Comienza la odisea de viajar hasta Júpiter y sus lunas
Este 13 de abril, en horas de la mañana, despegará desde la Guayana Francesa una sofisticada misión que, al cabo de una travesía de ocho años, espera aproximarse al planeta más grande del sistema solar.
Si no hay ningún tropiezo en el camino, hoy, 13 de abril, empezará una de las travesías más esperadas del año. La misión Juice, un acrónimo en inglés de “Explorador de las lunas heladas de Júpiter”, despegará desde la Guayana Francesa a las 7:15 a.m. (hora colombiana) para llegar hasta el planeta más grande del sistema solar. Será un viaje de ocho años en los que la nave deberá hacer sofisticadas maniobras para llegar a su destino. (Lea Especies cavernícolas: el secreto que esconden las cuevas de Caquetá y Amazonas)
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Si no hay ningún tropiezo en el camino, hoy, 13 de abril, empezará una de las travesías más esperadas del año. La misión Juice, un acrónimo en inglés de “Explorador de las lunas heladas de Júpiter”, despegará desde la Guayana Francesa a las 7:15 a.m. (hora colombiana) para llegar hasta el planeta más grande del sistema solar. Será un viaje de ocho años en los que la nave deberá hacer sofisticadas maniobras para llegar a su destino. (Lea Especies cavernícolas: el secreto que esconden las cuevas de Caquetá y Amazonas)
La idea de enviar una misión que se acerque hasta las lunas de Júpiter empezó a gestarse en 2007. Liderado por la Agencia Espacial Europea (ESA), pero con participación de diversas agencias, institutos y empresas, el proyecto tardó más de una década en tomar forma. Querer llegar hasta ese gigante gaseoso requirió cálculos muy precisos para sortear las dificultades que la sonda puede encontrarse en el camino.
Christian Erd, administrador del sistema de Juice, resumió algunos de los desafíos en cierta oportunidad al equipo de comunicaciones de ESA. Además de estar muy lejos (a 778 millones de kilómetros del Sol), en Júpiter hay muy poca iluminación y tiene un nivel muy alto de radiación. Eso implica, entre otras cosas, que sus paneles solares, con una superficie de 85 metros cuadrados, recibirán muy poca luz del Sol (la mitad de su peso es combustible, de hecho) y que los ingenieros han tenido que idear “escudos” para proteger los componentes electrónicos que pueden atrofiarse.
Para estar al tanto de lo que sucederá cuando la nave se aproxime a Júpiter, cuenta con un monitor de radiación. Además, tendrá abordo 10 sofisticados instrumentos que le permitirán capturar diferentes datos. Por mencionar algunos, está equipado con altímetro láser (GALA) y una sonda de radar (RIME) que permitirán explorar la superficie y el subsuelo de las lunas a las que se acercará Juice: Ganímedes, Europa y Calisto.
Júpiter, en realidad, tiene más de 80 lunas, pero esas tres -junto a Ío- son legendarias y han seducido a los astrónomos por siglos, desde que Galileo Galilei las descubrió los primeros días de 1610. Entre otras cosas, fue un hallazgo que le sirvió para poner a tambalear a quienes replicaban que la Tierra era el centro del universo.
Ahora, cuatro siglos más tarde, quienes están al frente de la misión esperan confirmar que en esas lunas heladas hay algún rastro de vida y que tienen, bajo su capa de hielo, océanos de agua. En Calisto, el primer cuerpo que visitará la sonda, es posible que haya un océano con un fondo rocoso, un “ambiente” que podría ser propicio para la existencia de elementos claves para cualquier forma de vida: carbono, hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, fósforo y azufre. También espera “observar” su superficie llena de cráteres que pueden ser tan antiguos como el sistema solar.
La meta, si todo sale como está previsto, es que luego de orbitar alrededor de Júpiter en julio de 2031, Juice realice 35 vuelos de aproximación a las lunas heladas: 21 a Calisto, 2 a Europa (la que tiene mayor radiactividad) y 12 a Ganímedes, el satélite más seductor de todos. Es, de hecho, el principal objetivo de Juice.
¿Por qué? Además de ser la luna más grande del sistema solar (más que Plutón y Mercurio), Ganímedes es la única con un campo magnético interno. También muestra una amplia gama de edades, lo cual ofrece un registro que abarca varios miles de millones de años. Otra de las características que seduce al equipo de científicos es la sospecha de que esta luna tiene un núcleo de hierro, como la Tierra. “Es un objeto único y fascinante”, sintetiza la ESA.
Para acercarse a Ganímedes, la sonda deberá hacer una maniobra nunca antes realizada: cambiar la órbita de otro planeta a una de sus lunas. Será la primera vez que una nave orbite una luna diferente a la nuestra.
Pero para llegar a su destino, antes, Juice tendrá que hacer otra pirueta que no se ha hecho nunca: valerse de la gravedad de la Tierra, de nuestra Luna y de Venus para ganar velocidad y emprender su larga travesía que inicia mañana en el puerto espacial en Kourou abordo de un cohete Ariane 5. Será el resultado de un esfuerzo de más de dos mil personas y que ha tenido un costo de 1.600 millones de euros.
Si nada extraordinario sucede, en 2032 la humanidad obtendrá los primeros resultados y las primeras imágenes de Júpiter.
Este es el paso a paso de lo que hará Juice: