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Resulta imposible contagiar un embarazo. Científicamente es un asunto que no tiene ni pies ni cabeza aunque a veces la casualidad pone a prueba las certezas. En un hospital de la localidad de Mesa, Arizona (EE. UU.) la mayoría del personal de enfermería de la Unidad de Cuidados Intensivos (ICU, por sus siglas en inglés) está en embarazo. (Lea: Resuelven el misterio del espagueti: es posible partirlos por la mitad sin quebrarlos)
El asunto ha hecho que los directivos se preparen para la escasez del personal que, en los próximos meses, tendrá la ausencia de 16 de sus funcionarias. Ellas, por su parte, han bromeado frente a los medios locales sobre la situación. Sus chisten van desde que "algo debía tener el agua" hasta que todas se habían puesto de acuerdo para tomar sus vacaciones durante las navidades pasadas. Eso explicaría porque el lapso en que esperan a sus bebés está entre octubre y enero de 2019.
Es tan curiosa la situación que el personal del hospital planea un baby shower colectivo para finales de agosto. El evento, esperan todos, comience antes de que alguna de las 16 arranque su licencia de maternidad.