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Astrónomos logran, por primera vez, generar el sonido de una estrella al titilar

Científicos estadounidenses desarrollaron modelos que mostrarían el centelleo innato de las estrellas. Además, transformaron las ondas que se producen durante este fenómeno para que pudiéramos escucharlo.

01 de agosto de 2023 - 01:27 p. m.
Las estrellas también tienen un centelleo innato que se produce por las ondulaciones del gas en su superficie. Este centelleo, dice la Organización Meteorológica Mundial (MMO), se refiere a “variaciones rápidas, con frecuencia pulsátiles, del brillo de las estrellas o de las luces terrestres”. (Foto de referencia).
Las estrellas también tienen un centelleo innato que se produce por las ondulaciones del gas en su superficie. Este centelleo, dice la Organización Meteorológica Mundial (MMO), se refiere a “variaciones rápidas, con frecuencia pulsátiles, del brillo de las estrellas o de las luces terrestres”. (Foto de referencia).
Foto: EFE - GEORGI LICOVSKI
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Si alguna vez se ha quedado mirando fijamente al cielo en una noche estrellada, habrá notado que la luz de algunas estrellas titila, como si parpadearán. Esto sucede, como explican en una reciente investigación liderada por científicos de la Universidad de Northwestern (Estados Unidos), porque la atmósfera de la Tierra hace que la luz estelar se curve cuando viaja hacia nuestro planeta. (Puede leer: La Nasa pierde comunicación con una sonda que está a 19.900 millones de kilómetros)

Sin embargo, dicen los investigadores, las estrellas también tienen un centelleo innato, que se produce por las ondulaciones del gas en su superficie. Este centelleo, aclara la Organización Meteorológica Mundial (MMO), se refiere a “variaciones rápidas, con frecuencia pulsátiles, del brillo de las estrellas o de las luces terrestres”.

El problema es que este segundo titileo, que es innato de las estrellas, no es perceptible para los telescopios terrestres con los que se cuenta actualmente. Pero ahora, gracias a un estudio liderado por astrónomos de esta universidad estadounidense y publicado en la revista académica Nature Astronomy, sabemos cómo serían las ondulaciones de energía desde el núcleo de una estrella masiva hasta la superficie y cuánto titilan. (Le puede interesar: Resuelven el largo misterio de un entierro de 2.000 años de antigüedad)

En palabras del astrofísico Evan Anders, quien dirigió el estudio, “los movimientos en los núcleos de las estrellas lanzan ondas como las del océano. Cuando las ondas llegan a la superficie de la estrella, la hacen centellear de una forma que los astrónomos podrían observar. Por primera vez, hemos desarrollado modelos informáticos que nos permiten determinar cuánto debería titilar una estrella como resultado de estas ondas”.

A grandes rasgos, los científicos desarrollaron modelos en tres dimensiones en los que integraron todos los aspectos que influyen en el titileo de una estrella masiva. El resultado, explicaron desde la universidad, es una simulación que muestra “cómo los astrónomos esperan que aparezcan las ondas si se observan a través de un telescopio potente”. (También puede leer: Hallan fósil de una tortuga de 150 millones de años con curiosa forma de panqueque)

Pero el equipo de Anders fue un poco más allá. Como este parpadeo no es perceptible a simple vista y las ondas que se producen están fuera del alcance de nuestro oído, los astrónomos “aumentaron uniformemente las frecuencias de las ondas para hacerlas audibles”.

En la investigación, los científicos explican que los sonidos varían de acuerdo a la naturaleza de las ondas. “Las ondas que emergen del núcleo de una gran estrella, por ejemplo, emiten sonidos parecidos a los de una pistola de rayos deformada que atraviesa un paisaje alienígena. Pero la estrella altera estos sonidos cuando las ondas alcanzan su superficie. En una estrella grande, los impulsos parecidos a los de una pistola de rayos se convierten en un eco grave que reverbera en una habitación vacía. Las ondas en la superficie de una estrella de tamaño medio, en cambio, evocan imágenes de un zumbido persistente a través de un terreno barrido por el viento. Y las ondas de la superficie de una estrella pequeña suenan como la lastimera alerta de una sirena meteorológica”, apuntan los investigadores. (Puede interesarle: Le hicieron cosquillas a ratas para identificar qué nos hace jugar)

Para el astrofísico Anders, “este trabajo permitirá a los futuros telescopios espaciales sondear las regiones centrales donde las estrellas forjan los elementos de los que dependemos para vivir y respirar”.

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