Cada vez que un supercontinente se separa, hay una ‘erupción’ de diamantes
Un grupo de investigadores encontró que, al parecer, las kimberlitas, un tipo de erupción que contiene diamantes, coincide con la ruptura de placas tectónicas que se han presentado cuando se separan supercontinentes, como lo que sucedió con Pangea.
Los diamantes son una de las piedras preciosas más populares del mundo. Según Statista, se estima que en 2021 se produjeron unos 116 millones de quilates de diamantes en minas de todo el mundo y que las reservas mundiales están en unos 1.300 millones de quilates.
Hay varios países donde se ubican las mayores reservas de diamantes, como Australia, la República Democrática del Congo, Sudáfrica y Rusia. Un nuevo estudio, publicado en la revista Nature, propuso que, cada vez que se produce una ruptura de supercontinentes, salen fuentes de diamantes desde el interior de la Tierra.
El grupo de investigadores llegó a esta conclusión estudiando las kimberlitas, que son “magmas ricos en volátiles, en ocasiones portadores de diamantes, que han entrado en erupción de forma explosiva en la superficie terrestre en el pasado geológico”, como describieron el artículo. (También puede leer: Flora, fauna y ¡hongos!: la petición para incluir a los hongos en el relato del mundo)
Es decir, son un tipo de erupción, que se origina a profundidades superiores a 150 km en el manto terrestre, que viajan a velocidades entre 18 y 133 kilómetros por hora, y que son una de la principal fuente de diamantes. Según el portal Geology Science, la kimberlita suele encontrarse en tubos, estructuras con bordes verticales y sección transversal aproximadamente circular.
Los investigadores del nuevo estudio se dieron cuenta de que las erupciones de este tipo suelen coincidir con momentos en que las placas tectónicas se mueve, como durante un proceso de ruptura continental, como cuando el supercontinente Pangea se empezó a separar hace 250 millones de años.
“Los diamantes han estado asentados en la base de los continentes durante cientos de millones o incluso miles de millones de años”, indicó al portal Live Science Thomas Gernon, uno de los científicos detrás del nuevo artículo. “Debe haber algún estímulo que los impulse de repente, porque estas erupciones en sí son realmente poderosas, realmente explosivas”.
Al examinar más de cerca las edades de las kimberlitas y el grado de fragmentación de las placas tectónicas que se producía en esos momentos, encontraron que, en los últimos 500 millones de años, existe un patrón en el que las placas comienzan a separarse y, entre 22 y 30 millones de años más tarde, las erupciones de kimberlitas alcanzan su punto más alto. (Le puede interesar: ¿Qué hacían los humanos en este mirador de la Edad de Piedra?)
Entonces, por ejemplo, los investigadores pudieron determinar que las erupciones de kimberlita se intensificaron en lo que hoy es África y Sudamérica a partir de unos 25 millones de años después de la desintegración del supercontinente Gondwana, hace unos 180 millones de años. Y, unos años después de que Pangea comenzara a separarse, en Norteamérica también se presentó un pico de kimberlitas.
Lo particular de estas erupciones es que, al parecer, se han concentrado en el centro de las masas de tierra, no en los bordes, es decir, donde se produjeron las grietas. Los investigadores afirmaron que también tienen un grado de certidumbre, aunque menor, de que el patrón de las erupciones de kimberlitas después de separación de supercontinentes se mantuvo también durante los últimos 1.000 millones de años.
Como indicó Gernon a Live Science, estas conclusiones podrían ser útiles no solo para buscar yacimientos de diamantes que no se han descubierto, sino para tratar de explicar por qué otros tipo de erupciones volcánicas se producen mucho después de la ruptura de un supercontinente en regiones que deberían ser en gran medida estables.
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Los diamantes son una de las piedras preciosas más populares del mundo. Según Statista, se estima que en 2021 se produjeron unos 116 millones de quilates de diamantes en minas de todo el mundo y que las reservas mundiales están en unos 1.300 millones de quilates.
Hay varios países donde se ubican las mayores reservas de diamantes, como Australia, la República Democrática del Congo, Sudáfrica y Rusia. Un nuevo estudio, publicado en la revista Nature, propuso que, cada vez que se produce una ruptura de supercontinentes, salen fuentes de diamantes desde el interior de la Tierra.
El grupo de investigadores llegó a esta conclusión estudiando las kimberlitas, que son “magmas ricos en volátiles, en ocasiones portadores de diamantes, que han entrado en erupción de forma explosiva en la superficie terrestre en el pasado geológico”, como describieron el artículo. (También puede leer: Flora, fauna y ¡hongos!: la petición para incluir a los hongos en el relato del mundo)
Es decir, son un tipo de erupción, que se origina a profundidades superiores a 150 km en el manto terrestre, que viajan a velocidades entre 18 y 133 kilómetros por hora, y que son una de la principal fuente de diamantes. Según el portal Geology Science, la kimberlita suele encontrarse en tubos, estructuras con bordes verticales y sección transversal aproximadamente circular.
Los investigadores del nuevo estudio se dieron cuenta de que las erupciones de este tipo suelen coincidir con momentos en que las placas tectónicas se mueve, como durante un proceso de ruptura continental, como cuando el supercontinente Pangea se empezó a separar hace 250 millones de años.
“Los diamantes han estado asentados en la base de los continentes durante cientos de millones o incluso miles de millones de años”, indicó al portal Live Science Thomas Gernon, uno de los científicos detrás del nuevo artículo. “Debe haber algún estímulo que los impulse de repente, porque estas erupciones en sí son realmente poderosas, realmente explosivas”.
Al examinar más de cerca las edades de las kimberlitas y el grado de fragmentación de las placas tectónicas que se producía en esos momentos, encontraron que, en los últimos 500 millones de años, existe un patrón en el que las placas comienzan a separarse y, entre 22 y 30 millones de años más tarde, las erupciones de kimberlitas alcanzan su punto más alto. (Le puede interesar: ¿Qué hacían los humanos en este mirador de la Edad de Piedra?)
Entonces, por ejemplo, los investigadores pudieron determinar que las erupciones de kimberlita se intensificaron en lo que hoy es África y Sudamérica a partir de unos 25 millones de años después de la desintegración del supercontinente Gondwana, hace unos 180 millones de años. Y, unos años después de que Pangea comenzara a separarse, en Norteamérica también se presentó un pico de kimberlitas.
Lo particular de estas erupciones es que, al parecer, se han concentrado en el centro de las masas de tierra, no en los bordes, es decir, donde se produjeron las grietas. Los investigadores afirmaron que también tienen un grado de certidumbre, aunque menor, de que el patrón de las erupciones de kimberlitas después de separación de supercontinentes se mantuvo también durante los últimos 1.000 millones de años.
Como indicó Gernon a Live Science, estas conclusiones podrían ser útiles no solo para buscar yacimientos de diamantes que no se han descubierto, sino para tratar de explicar por qué otros tipo de erupciones volcánicas se producen mucho después de la ruptura de un supercontinente en regiones que deberían ser en gran medida estables.
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