Blue Origin: despega con éxito la misión espacial de Jeff Bezos
El lanzamiento inicial estaba previsto para este lunes 18 de diciembre, pero, según informó la compañía en su cuenta de X, fue aplazado “debido a un problema con los sistemas terrestres”. Este martes, en un nuevo intento, el cohete despegó con éxito y su motor principal, que es reutilizable, se quedó al menos ocho minutos suspendidos en el espacio antes de regresar a la Tierra.
Este martes, desde Texas (Estados Unidos), estaba previsto el lanzamiento del cohete New Shepard, que hace parte de la misión espacial Blue Origin, con la que el multimillonario estadounidense Jeff Bezos busca transportar a clientes que pagan en viajes cortos al borde del espacio. (Lea: Un gato protagoniza el primer vídeo ultra HD de la NASA desde el espacio profundo)
El lanzamiento inicial estaba previsto para este lunes 18 de diciembre, pero, según informó la compañía en su cuenta de X, fue aplazado “debido a un problema con los sistemas terrestres”. Este martes, en un nuevo intento, el cohete despegó con éxito y su motor principal, que es reutilizable, se quedó al menos ocho minutos suspendidos en el espacio antes de regresar a la Tierra.
Siete minutos después del lanzamiento, el cohete propulsor aterrizó, seguido de una llegada segura a la Tierra de la cápsula de la misión no tripulada NS-24, que contenía material científico. Esta prueba, explicó la compañía, “era necesaria para que la compañía pueda reanudar los viajes de turismo espacial que ya han permitido a 31 personas pasar unos minutos más allá del límite de la atmósfera terrestre”.
Esta prueba se da luego del accidente reportado en septiembre de 2022, cuando el módulo de propulsión del cohete, que en ese momento tampoco transportaba a pasajeros, se cayó. A raíz de esta situación, el regulador de aviación estadounidense (FAA) abrió una investigación, la cual concluyó en esa época que el accidente fue causado por “una temperatura más alta de lo esperado en una boquilla del motor”.
La entidad le pidió a la empresa realizar algunos ajustes para poder reanudar los vuelos. Una de estas variaciones es modificar el diseño de determinados componentes del motor. (Puede leer: Los eventos científicos que el mundo presenciará en 2024)
El cohete de Blue Origin es reutilizable, al igual que el propulsor, la cápsula, el motor, el tren de aterrizaje y los paracaídas. Su motor funciona con oxígeno líquido e hidrógeno, lo que significa que el único subproducto durante el vuelo es vapor de agua, sin emisiones de carbono.
La empresa está desarrollando un cohete pesado con fines comerciales llamado New Glenn, cuyo vuelo inaugural está previsto para el año que viene. Está diseñado para transportar cargas de hasta 45 toneladas métricas a la órbita terrestre baja. (Le puede interesar: Ladrillos mesopotámicos revelan una anomalía magnética en la Tierra hace 3.000 años)
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Este martes, desde Texas (Estados Unidos), estaba previsto el lanzamiento del cohete New Shepard, que hace parte de la misión espacial Blue Origin, con la que el multimillonario estadounidense Jeff Bezos busca transportar a clientes que pagan en viajes cortos al borde del espacio. (Lea: Un gato protagoniza el primer vídeo ultra HD de la NASA desde el espacio profundo)
El lanzamiento inicial estaba previsto para este lunes 18 de diciembre, pero, según informó la compañía en su cuenta de X, fue aplazado “debido a un problema con los sistemas terrestres”. Este martes, en un nuevo intento, el cohete despegó con éxito y su motor principal, que es reutilizable, se quedó al menos ocho minutos suspendidos en el espacio antes de regresar a la Tierra.
Siete minutos después del lanzamiento, el cohete propulsor aterrizó, seguido de una llegada segura a la Tierra de la cápsula de la misión no tripulada NS-24, que contenía material científico. Esta prueba, explicó la compañía, “era necesaria para que la compañía pueda reanudar los viajes de turismo espacial que ya han permitido a 31 personas pasar unos minutos más allá del límite de la atmósfera terrestre”.
Esta prueba se da luego del accidente reportado en septiembre de 2022, cuando el módulo de propulsión del cohete, que en ese momento tampoco transportaba a pasajeros, se cayó. A raíz de esta situación, el regulador de aviación estadounidense (FAA) abrió una investigación, la cual concluyó en esa época que el accidente fue causado por “una temperatura más alta de lo esperado en una boquilla del motor”.
La entidad le pidió a la empresa realizar algunos ajustes para poder reanudar los vuelos. Una de estas variaciones es modificar el diseño de determinados componentes del motor. (Puede leer: Los eventos científicos que el mundo presenciará en 2024)
El cohete de Blue Origin es reutilizable, al igual que el propulsor, la cápsula, el motor, el tren de aterrizaje y los paracaídas. Su motor funciona con oxígeno líquido e hidrógeno, lo que significa que el único subproducto durante el vuelo es vapor de agua, sin emisiones de carbono.
La empresa está desarrollando un cohete pesado con fines comerciales llamado New Glenn, cuyo vuelo inaugural está previsto para el año que viene. Está diseñado para transportar cargas de hasta 45 toneladas métricas a la órbita terrestre baja. (Le puede interesar: Ladrillos mesopotámicos revelan una anomalía magnética en la Tierra hace 3.000 años)
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