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Aunque no son eventos tan recurrentes, es posible que gran parte de la población haya escuchado de qué se tratan los eclipses. La mayoría de veces, usted verá que hay eclipses lunares o solares, pero ahora, un grupo de casi 30 científicos acaba de detectar, por primera vez, un eclipse de rayos gamma. (Puede leer: Los humanos pueden entender los gestos de los simios. ¿Por qué?)
El descubrimiento se dio en un tipo de sistema estelar especial que se conoce como binario o sistema araña, que se caracterizan por contener un púlsar, es decir, los restos superdensos y en rápida rotación de una estrella que explotó como supernova y que va erosionando lentamente a su compañera.
Para llegar a identificarlas, el grupo de investigadores analizó más de una década de observaciones del telescopio espacial de rayos gamma Fermi de la NASA. Luego de este trabajo, encontrar que en siete arañas se daban estos eclipses “que se producen cuando la estrella compañera de baja masa pasa por delante del púlsar desde nuestro punto de vista”, explicó la agencia espacial estadounidense. (Le puede interesar: El mercurio podría ayudar a explicar la mayor extinción en la Tierra)
Colin Clark, astrofísico del Instituto Max Planck de Física Gravitacional de Hannover (Alemania), quien dirigió el trabajo que fue publicado recientemente en Nature Astronomy, explicó que “uno de los objetivos más importantes para estudiar las arañas es intentar medir las masas de los púlsares”.
Estos, según dijo Clark, “son básicamente bolas de la materia más densa que podemos medir. La masa máxima que pueden alcanzar limita la física dentro de estos entornos extremos, que no pueden reproducirse en la Tierra”. (También puede leer: Científicos estudiaron una isla que luego desapareció)
Para Elizabeth Hays, científica del proyecto Fermi de la Nasa, lo valioso de este trabajo y del telescopio, es que hasta antes de este se conocía muy poco sobre los sistemas araña, que se clasifican en dos tipos: las viudas negras contienen compañeras con menos del 5 % de la masa del Sol, mientras los espalda roja pueden albergar compañeras que pesan entre el 10 y el 50 % del Sol.
“Tras más de una década de observaciones, la misión ha identificado más de 300 y recopilado un largo conjunto de datos casi ininterrumpido que permite a la comunidad hacer ciencia pionera”, agregó Hays sobre el trabajo.