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Un grupo de investigadores publicó recientemente el análisis genómico de un pozo utilizado para enterramientos colectivos que había sido poco estudiado. El lugar es llamado Aven de la Boucle y se encuentra en Corconne, Gard, una comuna ubicada en el sur de Francia.
Los hallazgos, que fueron publicados en The Royal Society, dan pistas sobre algunas de las características sociales y culturales de la comunidad que la utilizaba. Para hacerlo, además de los análisis genéticos de los restos, los científicos utilizaron radiocarbono y enfoques arqueológicos y antropológicos para obtener información de los restos.
De acuerdo con el estudio, se estima que dentro del pozo hay restos de al menos 75 individuos diferentes. Para su investigación, los autores analizaron los de 36 individuos.
Uno de los primeros resultados es que 26 de los restos pertenecían a individuos “neolíticos masculinos”, frente a apenas ocho femeninos. Según los científicos, es algo que sería muestra de la posición social que tenían en la comunidad y su rol en transmisión del estatus social. Estos individuos fueron enterrados en diferentes momentos durante un lapso de 800 años, entre 3600 y 2800 a.C.
A pesar del amplio período de tiempo, los autores aseguran que el pozo fue utilizado por una misma comunidad. Muestra de eso es que la mayoría de los restos, en total 16 pares de individuos, compartían un mismo linaje en niveles de parentesco de primer, segundo y tercer grado. Dentro de esos parentescos se incluían individuos masculinos y femeninos.
También, los autores identificaron cambios culturales en la comunidad durante los 800 años en los que se dieron los enterramientos. Esto lo hicieron a través de las diferentes características de las vasijas de cerámica en la que llevaban los restos al cementerio.
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