El biocombustible de un estudiante colombiano que impactó a Google
El proyecto de unos estudiantes para crear combustible a base de una planta llamada bore, clasificó entre los mejores en la Feria de Ciencia del gigante de internet.
Jesús Mesa
Elkin tenía solo 13 años cuando caminaba por su colegio, el Instituto Bernardo Montoya de Copacabana, Antioquia, y se topó con el bore, una misteriosa planta que llamó su atención. Durante cinco años, Elkin, sorprendido, estudió las características de esa planta, que también se encuentra en las costas Pacífica y Atlántica y en algunas áreas de cordillera, debajo de los 1.700 m.s.n.m. Ahora, su esfuerzo capturó la atención de Google. Esta semana, el gigante del internet reconoció a Elkin por crear un proyecto de biocombustibles basado en esta planta. (Lea Estudiantes colombianos compiten en feria de ciencia y tecnología de Google")
La iniciativa, denominada “Bore: Alternativa para la disminución del calentamiento global”, aprovecha las características del bore (Alocasia macrorrhiza) para elaborar un biocombustible que tiene dos beneficios: es útil económicamente para las personas que lo producen y no afecta al medio ambiente.
Cuenta Elkin que todo comenzó en los últimos meses del 2010 cuando, en busca de respuestas, llevó una muestra de la planta a su profesora de ciencias, Salma Quinto. Ella le prometió estudiar la planta en una de sus clases. “Esto es bore”, le dijo la maestra. “Es una planta que se ve mucho de donde yo soy”. Salma era del Chocó.
“En la clase realizamos pruebas con yodo para determinar qué compuestos de almidón tenían varios alimentos”, dice Elkin. Cuando evaluaron al bore, encontraron que este contenía una gran cantidad de almidón y su profesora les dijo que podía servir como un proyecto de energías renovables.
Al año siguiente, Elkin, junto con dos compañeros (Angie Pineda y Alejandro Tobón), conformó un grupo de investigación con su profesora. Ya no les dictaría más clases, pero los impulsaba a continuar investigando. Fueron casi tres años en los que los tres jóvenes dedicaron sus horas libres a la investigación de las propiedades del bore. El colegio les facilitaba los laboratorios en horas de la mañana y de vez en cuando los maestros les daban permiso para “capar” clase y dedicarse por completo al cuento de las energías renovables.
De esa manera, durante cinco años Elkin y sus compañeros realizaron distintos experimentos. Trataban de comprobar que el bore podía ser una alternativa real para la realización de biocombustibles. En uno de ellos encontraron que la planta mejoraba el rendimiento del motor en los vehículos, pues tenía una concentración de 88 % de etanol, mientras que la caña o el maíz, dos de los recursos más utilizados para la producción de biocombustibles, llegan a un máximo de 85 %.
Además del buen rendimiento del bore, Elkin y su equipo encontraron que también producía menos contaminación. “Cuando hicimos la prueba de gases vimos que se estaba reduciendo en un 60 % el monóxido de carbono y en 30 % el dióxido”, dice.
Estos resultados fueron los que motivaron al joven estudiante de Ingeniería Química, en la Universidad Nacional, a postularse dentro de la Feria de Ciencia de Google de este año. Previamente, Elkin y sus amigos se habían inscrito en distintas ferias regionales, pero esta era la primera vez que concursaban en una internacional. Allí, su iniciativa fue seleccionada como una de los mejores de 2016.
Finalmente su proyecto no fue el ganador, pero para Elkin lo que sucedió esta semana es la muestra más clara y contundente de que hay una gran oportunidad dentro del mundo de los biocombustibles. “Más aún si a Google le pareció viable”, dice. Ahora, espera que el trabajo de cinco años desemboque en la construcción de una empresa que aproveche mejor las características del bore.
Elkin tenía solo 13 años cuando caminaba por su colegio, el Instituto Bernardo Montoya de Copacabana, Antioquia, y se topó con el bore, una misteriosa planta que llamó su atención. Durante cinco años, Elkin, sorprendido, estudió las características de esa planta, que también se encuentra en las costas Pacífica y Atlántica y en algunas áreas de cordillera, debajo de los 1.700 m.s.n.m. Ahora, su esfuerzo capturó la atención de Google. Esta semana, el gigante del internet reconoció a Elkin por crear un proyecto de biocombustibles basado en esta planta. (Lea Estudiantes colombianos compiten en feria de ciencia y tecnología de Google")
La iniciativa, denominada “Bore: Alternativa para la disminución del calentamiento global”, aprovecha las características del bore (Alocasia macrorrhiza) para elaborar un biocombustible que tiene dos beneficios: es útil económicamente para las personas que lo producen y no afecta al medio ambiente.
Cuenta Elkin que todo comenzó en los últimos meses del 2010 cuando, en busca de respuestas, llevó una muestra de la planta a su profesora de ciencias, Salma Quinto. Ella le prometió estudiar la planta en una de sus clases. “Esto es bore”, le dijo la maestra. “Es una planta que se ve mucho de donde yo soy”. Salma era del Chocó.
“En la clase realizamos pruebas con yodo para determinar qué compuestos de almidón tenían varios alimentos”, dice Elkin. Cuando evaluaron al bore, encontraron que este contenía una gran cantidad de almidón y su profesora les dijo que podía servir como un proyecto de energías renovables.
Al año siguiente, Elkin, junto con dos compañeros (Angie Pineda y Alejandro Tobón), conformó un grupo de investigación con su profesora. Ya no les dictaría más clases, pero los impulsaba a continuar investigando. Fueron casi tres años en los que los tres jóvenes dedicaron sus horas libres a la investigación de las propiedades del bore. El colegio les facilitaba los laboratorios en horas de la mañana y de vez en cuando los maestros les daban permiso para “capar” clase y dedicarse por completo al cuento de las energías renovables.
De esa manera, durante cinco años Elkin y sus compañeros realizaron distintos experimentos. Trataban de comprobar que el bore podía ser una alternativa real para la realización de biocombustibles. En uno de ellos encontraron que la planta mejoraba el rendimiento del motor en los vehículos, pues tenía una concentración de 88 % de etanol, mientras que la caña o el maíz, dos de los recursos más utilizados para la producción de biocombustibles, llegan a un máximo de 85 %.
Además del buen rendimiento del bore, Elkin y su equipo encontraron que también producía menos contaminación. “Cuando hicimos la prueba de gases vimos que se estaba reduciendo en un 60 % el monóxido de carbono y en 30 % el dióxido”, dice.
Estos resultados fueron los que motivaron al joven estudiante de Ingeniería Química, en la Universidad Nacional, a postularse dentro de la Feria de Ciencia de Google de este año. Previamente, Elkin y sus amigos se habían inscrito en distintas ferias regionales, pero esta era la primera vez que concursaban en una internacional. Allí, su iniciativa fue seleccionada como una de los mejores de 2016.
Finalmente su proyecto no fue el ganador, pero para Elkin lo que sucedió esta semana es la muestra más clara y contundente de que hay una gran oportunidad dentro del mundo de los biocombustibles. “Más aún si a Google le pareció viable”, dice. Ahora, espera que el trabajo de cinco años desemboque en la construcción de una empresa que aproveche mejor las características del bore.