¿Cómo están compuestas las nubes en planetas distantes si no hay agua en ellos?

Ciencia

Agencia Europa Press | 11 de julio Pexels

Un nuevo estudio que utilizó observaciones de archivo del ahora retirado Telescopio Espacial Spitzer encontró un rasgo común entre los mundos distantes donde se forman nubes exóticas. Pexels

¿Cómo están compuestas las nubes fuera de nuestro sistema solar? Estan compuestas de silicatos, la familia de minerales formadores de rocas que constituyen más del 90% de la corteza terrestre. Sin embargo, los investigadores no habían podido observar las condiciones bajo las cuales se forman estas nubes de pequeños granos de polvo. Pexels

¿Qué encontraron los investigadores? La investigación, que aparece en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, revela el rango de temperatura en el que se pueden formar las nubes de silicato y son visibles en la parte superior de la atmósfera de un planeta distante. Pexels

¿Cómo se pudo observar? El hallazgo se derivó de las observaciones de enanas marrones a través del Telescopio Espacial Spitzer retirado de la NASA. Estas son cuerpos celestes que caen entre los planetas y las estrellas, pero encaja en una comprensión más general de cómo funcionan las atmósferas planetarias. Pexels

Comprender las atmósferas de las enanas marrones y los planetas donde se pueden formar nubes de silicato también puede ayudarnos a comprender lo que veríamos en la atmósfera de un planeta más cercano en tamaño y temperatura a la Tierra Stanimir Metchev, profesor de estudios de exoplanetas en Western University en London, Ontario, y coautor del estudio. Pexels

Entonces, ¿cómo se forman las nubes? Según el estudio, la roca se vaporiza a una temperatura mucho más alta que el agua por lo que las nubes de silicato solo son visibles en mundos calientes, como las enanas marrones y algunos planetas fuera de nuestro sistema solar. Pexels

Antes de este estudio, los datos de Spitzer ya sugerían la presencia de nubes de silicato en un puñado de atmósferas de enanas marrones. Sin embargo, en muchos casos, la evidencia de nubes de silicato en las enanas marrones observadas por Spitzer era demasiado débil para sostenerse por sí sola. Pexels

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