Colombiana estuvo a cargo de la primera transmisión de la Nasa en español
Dos eventos históricos sucedieron simultáneamente ayer en la tarde. Mientras el Rover Perseverance amartizaba, la ingeniera aeroespacial colombiana Diana Trujillo lideró la primera transmisión de la NASA en nuestro idioma.
Ayer en la tarde, y de forma simultánea, sucedieron dos eventos históricos. A las 3:55 p.m. en punto, el Rover Perseverance de la NASA, el vehículo de exploración marciana más ambicioso que ha lanzado está agencia, llegó a Marte. Perseverance amartizó en el cráter Jezero -de unos 45 kilómetros de diámetro-, donde hace millones de años existía un lago. Su misión científica no se queda corta. En pocas palabras, el Rover, durante dos años en Marte -equivalentes a uno en la Tierra- explorará la diversidad geológica del lugar, evaluará su antigua habitabilidad, buscará signos de vida y taladrará algunas rocas que serán traídas a la Tierra por una futura misión de la NASA.
Lea: Después de siete meses de viaje el rover Perseverance aterrizó por fin en Marte
Para lograrlo, el Rover, que ya rueda sobre la superficie marciana, está equipado con siete instrumentos. Uno de los que la NASA más resalta son las cámaras Mastcam-Z, que actuarán como los ojos de los científicos, ya que pueden hacer un acercamiento tan avanzado en la textura de las rocas, como para poder tener una idea de cómo son en 3D. Además, está la SuperCam, un robot láser que permitirá estudiar la mineralogía y química de esa fracción del planeta desde una distancia de siete metros. Para poder buscar signos de vida bacteriana que pudieron existir en Marte años atrás, el Rover también está equipado con Rimfax, una herramienta que permite penetrar la superficie marciana.
Hacia las 3:50 de la tarde de Colombia, Perseverance se encontraba a 16 kilómetros de la superficie de Marte, volando casi horizontal al lugar de amartizaje. A las 3:52, a 12 kilómetros del planeta rojo, y continuando el descenso, se abrió el paracaídas. Con la cámara de amartizaje se empezaron a tomar fotos. “Hemos llegado”, gritó a las 3:55 p.m. la ingeniera aeroespacial colombiana Diana Trujillo. “A 20 mil kilómetros por hora hemos llegado a la superficie de Marte de una forma espectacular”.
Estas palabras son la segunda parte de los histórico que sucedió ayer. Y lo son porque se trata de la primera vez que la NASA hace una transmisión en vivo en español, abriendo el lenguaje de la ciencia. Trujillo, quien lideró y gestionó este espacio desde el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, ubicado en La Cañada Flintridge, cerca de Los Ángeles, Estados Unidos, es la jefa del equipo de ingeniería del brazo robótico del Rover Perseverance. El brazo mecánico es una pieza clave de la misión, pues en sus dedos, según explica Trujillo, están los instrumentos Sherloc y PIXL. El primero es un espectrómetro que utiliza un láser ultravioleta para detectar compuestos orgánicos, mientras el segundo es un espectrómetro de fluorescencia de rayos X que también tiene un generador de imágenes con alta resolución.
Vea: Diana Trujillo: la colombiana que le narrará al mundo la llegada de la NASA a Marte
Durante la transmisión en vivo, Trujillo mostró el escenario latino e hispanohablante que se mueve dentro de la NASA. Habló con la española Sandra Hernández, quien trabaja con el Rover Optimism, una réplica de Perseverance que se queda en la Tierra y sirve para hacer pruebas de cómo reparar al Rover que ya se encuentra en Marte en caso de que se averíe. También nos presentó a Luz María Martínez, ingeniera física colombiana que estudia los ambientes de radiación de los cuerpos del sistema solar. Sabemos ahora quién es José Antonio Rodríguez Manfredi, el español detrás de MEDA, la estación ambiental que viaja a bordo de Perseverance. Saludaron Juanes, Carla Morrison y personajes de Plaza Sésamo que nos inspiraron a ser curiosos desde pequeños.
Su transmisión, la primera en hacerse en español, dejó una lección sobre las mujeres y los latinos en la ciencia, así como de cómo la investigación y los descubrimientos no tienen que ser acartonados y difíciles al entendimiento popular. De alguna manera Trujillo logró que lo que estaba sucediendo en Marte, aproximadamente a 55 millones de kilómetros, se sintiera cercano. En nuestro idioma.
Ayer en la tarde, y de forma simultánea, sucedieron dos eventos históricos. A las 3:55 p.m. en punto, el Rover Perseverance de la NASA, el vehículo de exploración marciana más ambicioso que ha lanzado está agencia, llegó a Marte. Perseverance amartizó en el cráter Jezero -de unos 45 kilómetros de diámetro-, donde hace millones de años existía un lago. Su misión científica no se queda corta. En pocas palabras, el Rover, durante dos años en Marte -equivalentes a uno en la Tierra- explorará la diversidad geológica del lugar, evaluará su antigua habitabilidad, buscará signos de vida y taladrará algunas rocas que serán traídas a la Tierra por una futura misión de la NASA.
Lea: Después de siete meses de viaje el rover Perseverance aterrizó por fin en Marte
Para lograrlo, el Rover, que ya rueda sobre la superficie marciana, está equipado con siete instrumentos. Uno de los que la NASA más resalta son las cámaras Mastcam-Z, que actuarán como los ojos de los científicos, ya que pueden hacer un acercamiento tan avanzado en la textura de las rocas, como para poder tener una idea de cómo son en 3D. Además, está la SuperCam, un robot láser que permitirá estudiar la mineralogía y química de esa fracción del planeta desde una distancia de siete metros. Para poder buscar signos de vida bacteriana que pudieron existir en Marte años atrás, el Rover también está equipado con Rimfax, una herramienta que permite penetrar la superficie marciana.
Hacia las 3:50 de la tarde de Colombia, Perseverance se encontraba a 16 kilómetros de la superficie de Marte, volando casi horizontal al lugar de amartizaje. A las 3:52, a 12 kilómetros del planeta rojo, y continuando el descenso, se abrió el paracaídas. Con la cámara de amartizaje se empezaron a tomar fotos. “Hemos llegado”, gritó a las 3:55 p.m. la ingeniera aeroespacial colombiana Diana Trujillo. “A 20 mil kilómetros por hora hemos llegado a la superficie de Marte de una forma espectacular”.
Estas palabras son la segunda parte de los histórico que sucedió ayer. Y lo son porque se trata de la primera vez que la NASA hace una transmisión en vivo en español, abriendo el lenguaje de la ciencia. Trujillo, quien lideró y gestionó este espacio desde el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, ubicado en La Cañada Flintridge, cerca de Los Ángeles, Estados Unidos, es la jefa del equipo de ingeniería del brazo robótico del Rover Perseverance. El brazo mecánico es una pieza clave de la misión, pues en sus dedos, según explica Trujillo, están los instrumentos Sherloc y PIXL. El primero es un espectrómetro que utiliza un láser ultravioleta para detectar compuestos orgánicos, mientras el segundo es un espectrómetro de fluorescencia de rayos X que también tiene un generador de imágenes con alta resolución.
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Durante la transmisión en vivo, Trujillo mostró el escenario latino e hispanohablante que se mueve dentro de la NASA. Habló con la española Sandra Hernández, quien trabaja con el Rover Optimism, una réplica de Perseverance que se queda en la Tierra y sirve para hacer pruebas de cómo reparar al Rover que ya se encuentra en Marte en caso de que se averíe. También nos presentó a Luz María Martínez, ingeniera física colombiana que estudia los ambientes de radiación de los cuerpos del sistema solar. Sabemos ahora quién es José Antonio Rodríguez Manfredi, el español detrás de MEDA, la estación ambiental que viaja a bordo de Perseverance. Saludaron Juanes, Carla Morrison y personajes de Plaza Sésamo que nos inspiraron a ser curiosos desde pequeños.
Su transmisión, la primera en hacerse en español, dejó una lección sobre las mujeres y los latinos en la ciencia, así como de cómo la investigación y los descubrimientos no tienen que ser acartonados y difíciles al entendimiento popular. De alguna manera Trujillo logró que lo que estaba sucediendo en Marte, aproximadamente a 55 millones de kilómetros, se sintiera cercano. En nuestro idioma.