Descubren templo de 2.100 años de antigüedad en un acantilado en Egipto
Un grupo de investigadores encontró un templo con relieves de dioses asociados con la fertilidad y de un rey egipcio que gobernó entre 170 y 116 a.C. En los próximos meses se realizarán más excavaciones para explorar otras cámaras de la edificación.
Un grupo de arqueólogos desenterró un templo oculto ubicado en un acantilado a más de 200 kilómetros de la ciudad de Luxor, en Egipto. Los investigadores estiman que la edificación data de hace unos 2.100 años y que estaba dedicada al culto de Repit, también conocida como la ‘diosa leona’.
El hallazgo ocurrió en medio de excavaciones en el yacimiento arqueológico de Atribis. En el templo, construido en piedra, se encontraron rastros de relieves que muestran al rey Ptolomeo VIII (que reinó entre 170 y 116 a.C.) ofreciendo sacrificios a Repit, la consorte de Min-Ra (dios asociado a la fertilidad), y a su hijo Kolanthes.
En la entrada del templo se encontraron otros relieves que representan a Repit y Min-Ra acompañado de dos decanos, que son las estrellas que los egipcios antiguos asignaban a las 36 horas nocturnas (que consistían en intervalo de alrededor de 40 minutos). Estos decanos tienen cuerpos humanoides con cabezas de animales; en este caso, uno tiene cabeza de halcón y el otro de ibis.
Por su parte, los arqueólogos también encontraron una cámara que contenía utensilios del templo, así como ánforas y vasijas de arcillas.
Como explica el director del proyecto Christian Leitz, y el director de la excavación, Marcus Müller, del Instituto de Civilizaciones del Próximo Oriente Antiguo (IANES) de la Universidad de Tubinga, se sospecha que la entrada del templo se encuentra bajo escombros acumulados en este punto.
Estos hallazgos se realizaron en un distrito de templos que fue construido 144 a.C. y 138 d.C y que viene siendo excavado desde 2012. En general, el complejo tenía 51 metros de ancho total, así como torres de monumentales que medían 18 metros de altura cada una para marca la entrada al recinto. Actualmente, sus vestigios solo miden 5 metros, al ser víctimas, a lo largo del tiempo, de actividades de canteras para extraer sus materiales.
Para finales de este año, se realizarán nuevas excavaciones para encontrar nuevas cámaras del templo. “Los bloques de piedra caliza finamente alisados sobre una fachada de roca cortada verticalmente podrían pertenecer a un santuario rupestre”, afirma Christian Leitz.
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Un grupo de arqueólogos desenterró un templo oculto ubicado en un acantilado a más de 200 kilómetros de la ciudad de Luxor, en Egipto. Los investigadores estiman que la edificación data de hace unos 2.100 años y que estaba dedicada al culto de Repit, también conocida como la ‘diosa leona’.
El hallazgo ocurrió en medio de excavaciones en el yacimiento arqueológico de Atribis. En el templo, construido en piedra, se encontraron rastros de relieves que muestran al rey Ptolomeo VIII (que reinó entre 170 y 116 a.C.) ofreciendo sacrificios a Repit, la consorte de Min-Ra (dios asociado a la fertilidad), y a su hijo Kolanthes.
En la entrada del templo se encontraron otros relieves que representan a Repit y Min-Ra acompañado de dos decanos, que son las estrellas que los egipcios antiguos asignaban a las 36 horas nocturnas (que consistían en intervalo de alrededor de 40 minutos). Estos decanos tienen cuerpos humanoides con cabezas de animales; en este caso, uno tiene cabeza de halcón y el otro de ibis.
Por su parte, los arqueólogos también encontraron una cámara que contenía utensilios del templo, así como ánforas y vasijas de arcillas.
Como explica el director del proyecto Christian Leitz, y el director de la excavación, Marcus Müller, del Instituto de Civilizaciones del Próximo Oriente Antiguo (IANES) de la Universidad de Tubinga, se sospecha que la entrada del templo se encuentra bajo escombros acumulados en este punto.
Estos hallazgos se realizaron en un distrito de templos que fue construido 144 a.C. y 138 d.C y que viene siendo excavado desde 2012. En general, el complejo tenía 51 metros de ancho total, así como torres de monumentales que medían 18 metros de altura cada una para marca la entrada al recinto. Actualmente, sus vestigios solo miden 5 metros, al ser víctimas, a lo largo del tiempo, de actividades de canteras para extraer sus materiales.
Para finales de este año, se realizarán nuevas excavaciones para encontrar nuevas cámaras del templo. “Los bloques de piedra caliza finamente alisados sobre una fachada de roca cortada verticalmente podrían pertenecer a un santuario rupestre”, afirma Christian Leitz.
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