Brasil se acerca al espacio
El gobierno de Donald Trump firmó un acuerdo preliminar con Brasil que podría llevar, en el futuro, a que EEUU lance cohetes desde la base espacial Alcántara, ubicada en la costa del país sudamericano. De acuerdo al presidente estadounidense, “el uso de esta base ahorraría grandes cantidades de dinero”.
Daniel Meza - Revista N+1
El gobierno de Donald Trump firmó un acuerdo preliminar con Brasil que podría llevar, en el futuro, a que EEUU lance cohetes desde la base espacial Alcántara, ubicada en la costa del país sudamericano. De acuerdo al presidente estadounidense, “el uso de esta base ahorraría grandes cantidades de dinero”.
Mientras algunos escépticos aún dudan de la utilidad y uso inmediato de Alcántara, otros sectores sospechan de que este sea un movimiento geopolítico y militar de EEUU, para que el país pueda tener mayor presencia en esta parte del mundo en contraposición de sus rivales económicos y militares China y Rusia.
La base de Alcántara, donde opera la Agencia Espacial Brasileña (AEB), es la única infraestructura de lanzamiento de cohetes bajo el control de un país soberano de América del Sur. La otra es la de Kourou, en la Guayana Francesa, de vital importancia para la Agencia Espacial Europea (ESA).
Alcántara se encuentra ubicada en el municipio homónimo en el estado nordestino Marahao La principal ventaja de la base espacial brasileña es su proximidad a la línea del Ecuador, a solo 2.3 grados al sur de ella. Para las compañías lanzadoras de cohetes es un lugar tentador.
No hay muchas opciones en la Tierra para lanzar cohetes cerca del Ecuador, y el sitio haría mucho más fácil para los operadores satelitales enviar cargas hacia la órbita ecuatorial. A esto, se le debe añadir que los cohetes en el Ecuador significa también un empuje adicional en velocidad, gracias a la rotación de la Tierra, que ayuda a los cohetes a ahorrar combustible.
Uno de los impedimentos para el éxito y rápido aprovechamiento del sitio en Brasil por parte de lo más vanguardista de la industria estaría en la logística.
SpaceX, la United Launch Alliance o Blue Origin tienen opciones relativamente cerca al Ecuador y no necesariamente están necesitados nuevas bases. Se requeriría una gran inversión para un nuevo sitio para todos los diseños de las firmas aeroespaciales. El costo del transporte de las naves sería un gasto adicional que por el momento no se antoja necesario. La opción sería más viable para cohetes pequeños.
Al tener poco espacio en las bases estadounidenses, y al no requerir grandes inversiones para su traslado, el futuro de Alcántara podría apuntar a los cohetes pequeños, de acuerdo a un representante de la firma Vector entrevistado por TheVerge.
El pasado de Alcántara
En el pasado, Alcántara fue un muy activo e importante para la exploración espacial brasileña. Fue creado para reemplazar a la base original del Centro de Lanzamiento da Barrera del Infierno (Centro de Lançamento da Barreira do Inferno - CLBI), localizado en el estado de Rio Grande do Norte, pues el crecimiento urbano alrededor del CLBI, no permitía ampliaciones a dicha base.
La construcción de este centro se inició en Alcántara en 1987. Durante la década de los noventas, se enviaron desde allí cohetes sonda. En el 2003, sin embargo, se produjo una explosión durante ensayos en tierra, muriendo 21 personas en alrededores y causando la destrucción de la infraestructura.
El accidente fue una catástrofe en todo sentido ya que detuvo los esfuerzos de lanzar dos satélites planeados, y todos los esfuerzos nacionales tuvieron problemas en recuperar la senda. El 19 de julio de 2007, un VSB-30 lanzó la que a la fecha ha sido la última misión desde el centro de lanzamiento.
Desde entonces Brasil ha buscado alianzas internacionales. Con EEUU hubo acercamientos improductivos durante el gobierno de George Bush en el 2000. El 2018, Reuters reportó que emisarios de Boeing and Lockheed Martin fueron invitados a visitar alcántara Alcántara. El objetivo, ofrecer lugares de lanzamiento más económicos incluso que la Guayana Francesa.
Ventajas técnicas
Entre los beneficios geográficos para una base espacial, Alcántara ofrece una ubicación provilegiada en la costa de Brasil, frente al Océano Atlántico lo que representa un factor adicional de seguridad para evitar daños humanos o materiales.
La principal ventaja técnica sobre la base de Cabo Cañaveral, en Florida, es la cercanía a la línea ecuatorial. Estar cerca de esta área es muy bueno para lanzar satélites a la órbita geoestacionaria. Este es, en otras palabras, un parche a 22.000 millas sobre la línea ecuatorial donde los satélites viajan a la misma velocidad de la rotación de la tierra.
El resultado es que los satélites podrían permanecer sobre el mismo lugar de la tierra todo el tiempo, importante cuando un satélite de observación o comunicaciones necesita permanecer permanentemente estático respecto a la tierra. A su vez, esto representa un ahorro de combustible significativo; distinto es en Cabo Cañaveral donde los satélites lanzados deben impulsarse con poderosos motores para alcanzar las posiciones deseadas. La inversión es menor en bases como Guayana o Alcántara.
Además, en la línea ecuatorial, la tierra gira mucho más rápido que en las regiones más sureñas o norteñas, lo que permite a los satélites tomar impulsos y desperdiciar menos combustible al momento de alcanzar la órbita.
Pese a todo lo dicho, Alcántara no está tan cerca de operar cohetes estadounidenses ni ser a un actor significativo en industria aeroespacial. Aún el trato firmado debe ser aprobado por el congreso brasileño, y todavía se deben pasar numerosos pasos regulatorios previos.
Geopolítica
Los intereses políticos son otro punto de conversación: para el diplomático Samuel Pinheiro Guimarães Neto, exministro de Asuntos Estratégicos de Brasil y antiguo alto representante de Mercosur, “el objetivo principal norteamericano es tener una base militar en territorio brasileño en la cual ejerzan su soberanía, fuera del alcance de las leyes y de la vigilancia de las autoridades brasileñas, inclusive militares, y donde puedan desarrollar todo tipo de actividad militar", indicó a Sputnik el también secretario general de Relaciones Exteriores de 2003 a 2009.
*“Esta noticia ha sido publicada originalmente en la revista N+1, tecnología que suma: www.nmas1.org”.
El gobierno de Donald Trump firmó un acuerdo preliminar con Brasil que podría llevar, en el futuro, a que EEUU lance cohetes desde la base espacial Alcántara, ubicada en la costa del país sudamericano. De acuerdo al presidente estadounidense, “el uso de esta base ahorraría grandes cantidades de dinero”.
Mientras algunos escépticos aún dudan de la utilidad y uso inmediato de Alcántara, otros sectores sospechan de que este sea un movimiento geopolítico y militar de EEUU, para que el país pueda tener mayor presencia en esta parte del mundo en contraposición de sus rivales económicos y militares China y Rusia.
La base de Alcántara, donde opera la Agencia Espacial Brasileña (AEB), es la única infraestructura de lanzamiento de cohetes bajo el control de un país soberano de América del Sur. La otra es la de Kourou, en la Guayana Francesa, de vital importancia para la Agencia Espacial Europea (ESA).
Alcántara se encuentra ubicada en el municipio homónimo en el estado nordestino Marahao La principal ventaja de la base espacial brasileña es su proximidad a la línea del Ecuador, a solo 2.3 grados al sur de ella. Para las compañías lanzadoras de cohetes es un lugar tentador.
No hay muchas opciones en la Tierra para lanzar cohetes cerca del Ecuador, y el sitio haría mucho más fácil para los operadores satelitales enviar cargas hacia la órbita ecuatorial. A esto, se le debe añadir que los cohetes en el Ecuador significa también un empuje adicional en velocidad, gracias a la rotación de la Tierra, que ayuda a los cohetes a ahorrar combustible.
Uno de los impedimentos para el éxito y rápido aprovechamiento del sitio en Brasil por parte de lo más vanguardista de la industria estaría en la logística.
SpaceX, la United Launch Alliance o Blue Origin tienen opciones relativamente cerca al Ecuador y no necesariamente están necesitados nuevas bases. Se requeriría una gran inversión para un nuevo sitio para todos los diseños de las firmas aeroespaciales. El costo del transporte de las naves sería un gasto adicional que por el momento no se antoja necesario. La opción sería más viable para cohetes pequeños.
Al tener poco espacio en las bases estadounidenses, y al no requerir grandes inversiones para su traslado, el futuro de Alcántara podría apuntar a los cohetes pequeños, de acuerdo a un representante de la firma Vector entrevistado por TheVerge.
El pasado de Alcántara
En el pasado, Alcántara fue un muy activo e importante para la exploración espacial brasileña. Fue creado para reemplazar a la base original del Centro de Lanzamiento da Barrera del Infierno (Centro de Lançamento da Barreira do Inferno - CLBI), localizado en el estado de Rio Grande do Norte, pues el crecimiento urbano alrededor del CLBI, no permitía ampliaciones a dicha base.
La construcción de este centro se inició en Alcántara en 1987. Durante la década de los noventas, se enviaron desde allí cohetes sonda. En el 2003, sin embargo, se produjo una explosión durante ensayos en tierra, muriendo 21 personas en alrededores y causando la destrucción de la infraestructura.
El accidente fue una catástrofe en todo sentido ya que detuvo los esfuerzos de lanzar dos satélites planeados, y todos los esfuerzos nacionales tuvieron problemas en recuperar la senda. El 19 de julio de 2007, un VSB-30 lanzó la que a la fecha ha sido la última misión desde el centro de lanzamiento.
Desde entonces Brasil ha buscado alianzas internacionales. Con EEUU hubo acercamientos improductivos durante el gobierno de George Bush en el 2000. El 2018, Reuters reportó que emisarios de Boeing and Lockheed Martin fueron invitados a visitar alcántara Alcántara. El objetivo, ofrecer lugares de lanzamiento más económicos incluso que la Guayana Francesa.
Ventajas técnicas
Entre los beneficios geográficos para una base espacial, Alcántara ofrece una ubicación provilegiada en la costa de Brasil, frente al Océano Atlántico lo que representa un factor adicional de seguridad para evitar daños humanos o materiales.
La principal ventaja técnica sobre la base de Cabo Cañaveral, en Florida, es la cercanía a la línea ecuatorial. Estar cerca de esta área es muy bueno para lanzar satélites a la órbita geoestacionaria. Este es, en otras palabras, un parche a 22.000 millas sobre la línea ecuatorial donde los satélites viajan a la misma velocidad de la rotación de la tierra.
El resultado es que los satélites podrían permanecer sobre el mismo lugar de la tierra todo el tiempo, importante cuando un satélite de observación o comunicaciones necesita permanecer permanentemente estático respecto a la tierra. A su vez, esto representa un ahorro de combustible significativo; distinto es en Cabo Cañaveral donde los satélites lanzados deben impulsarse con poderosos motores para alcanzar las posiciones deseadas. La inversión es menor en bases como Guayana o Alcántara.
Además, en la línea ecuatorial, la tierra gira mucho más rápido que en las regiones más sureñas o norteñas, lo que permite a los satélites tomar impulsos y desperdiciar menos combustible al momento de alcanzar la órbita.
Pese a todo lo dicho, Alcántara no está tan cerca de operar cohetes estadounidenses ni ser a un actor significativo en industria aeroespacial. Aún el trato firmado debe ser aprobado por el congreso brasileño, y todavía se deben pasar numerosos pasos regulatorios previos.
Geopolítica
Los intereses políticos son otro punto de conversación: para el diplomático Samuel Pinheiro Guimarães Neto, exministro de Asuntos Estratégicos de Brasil y antiguo alto representante de Mercosur, “el objetivo principal norteamericano es tener una base militar en territorio brasileño en la cual ejerzan su soberanía, fuera del alcance de las leyes y de la vigilancia de las autoridades brasileñas, inclusive militares, y donde puedan desarrollar todo tipo de actividad militar", indicó a Sputnik el también secretario general de Relaciones Exteriores de 2003 a 2009.
*“Esta noticia ha sido publicada originalmente en la revista N+1, tecnología que suma: www.nmas1.org”.