El eclipse solar total de este 8 de abril: un evento único para comprender nuestro Sol
El próximo eclipse solar total del 8 de abril ofrecerá una valiosa oportunidad para la investigación científica, permitiendo estudios detallados de la corona solar y la ionosfera terrestre. Este evento único revelará secretos sobre el Sol y su influencia en nuestra atmósfera, promoviendo nuevos descubrimientos y avances en la comprensión del espacio cercano a la Tierra.
Este 8 de abril ocurrirá un eclipse solar total, un evento que se repetirá solo hasta agosto de 2044. Se trata de una gran oportunidad para que observadores, sobre todo de países de Norteamérica (aunque no únicamente allá, pues en Colombia podrá observarse parcialmente en algunas zonas), aprecien cómo la Luna bloqueará, por unos minutos, al Sol. Pero este evento también brindará mucha información acerca de nuestro Sol, que los investigadores podrán usar para ampliar mucho más el conocimiento sobre esta estrella.
Un eclipse solar ocurre cuando la Luna pasa entre el Sol y la Tierra, proyectando una sombra sobre la Tierra que bloquea total o parcialmente la luz del Sol en algunas zonas. Esto solo ocurre ocasionalmente, porque la Luna no orbita en el mismo plano exacto que el Sol y la Tierra. El momento en que se alinean se conoce como temporada de eclipses, lo cual sucede dos veces al año. Un eclipse solar total es el único tipo de eclipse solar donde los espectadores pueden quitarse por un momento sus anteojos para eclipses (que no son iguales que las gafas de sol comunes) durante el breve período de tiempo en que la Luna bloquea completamente el Sol.
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“Los eclipses no solamente son hermosos, también son excelentes para la ciencia. Además de inspirar a artistas y músicos, los eclipses han motivado numerosos descubrimientos científicos”, dice la Nasa, la agencia espacial de Estados Unidos. “Durante más de un siglo, los eclipses solares ayudaron a los científicos a descifrar la estructura del Sol y sus fenómenos explosivos, a encontrar evidencia de la teoría de la relatividad general y a descubrir un nuevo elemento, entre otras cosas”. Hoy, los científicos continúan estudiando los eclipses para hacer nuevos descubrimientos acerca del Sol, la Tierra y nuestro entorno espacial.
Este fenómeno es importante porque permite a los científicos ver una parte de la atmósfera del Sol conocida como la corona. Durante un eclipse total, la Luna bloquea la luz directa del Sol, permitiendo que los científicos estudien la corona solar, la capa exterior de la atmósfera solar. La corona es mucho más tenue que la superficie solar y normalmente es difícil de ver debido al brillo del Sol, pero durante un eclipse total se vuelve visible. Esto proporciona información crucial sobre la estructura, temperatura y actividad de la corona.
De hecho, una empresa de investigación y desarrollo de productos con sede en San Diego, California, publicó hace unas semanas una predicción de cómo se podrá ver esa corona, una de las partes más interesantes y misteriosas de la atmósfera del Sol (la foto con la que está abriendo este artículo). Los científicos explican que la corona es mucho más caliente que la superficie visible del Sol. Mientras que la temperatura en la superficie solar es de unos 5500 grados Celsius, la temperatura de la corona puede llegar a varios millones de grados Celsius. No sabemos del todo por qué esa diferencia entre las temperaturas.
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Además, la corona está estrechamente relacionada con la actividad solar, incluidas las erupciones solares y las eyecciones de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés). Por lo tanto, estudiar la estructura y el comportamiento de la corona ayuda a predecir y comprender mejor estas explosiones solares, que pueden tener impactos significativos en la Tierra, como tormentas geomagnéticas y auroras.
Los científicos utilizan instrumentos llamados coronógrafos para bloquear la luz del Sol de una manera similar a un eclipse total, pero incluso con estos instrumentos resulta difícil revelar la región de la corona más cercana al Sol, donde ocurren muchos procesos importantes. “Estudiar la parte más interna de la corona —visible solo durante los eclipses solares totales— es clave para responder a las preguntas fundamentales sobre cómo el calor y la energía se transfieren del Sol al viento solar, que es la corriente constante de partículas que el Sol arroja al sistema solar. El viento solar puede afectar a los humanos y la tecnología en la Tierra, por lo que comprender cómo este se acelera en el Sol puede ayudar a predecir sus impactos en nuestro planeta”, agrega la Nasa. (Puede ver: La Nasa creará una zona horaria para la Luna en 2026)
Los eclipses solares totales también ofrecen la oportunidad de estudiar la atmósfera de la Tierra en condiciones poco usuales. A diferencia de los cambios de luz diarios que ocurren al amanecer y al atardecer, un eclipse solar afecta la iluminación de la Tierra en una región limitada dentro de la sombra de la Luna.
Este bloqueo localizado de la luz solar es valioso para estudiar cómo el Sol afecta nuestra atmósfera, especialmente en la parte superior, donde crea una capa de partículas cargadas conocida como ionosfera. Entender esta área es crucial porque alberga numerosos satélites en órbita baja, así como señales de comunicación como ondas de radio y señales que respaldan los sistemas GPS. Los cambios en esta región pueden tener impactos significativos en la tecnología y sistemas de comunicación.
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Ha sido tanto el interés sobre este tema, que durante el eclipse solar total de 2017, la NASA financió 11 estudios científicos para recopilar datos que solo están disponibles durante los eclipses. En esa ocasión, el eclipse tuvo un paso largo sobre estados contiguos de Estados Unidos, lo que “brindó una oportunidad única para que los científicos observaran el eclipse desde tierra durante un período de más de una hora”, dice la agencia. El eclipse de 2019 en América del Sur también fue observado por la misión Observación a escala global del limbo y el disco (GOLD, por sus siglas en español) de la NASA, la cual proporcionó las primeras mediciones de cómo los eclipses afectan la capa de la atmósfera de la Tierra llamada termosfera.
Esos estudios han tenido hallazgos muy interesantes. En 2021, por ejemplo, un equipo de científicos publicó los hallazgos obtenidos tras más de una década de observaciones de eclipses. El equipo descubrió que la corona mantiene una temperatura bastante constante, a pesar de experimentar cambios que ocurren en una rotación de 11 años conocida como el ciclo solar. Recuerde que si quiere observar el eclipse solar de este 8 de abril, mientras un experto de la Nasa responde las preguntas más usuales, puede entrar aquí (La transmisión, completamente en español, comenzará a la 1:30 p. m. hora del este de Estados Unidos).
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Este 8 de abril ocurrirá un eclipse solar total, un evento que se repetirá solo hasta agosto de 2044. Se trata de una gran oportunidad para que observadores, sobre todo de países de Norteamérica (aunque no únicamente allá, pues en Colombia podrá observarse parcialmente en algunas zonas), aprecien cómo la Luna bloqueará, por unos minutos, al Sol. Pero este evento también brindará mucha información acerca de nuestro Sol, que los investigadores podrán usar para ampliar mucho más el conocimiento sobre esta estrella.
Un eclipse solar ocurre cuando la Luna pasa entre el Sol y la Tierra, proyectando una sombra sobre la Tierra que bloquea total o parcialmente la luz del Sol en algunas zonas. Esto solo ocurre ocasionalmente, porque la Luna no orbita en el mismo plano exacto que el Sol y la Tierra. El momento en que se alinean se conoce como temporada de eclipses, lo cual sucede dos veces al año. Un eclipse solar total es el único tipo de eclipse solar donde los espectadores pueden quitarse por un momento sus anteojos para eclipses (que no son iguales que las gafas de sol comunes) durante el breve período de tiempo en que la Luna bloquea completamente el Sol.
Puede ver: El llamado cometa “del diablo” ya cruza los cielos. ¿Cuándo se verá mejor?
“Los eclipses no solamente son hermosos, también son excelentes para la ciencia. Además de inspirar a artistas y músicos, los eclipses han motivado numerosos descubrimientos científicos”, dice la Nasa, la agencia espacial de Estados Unidos. “Durante más de un siglo, los eclipses solares ayudaron a los científicos a descifrar la estructura del Sol y sus fenómenos explosivos, a encontrar evidencia de la teoría de la relatividad general y a descubrir un nuevo elemento, entre otras cosas”. Hoy, los científicos continúan estudiando los eclipses para hacer nuevos descubrimientos acerca del Sol, la Tierra y nuestro entorno espacial.
Este fenómeno es importante porque permite a los científicos ver una parte de la atmósfera del Sol conocida como la corona. Durante un eclipse total, la Luna bloquea la luz directa del Sol, permitiendo que los científicos estudien la corona solar, la capa exterior de la atmósfera solar. La corona es mucho más tenue que la superficie solar y normalmente es difícil de ver debido al brillo del Sol, pero durante un eclipse total se vuelve visible. Esto proporciona información crucial sobre la estructura, temperatura y actividad de la corona.
De hecho, una empresa de investigación y desarrollo de productos con sede en San Diego, California, publicó hace unas semanas una predicción de cómo se podrá ver esa corona, una de las partes más interesantes y misteriosas de la atmósfera del Sol (la foto con la que está abriendo este artículo). Los científicos explican que la corona es mucho más caliente que la superficie visible del Sol. Mientras que la temperatura en la superficie solar es de unos 5500 grados Celsius, la temperatura de la corona puede llegar a varios millones de grados Celsius. No sabemos del todo por qué esa diferencia entre las temperaturas.
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Además, la corona está estrechamente relacionada con la actividad solar, incluidas las erupciones solares y las eyecciones de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés). Por lo tanto, estudiar la estructura y el comportamiento de la corona ayuda a predecir y comprender mejor estas explosiones solares, que pueden tener impactos significativos en la Tierra, como tormentas geomagnéticas y auroras.
Los científicos utilizan instrumentos llamados coronógrafos para bloquear la luz del Sol de una manera similar a un eclipse total, pero incluso con estos instrumentos resulta difícil revelar la región de la corona más cercana al Sol, donde ocurren muchos procesos importantes. “Estudiar la parte más interna de la corona —visible solo durante los eclipses solares totales— es clave para responder a las preguntas fundamentales sobre cómo el calor y la energía se transfieren del Sol al viento solar, que es la corriente constante de partículas que el Sol arroja al sistema solar. El viento solar puede afectar a los humanos y la tecnología en la Tierra, por lo que comprender cómo este se acelera en el Sol puede ayudar a predecir sus impactos en nuestro planeta”, agrega la Nasa. (Puede ver: La Nasa creará una zona horaria para la Luna en 2026)
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Este bloqueo localizado de la luz solar es valioso para estudiar cómo el Sol afecta nuestra atmósfera, especialmente en la parte superior, donde crea una capa de partículas cargadas conocida como ionosfera. Entender esta área es crucial porque alberga numerosos satélites en órbita baja, así como señales de comunicación como ondas de radio y señales que respaldan los sistemas GPS. Los cambios en esta región pueden tener impactos significativos en la tecnología y sistemas de comunicación.
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Esos estudios han tenido hallazgos muy interesantes. En 2021, por ejemplo, un equipo de científicos publicó los hallazgos obtenidos tras más de una década de observaciones de eclipses. El equipo descubrió que la corona mantiene una temperatura bastante constante, a pesar de experimentar cambios que ocurren en una rotación de 11 años conocida como el ciclo solar. Recuerde que si quiere observar el eclipse solar de este 8 de abril, mientras un experto de la Nasa responde las preguntas más usuales, puede entrar aquí (La transmisión, completamente en español, comenzará a la 1:30 p. m. hora del este de Estados Unidos).
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