Científicos crearon el atlas del cerebro humano más completo hasta ahora
Una investigación sin precedentes, en la que trabajaron cientos de científicos de varias partes del mundo, dio como resultado la identificación de más de 3.000 tipos de células en el cerebro humano.
La revista científica Science publicó ayer una edición especial en la que compiló 21 artículos, el resultado de la investigación más grande que se ha hecho hasta el momento sobre el cerebro humano. (Le puede interesar: ¿A qué hora es el eclipse de sol en Colombia y en qué lugares se podrá ver mejor?)
En este trabajaron cientos de científicos para lograr identificar y secuenciar 3.000 tipos de células diferentes que se encuentran en el cerebro, muchas que hasta ahora no se conocían. Además, encontraron que algunos tipos de células son propios de lugares muy específicos del cerebro, por lo que son indispensables para que funcione correctamente.
La investigación hizo parte de un programa denominado Avance en Neurotecnologías Innovadoras - Red de Censo Celular (BICCN, por su sigla en inglés), que hace parte del proyecto Investigación del Cerebro y que es financiado por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
Para esto analizaron un total de tres millones de células individuales, su comportamiento y sus variaciones de acuerdo con la interacción entre ellas. En total, los investigadores compilaron como resultado 1.220.829 archivos, entre secuencias, descripciones y análisis del cerebro y sus complejidades. (Le recomendamos: Científicos crearon un test “más preciso” para medir el envejecimiento biológico)
La información, que incluye investigaciones sobre la expresión de los genes y cómo cambian estos de acuerdo a las moléculas con las que interactúan, pueden ser fundamentales para entender cómo funcionan algunos trastornos cerebrales y enfermedades que hasta ahora han sido una incógnita para la ciencia, como el alzhéimer. También encontraron que no todas las neuronas, las encargadas de enviar impulsos electroquímicos a lo largo del cuerpo para su funcionamiento, funcionan de la misma forma.
Con este mapa, los científicos ahora pueden entender cómo se “apagan” y “prenden” los genes en el cerebro y están investigando cuáles son los estímulos que llevarían a que algunos genes en particular hagan esto. Analizaron 500.000 células individuales en las que pasaba esto e identificaron algo que denominaron “moléculas que actúan como interruptores” en la expresión de los genes.
La expresión de los genes puede influir en funciones muy importantes del cuerpo, como la movilidad de las articulaciones o el lenguaje. Allí es donde puede estar la respuesta a muchas enfermedades relacionadas con el cerebro, como aquellas que generan deterioro cognitivo o físico. (También puede leer: Rodolfo Llinás, el último brujo)
Aun así, todavía quedan muchas dudas por resolver y surgieron otras nuevas. Por ejemplo, encontraron genes que están en células del mismo tipo, pero que tienen características diferentes según la región del cerebro en la que se encuentren.
De acuerdo con Science, los investigadores creen que esta es apenas la puerta de entrada al desarrollo de herramientas que van a ser cruciales para el futuro de la ciencia y la medicina. No solo por la posibilidad de entender muchas enfermedades, sino por la especificidad a la que podrían llegar los tratamientos de acuerdo con el comportamiento de cada cerebro.
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La revista científica Science publicó ayer una edición especial en la que compiló 21 artículos, el resultado de la investigación más grande que se ha hecho hasta el momento sobre el cerebro humano. (Le puede interesar: ¿A qué hora es el eclipse de sol en Colombia y en qué lugares se podrá ver mejor?)
En este trabajaron cientos de científicos para lograr identificar y secuenciar 3.000 tipos de células diferentes que se encuentran en el cerebro, muchas que hasta ahora no se conocían. Además, encontraron que algunos tipos de células son propios de lugares muy específicos del cerebro, por lo que son indispensables para que funcione correctamente.
La investigación hizo parte de un programa denominado Avance en Neurotecnologías Innovadoras - Red de Censo Celular (BICCN, por su sigla en inglés), que hace parte del proyecto Investigación del Cerebro y que es financiado por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
Para esto analizaron un total de tres millones de células individuales, su comportamiento y sus variaciones de acuerdo con la interacción entre ellas. En total, los investigadores compilaron como resultado 1.220.829 archivos, entre secuencias, descripciones y análisis del cerebro y sus complejidades. (Le recomendamos: Científicos crearon un test “más preciso” para medir el envejecimiento biológico)
La información, que incluye investigaciones sobre la expresión de los genes y cómo cambian estos de acuerdo a las moléculas con las que interactúan, pueden ser fundamentales para entender cómo funcionan algunos trastornos cerebrales y enfermedades que hasta ahora han sido una incógnita para la ciencia, como el alzhéimer. También encontraron que no todas las neuronas, las encargadas de enviar impulsos electroquímicos a lo largo del cuerpo para su funcionamiento, funcionan de la misma forma.
Con este mapa, los científicos ahora pueden entender cómo se “apagan” y “prenden” los genes en el cerebro y están investigando cuáles son los estímulos que llevarían a que algunos genes en particular hagan esto. Analizaron 500.000 células individuales en las que pasaba esto e identificaron algo que denominaron “moléculas que actúan como interruptores” en la expresión de los genes.
La expresión de los genes puede influir en funciones muy importantes del cuerpo, como la movilidad de las articulaciones o el lenguaje. Allí es donde puede estar la respuesta a muchas enfermedades relacionadas con el cerebro, como aquellas que generan deterioro cognitivo o físico. (También puede leer: Rodolfo Llinás, el último brujo)
Aun así, todavía quedan muchas dudas por resolver y surgieron otras nuevas. Por ejemplo, encontraron genes que están en células del mismo tipo, pero que tienen características diferentes según la región del cerebro en la que se encuentren.
De acuerdo con Science, los investigadores creen que esta es apenas la puerta de entrada al desarrollo de herramientas que van a ser cruciales para el futuro de la ciencia y la medicina. No solo por la posibilidad de entender muchas enfermedades, sino por la especificidad a la que podrían llegar los tratamientos de acuerdo con el comportamiento de cada cerebro.
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