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Si bien el Sol es la estrella que da vida al planeta Tierra, aún hay muchas preguntas que la ciencia aún no ha logrado resolver sobre él. Entre los esfuerzos que ha hecho para contestarlas, hay uno muy valioso que empezó en diciembre de 2013: el lanzamiento de la misión Gaia, de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Desde que esta sonda fue enviada al espacio, ha estado capturando datos que están ayudando a comprender mejor nuestra galaxia al tratar de hacer un mapa de los millones de estrellas que hay en nuestro “vecindario”. Ese trabajo, por ejemplo, le permitió a un equipo de investigadores calcular con mejor precisión cuál es la edad del Sol y qué le espera en el futuro.
“Si no entendemos nuestro propio Sol - y hay muchas cosas que no sabemos sobre él - cómo podemos esperar entender todas las otras estrellas que componen nuestra maravillosa galaxia”, dijo Orlagh Creevey, investigadora en Astrofísica del Observatorio de la Costa Azul, en Francia, y una de las autoras de la investigación, según un comunicado de la ESA.
Sin entrar en muchos detalles técnicos, Orlagh y sus colegas “analizaron los datos de Gaia en busca de las observaciones estelares más precisas que la nave espacial pudiera ofrecer”. “Queríamos tener una muestra realmente pura de estrellas con mediciones de alta precisión”, aseguró Orlagh.
Para hacerlo, centraron sus esfuerzos en analizar los datos de las estrellas más longevas de la galaxia, que tienen temperaturas entre 3000 K (Kelvin) y 10.000 K. Luego, filtraron la muestra para encontrar las estrellas que tenían una composición y una masa similar a la del Sol. Con esos datos en la mano, palabras más, palabras menos, pudieron hacer una proyección de cómo variará su temperatura y su luminosidad a medida que envejece.
Como lo se lee en la página de la agencia espacial, “al identificar con precisión estrellas de masa y composición similares a las del Sol pudieron ver cómo evolucionará nuestro Sol en el futuro”.
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¿Cómo muere el Sol?
En este momento, “con una edad de aproximadamente 4.570 millones de años, nuestro Sol se encuentra actualmente en su cómoda vida media, fusionando hidrógeno en helio y siendo generalmente bastante estable”, se lee en la página de la Agencia Espacial Europea. “Sin embargo, este no siempre será el caso, mientras el combustible de hidrógeno se agota en su núcleo, y los cambios comienzan en el proceso de fusión, esperamos que se convierta en una estrella gigante roja, reduciendo su temperatura superficial en el proceso”.
Si bien la masa de las estrellas cambia relativamente poco a lo largo de su vida, la temperatura y el tamaño de la estrella varía bastante cuando envejece, debido a cambios por el tipo de reacciones de fusión nuclear que se desarrollan en el interior de la estrella en el momento. Es aquí en donde comienza el proceso de envejecimiento del Sol.
Gracias a los datos reunidos por Gaia, los científicos, entre los que se encuentra el equipo de la Unidad de Coordinación 8 de Gaia, creen que el Sol alcanzará una temperatura máxima aproximadamente a sus 8 mil millones de años de edad. Luego, se enfriará y aumentará su tamaño, convirtiéndose en una estrella gigante roja a sus 10 u 11 mil millones de años de edad, una estrella que está en sus últimos períodos de evolución. Por último, el Sol llegará al final de su vida después de esta fase, y se convertirá en una enana blanca.
*Nota del editor (6 p.m. - 11 de octubre): Este artículo fue modificado porque tenía algunas imprecisiones.
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