Descubren las que serían las huellas más antiguas de los seres humanos
Las huellas fueron halladas en un sitio arqueológico ubicado en el sur de Sudáfrica.
En 2017, dos estudios científicos independientes encontraron que el origen de la especie de los seres humanos (Homo sapiens) estaba 100.000 años más atrás de lo que para ese entonces se creía. Tanto en las costas de Marruecos como en las de Sudáfrica, los datos genéticos de distintos individuos hallados arrojaban que habían vivido entre 315.000 y 350.000 años atrás. (Puede leer: China planea llevar a sus astronautas a la Luna por primera vez antes de 2030)
Como explicó el periodista Ewen Callaway en un artículo publicado ese mismo año por Nature, la investigación que había surgido en Marruecos agregaba un ingrediente a la reconstrucción de la historia del Homo sapiens: la especie quizás había evolucionado a lo largo del continente africano y no solo al sur de este, como hasta ese entonces se consideraba.
Ahora, seis años después, un nuevo hallazgo producido en Sudáfrica vuelve a llamar la atención sobre la historia de nuestra especie. Según un estudio que fue publicado a finales de abril en la revista académica Ichnos, unas huellas de hace 135.000 años serían los rastros de este tipo más antiguos hasta ahora encontrados. (Le puede interesar: Plástico biodegradable no se descompondría tan rápido como se pensaba)
Cerca de la costa sur de Sudáfrica, los arqueólogos encontraron siete yacimientos arqueológicos en las que hallaron huellas de humanos. En estos “icnositios”, como se les conoce, los investigadores detallaron cuatro huellas que habrían sido realizadas por humanos hace cientos de miles de años.
Luego, utilizando una técnica conocida como Luminiscencia Ópticamente Estimulada (OSL, por su sigla en inglés), dataron que las huellas podrían ser de hace 153.000 años, con un margen de error de 10.000 años, lo que las convierte en las huellas de Homo sapiens más antiguas hasta ahora conocidas. Esta técnica calcula “el tiempo transcurrido desde la última exposición a la luz solar de los granos de cuarzo o feldespato que se encuentran dentro o cerca de las huellas fosilizadas”, explica el medio LiveScience. (También puede leer: La NASA completó su “constelación” de satélites que monitorean huracanes)
Como le dijo a este medio el autor principal del estudio, Charles Helm, las huellas más antiguas hasta ahora conocidas databan de hace 130.000 años. Por eso estas, que irían unos 23.000 años más atrás, los dejaron “gratamente sorprendidos”.
La costa sudafricana, escribieron los investigadores en su estudio, “contiene un registro arqueológico y paleoantropológico de importancia mundial, al que el registro icnológico de homínidos, conservado en paleosuperficies eólicas y ahora limitado cronológicamente, puede contribuir de forma sustancial”. (Puede interesarle: Encuentran los restos destrozados del módulo de aterrizaje lunar japonés)
Pese a esta importancia, los científicos advirtieron que estos yacimientos también están expuestos a la erosión, por lo que deberán trabajar contra el reloj para analizar los restos que allí se encuentran, antes de que “el océano y el viento” los destruyan.
En 2017, dos estudios científicos independientes encontraron que el origen de la especie de los seres humanos (Homo sapiens) estaba 100.000 años más atrás de lo que para ese entonces se creía. Tanto en las costas de Marruecos como en las de Sudáfrica, los datos genéticos de distintos individuos hallados arrojaban que habían vivido entre 315.000 y 350.000 años atrás. (Puede leer: China planea llevar a sus astronautas a la Luna por primera vez antes de 2030)
Como explicó el periodista Ewen Callaway en un artículo publicado ese mismo año por Nature, la investigación que había surgido en Marruecos agregaba un ingrediente a la reconstrucción de la historia del Homo sapiens: la especie quizás había evolucionado a lo largo del continente africano y no solo al sur de este, como hasta ese entonces se consideraba.
Ahora, seis años después, un nuevo hallazgo producido en Sudáfrica vuelve a llamar la atención sobre la historia de nuestra especie. Según un estudio que fue publicado a finales de abril en la revista académica Ichnos, unas huellas de hace 135.000 años serían los rastros de este tipo más antiguos hasta ahora encontrados. (Le puede interesar: Plástico biodegradable no se descompondría tan rápido como se pensaba)
Cerca de la costa sur de Sudáfrica, los arqueólogos encontraron siete yacimientos arqueológicos en las que hallaron huellas de humanos. En estos “icnositios”, como se les conoce, los investigadores detallaron cuatro huellas que habrían sido realizadas por humanos hace cientos de miles de años.
Luego, utilizando una técnica conocida como Luminiscencia Ópticamente Estimulada (OSL, por su sigla en inglés), dataron que las huellas podrían ser de hace 153.000 años, con un margen de error de 10.000 años, lo que las convierte en las huellas de Homo sapiens más antiguas hasta ahora conocidas. Esta técnica calcula “el tiempo transcurrido desde la última exposición a la luz solar de los granos de cuarzo o feldespato que se encuentran dentro o cerca de las huellas fosilizadas”, explica el medio LiveScience. (También puede leer: La NASA completó su “constelación” de satélites que monitorean huracanes)
Como le dijo a este medio el autor principal del estudio, Charles Helm, las huellas más antiguas hasta ahora conocidas databan de hace 130.000 años. Por eso estas, que irían unos 23.000 años más atrás, los dejaron “gratamente sorprendidos”.
La costa sudafricana, escribieron los investigadores en su estudio, “contiene un registro arqueológico y paleoantropológico de importancia mundial, al que el registro icnológico de homínidos, conservado en paleosuperficies eólicas y ahora limitado cronológicamente, puede contribuir de forma sustancial”. (Puede interesarle: Encuentran los restos destrozados del módulo de aterrizaje lunar japonés)
Pese a esta importancia, los científicos advirtieron que estos yacimientos también están expuestos a la erosión, por lo que deberán trabajar contra el reloj para analizar los restos que allí se encuentran, antes de que “el océano y el viento” los destruyan.