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Durante el mes de enero el gobierno chino anunció que aprobó los cultivos genéticamente modificados, una herramienta que, según explican, les permitirá incrementar la seguridad alimentaria, ya que podrían no solo producir comida con más sabor, sino resistente a las plagas y mejor adaptadas al cambio climático. (Le puede interesar: Mónica Medina, la bióloga caleña pionera en entender los corales)
Las nuevas reglas de China, según explica la revista científica Nature, son más conservadoras que las que ya ha aprobado Estados Unidos, que no regulan las modificaciones genéticas pequeñas que podrían suceder naturalmente, pero más flexibles que las que tiene la Unión Europea, que trata absolutamente todos los cultivos editados genéticamente igual.
Lo anterior es clave. Los cultivos editados genéticamente que acaba de aprobar China suelen usar tecnologías supremamente precisas, como el Crispr-Cas9, que funciona similar a los controles de “copiar y pegar” en un computador, por lo que se puede simplemente modificar ciertas secuencias del ADN. Es decir, cortar, por ejemplo, e hipotéticamente, una secuencia del ADN que codifica una proteína que no le permite al cultivo sobrevivir a altas temperaturas, para incrustarle, a cambio, una secuencia que genere una proteína más resistente. El otro tipo de modificación a cultivos, más popular hasta el momento y al que la gente se refiere usualemte como transgénicos, consiste en incorporar genes enteros o secuencias de ADN enteras de plantas de otras especies. Hasta la regulación aproada por China el mes pasado, la legislación de este país no las diferenciaba y ponía las mismas reglas de juego para ambas. (Le puede interesar: Más de 250 expertos sobre cambio climático comienzan reunión de dos semanas)
Es por esto por lo que, por lo menos en la mayoría del gremio científico, la noticia ha sido celebrada. “La decisión es un gran paso adelante para China y llevará la investigación de la teoría al campo”, explicó Jin-Soo Kim, quien dirige el Centro de Ingeniería del Genoma en el Instituto de Ciencias Básicas en Daejeon, Corea del Sur, a Nature.
Lograr la aprobación de los cultivos con ediciones genéticas en China, antes tomaba hasta seis años, pero con los nuevos lineamientos podría reducirse a solo dos años, ya que los desarrolladores solo necesitan proporcionar datos de laboratorio y realizar ensayos de campo a pequeña escala para poder aprobarlos.
Por esto, varias áreas de investigación se podrían potenciar. Nature, por ejemplo, menciona que ya se está trabajando en cultivos de arroces más aromáticos o granos de soya que puedan ser usados para hacer aceites bajos en grasas saturadas. (Lea también: El lío de tierras que revivió la ampliación del PNN Los Estoraques)