hecho de que Halla haya logrado persistir en las inmediaciones de una estrella gigante que de otro modo la habría engullido destaca al planeta como un sobreviviente extraordinario”, dijo Hon, autor principal del estudio.
El equipo tiene un par de teorías para explicar esa supervivencia. Una de ellas es que, quizá, nunca enfrentó el peligro de ser engullido. Similar al famoso planeta Tatooine de Star Wars, que orbita dos soles, la estrella anfitriona Baekdu puede haber sido originalmente dos estrellas. Una fusión de estas dos estrellas puede haber impedido que cualquiera de ellas se expandiera lo suficiente como para engullir el planeta.
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Otra posibilidad es que Halla sea relativamente un recién nacido: que la violenta colisión entre las dos estrellas produjo una nube de gas a partir de la cual se formó el planeta. En otras palabras, el planeta Halla puede ser un planeta de “segunda generación” recién nacido. “La mayoría de las estrellas están en sistemas binarios, pero aún no comprendemos completamente cómo se pueden formar los planetas a su alrededor”, finalizó Hon. “Por lo tanto, es plausible que puedan existir más planetas alrededor de estrellas altamente evolucionadas gracias a las interacciones binarias”.