Científicos observaron en tiempo real la explosión de una estrella
Astrónomos observaron la destrucción de una supergigante roja y encontraron detalles que no se conocían sobre su evolución previo al momento del colapso.
Telescopios terrestres del Instituto de Astronomía Pan-STARRS de la Universidad de Hawái y del Observatorio W. M. Keck, en Maunakea, Hawai, proporcionaron la imagen de la destrucción de una estrella supergigante roja. Aunque no es el tipo más masivo o más brillante de estrellas, es el de mayor tamaño. El hallazgo fue publicado en The Astrophysical Journal.
La estrella observada por los astrónomos tenía una masa diez veces superior a la del sol y se encontraba a 120 millones de años luz de la Tierra, en la galaxia NGC 5731. Su autodestrucción comenzó a registrarse hace 130 días. (Lea: Así funciona el “sol artificial” chino)
Hasta antes de presenciar esta explosión, se creía que la supergigante roja se encontraba en un estado calmo previo al colapso, sin embargo, los astrónomos observaron una autodestrucción “dramática”. Antes de que el gigante estelar colapsara en una estrella supernova tipo II, que se producen luego de que la estrella agota su combustible nuclear y colapsa sobre sí misma, esta entró en erupción expulsando destellos de luz y globos de gas desde su interior. Una evolución violenta de la que no se tenía registro.
La observación plantea además que es posible que la superestrella roja presente cambios internos que causan la erupción tumultuosa del gas y también da luces para futuras investigaciones sobre la evolución de las estrellas supergigantes rojas justo antes de estallar. (Lea: Encuentran fósil de “dragón marino” en Reino Unido)
Esta investigación se dio en el marco del Experimento de Supernovas Jóvenes, un proyecto que analiza explosiones estelares en sus primeras etapas. “Es como ver una bomba de relojería. Nunca habíamos confirmado una actividad tan violenta en una estrella supergigante roja moribunda en la que viéramos producir una emisión tan luminosa, para luego colapsar y entrar en combustión, hasta ahora”, afirmó Raffaella Margutti, coautora del artículo y profesora de astronomía y astrofísica en la Universidad de California. (Lea: Misión espacial arroja evidencias sobre un exoplaneta ovalado)
Telescopios terrestres del Instituto de Astronomía Pan-STARRS de la Universidad de Hawái y del Observatorio W. M. Keck, en Maunakea, Hawai, proporcionaron la imagen de la destrucción de una estrella supergigante roja. Aunque no es el tipo más masivo o más brillante de estrellas, es el de mayor tamaño. El hallazgo fue publicado en The Astrophysical Journal.
La estrella observada por los astrónomos tenía una masa diez veces superior a la del sol y se encontraba a 120 millones de años luz de la Tierra, en la galaxia NGC 5731. Su autodestrucción comenzó a registrarse hace 130 días. (Lea: Así funciona el “sol artificial” chino)
Hasta antes de presenciar esta explosión, se creía que la supergigante roja se encontraba en un estado calmo previo al colapso, sin embargo, los astrónomos observaron una autodestrucción “dramática”. Antes de que el gigante estelar colapsara en una estrella supernova tipo II, que se producen luego de que la estrella agota su combustible nuclear y colapsa sobre sí misma, esta entró en erupción expulsando destellos de luz y globos de gas desde su interior. Una evolución violenta de la que no se tenía registro.
La observación plantea además que es posible que la superestrella roja presente cambios internos que causan la erupción tumultuosa del gas y también da luces para futuras investigaciones sobre la evolución de las estrellas supergigantes rojas justo antes de estallar. (Lea: Encuentran fósil de “dragón marino” en Reino Unido)
Esta investigación se dio en el marco del Experimento de Supernovas Jóvenes, un proyecto que analiza explosiones estelares en sus primeras etapas. “Es como ver una bomba de relojería. Nunca habíamos confirmado una actividad tan violenta en una estrella supergigante roja moribunda en la que viéramos producir una emisión tan luminosa, para luego colapsar y entrar en combustión, hasta ahora”, afirmó Raffaella Margutti, coautora del artículo y profesora de astronomía y astrofísica en la Universidad de California. (Lea: Misión espacial arroja evidencias sobre un exoplaneta ovalado)