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Científicos crearon un chip de silicona con tejidos donados por dos mujeres. Se trata de un proyecto adelantado por el bioingeniero Don Ingber, de la Universidad de Harvard, quien ha fabricado más de 15 chips de órganos, entre los que ha simulado pulmones, hígados, intestinos y piel. La investigación más avanzada es sobre el microbioma intestinal.
La vagina se hizo dentro de chips de caucho de silicona que tienen el tamaño de un chicle y con los que se formaron canales que respondían a niveles de estrógeno y bacterias. El modelo logró imitar las características del microbioma vaginal, que son comunidades de bacterias claves en la salud de este órgano, por lo que también imita cómo una vagina real responde a diferentes entornos bacterianos. (Lea: Encuentran 168 nuevas figuras cerca de las Líneas de Nazca)
Por ejemplo, Ingber y su equipo cultivaron un tipo de bacteria asociada a infecciones vaginales y las células del chip se dañaron fácilmente, también la inflamación aumentó. También, demostraron que el tejido respondió positivamente a la Lactobacilli, un tipo de bacteria que digiere azúcares y produce ácido láctico, de modo que crea un ambiente ácido al interior de la vagina, que la ayuda a proteger de infecciones.
Para los científicos, con esta herramienta se pueden probar los tratamientos para vaginiosis bacteriana, una infección que afecta al 30 % de mujeres al año, que se apodera del microbioma vaginal y disminuye su acidez. De hecho, la reacción del tejido a la bacteria asociada a infecciones, es similar a lo que sucede cuando se contrae vaginiosis. (Lea: Japón envía el primer módulo de aterrizaje comercial a la Luna. ¿Qué viene luego?)
Esta infección, que suele ser tratada con antibióticos, tiene tasas de recaída altas. Si no se trata, puede aumentar el riesgo de contraer cáncer de cuello uterino e infecciones de transmisión sexual. Sin embargo, sigue sin ser lo suficientemente estudiada, al igual que la vagina. Por ejemplo, aún no se sabe cómo desencadenan dichos procesos.
Amanda Lewis, profesora de la Universidad de California en San Diego, quien estudia el microbioma vaginal, afirmó para el New York Times que “como se puede imaginar, una comprensión tan cruda de un sistema fisiológico tan importante genera intervenciones crudas o ninguna”. (Lea: Gracias al James Webb descubren las galaxias más antiguas hasta la fecha)
Por ahora, los estudios con la vagina del chip de silicona siguen sin avanzar significativamente porque no cuentan con suficiente presupuesto.
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