Tres sociedades científicas que agrupan a investigadores de diversas disciplinas escribieron una carta abierta para manifestar “su preocupación por la falta de apoyo por la que están pasando las colecciones biológicas, incluyendo las que se encuentran en museos y herbarios públicos, privados, de los gobiernos o académicos”.
Se trata de la Sociedad para el Estudio de la Evolución (SSE, por sus siglas en inglés), la Sociedad Americana de Naturalistas (Amnat) y la Sociedad de Biólogos Sistemáticos, tres de las asociaciones científicas más antiguas e importantes del mundo.
“Las investigaciones y la enseñanza basadas en colecciones biológicas brindan oportunidades irremplazables para desarrollar estudios a largo plazo y de gran cobertura sobre especies existentes y extintas, algo que no puede lograrse solo con experimentos, y que depende del acceso y la buena administración de las colecciones por largos períodos de tiempo”, escribieron en el documento.
Su motivación para enviar esta carta abierta se dio por tres casos puntuales, aunque “su preocupación es más amplia”, en los que se evidencia la falta de apoyo para estos importantes recursos para la ciencia. “La decisión de reubicar el Herbario que se encuentra en la Universidad de Duke (Estados Unidos), los problemas de infraestructura en el Instituto de Ciencias Naturales (ICN) en la Universidad Nacional de Colombia, y la decisión de cerrar la Unidad de Biología Evolutiva del Museo del Sur de Australia”.
El caso del ICN, en Colombia, fue reseñado por El Espectador en esta nota titulada Las fracturas del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional, en la que se explica el riesgo en el que se encuentran los más de tres millones de ejemplares biológicos que alberga la colección, que incluyen especies extintas y cuyo único registro se tiene en este instituto.
Actualmente, hay un plan para construir un nuevo edificio para el ICN que ya cuenta con diseños y un plan financiero. Sin embargo, la Universidad Nacional no cuenta con los $100.000 millones que se requieren para su construcción, mientras que los ministerios de Ambiente, Ciencias y Educación no han dispuesto de presupuesto para el proyecto.
En su carta, las sociedades científicas reconocen que los recursos para la ciencia son limitados y que “recolectar y almacenar especímenes es una inversión en investigación y conocimiento en la que es difícil predecir las ganancias”.
Sin embargo, hacen un llamado a quienes están en posiciones de decisión para que brinden el apoyo necesario a estas colecciones que “han servido durante mucho tiempo para consultar, descubrir y resolver problemas en el campo de la biología evolutiva y en muchas otras disciplinas”.
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