El estudiante de 89 años que logró un doctorado en Física
Manfred Steiner acaba de obtener su PhD en Física en la Universidad de Brown, en Estados Unidos, a los 89 años. Es el tercero que logra. Ya tenía uno en Medicina y en Bioquímica.
Manfred Steiner es médico y tiene 89 años. Nació en Viena, Austria, pero tuvo que huir en medio del caos de la Segunda Guerra Mundial. Fue a Estados Unidos, donde ha pasado el resto de su vida. Allí hizo su pregrado en Medicina y su primer doctorado. El tercero lo acaba de finalizar en una ciencia de la que siempre estuvo enamorado: la Física. (Lea Un paso para responder una de las incógnitas sobre el Universo)
“Sabía que la física era mi verdadera pasión cuando me gradué de la escuela secundaria. Pero después de la guerra, mi tío y mi madre me aconsejaron que tomara la medicina porque sería una mejor opción en estos turbulentos años de posguerra”, le dijo al periodista Pete Bilderback, de la Universidad de Brown, Estados Unidos. Justo en esa institución acaba de obtener su nuevo PhD. (Lea Esta es la primera mujer china que hace una caminata espacial)
Cuenta Steiner que, a pesar de seguir el rumbo que había tomado su tío, también médico (pero especialista en oído, nariz y garganta), su pasión por la Física nunca lo abandonó. “Incluso cuando estaba en la escuela de medicina, a veces asistía a conferencias de un renombrado físico Walter Thirring. Sus conferencias siempre me fascinaron. Estaba cautivado por la física cuántica y deseaba poder entrar en más detalles sobre esto”, aseguró.
Sin embargo, las asignaturas de Medicina lo absorbieron. En 1955 logró su doctorado en esa rama en la Universidad de Viena y después se formó como médico interno. En Washington comenzó a especializarse en hematología y para hacerlo tuvo que tomar clases en el MIT durante tres años. Allí culminó su segundo doctorado: en Bioquímica.
Tras ser profesor en la Universidad de Brown y en la Universidad de Carolina del Norte, en Greenville, en el 2000 decidió dejar a un lado la Medicina. Ya se acercaba a los 70 años y aún tenía una inquietud: ¿Qué hubiese sucedido si optaba por el camino de la Física?
Decidió comenzar a buscar esa respuesta. Empezó a tomar clases de pregrado en el MIT y luego en la U. de Brown. “Me presenté a los maestros y les dije ‘Soy un estudiante mayor’ y dijeron que estaban encantados de tenerme en clase”, dijo. “Al principio, solo quería tomar clases, hacer algo que me ayudara a la mente y que fuera interesante para mí”.
Pero en 2007 Steiner había tomado las clases suficientes para iniciar un posgrado en Física, así que aplicó al programa de doctorados. Tras ser admitido y enfrentar algunos problemas médicos que retrasaron sus estudios, buscó un asesor que le ayudara a navegar en el mundo de la física teórica.
“Para ser honesto, era escéptico porque la gente no suele hacer física, especialmente física teórica, a una edad avanzada. Pero en un momento de debilidad, acepté y dije ‘sí’. Yo conocía su historia, y simpatizaba mucho con su deseo de cumplir el sueño de toda su vida de convertirse en físico”, afirmó Brad Marston, su asesor, un teórico de la materia condensada que trabaja en la ciencia del clima. Con su ayuda empezó a trabajar en la bozonización. Ahora están trabajando juntos para publicar un artículo con los resultados.
“Aunque soy mayor, me gustaría seguir con la física. E incluso después de escribir y publicar este artículo, quiero continuar con mi investigación”, dijo Steiner. “Este Ph.D. es el que más aprecio porque es el que me esforcé por toda mi vida. Se siente realmente bien”.
Manfred Steiner es médico y tiene 89 años. Nació en Viena, Austria, pero tuvo que huir en medio del caos de la Segunda Guerra Mundial. Fue a Estados Unidos, donde ha pasado el resto de su vida. Allí hizo su pregrado en Medicina y su primer doctorado. El tercero lo acaba de finalizar en una ciencia de la que siempre estuvo enamorado: la Física. (Lea Un paso para responder una de las incógnitas sobre el Universo)
“Sabía que la física era mi verdadera pasión cuando me gradué de la escuela secundaria. Pero después de la guerra, mi tío y mi madre me aconsejaron que tomara la medicina porque sería una mejor opción en estos turbulentos años de posguerra”, le dijo al periodista Pete Bilderback, de la Universidad de Brown, Estados Unidos. Justo en esa institución acaba de obtener su nuevo PhD. (Lea Esta es la primera mujer china que hace una caminata espacial)
Cuenta Steiner que, a pesar de seguir el rumbo que había tomado su tío, también médico (pero especialista en oído, nariz y garganta), su pasión por la Física nunca lo abandonó. “Incluso cuando estaba en la escuela de medicina, a veces asistía a conferencias de un renombrado físico Walter Thirring. Sus conferencias siempre me fascinaron. Estaba cautivado por la física cuántica y deseaba poder entrar en más detalles sobre esto”, aseguró.
Sin embargo, las asignaturas de Medicina lo absorbieron. En 1955 logró su doctorado en esa rama en la Universidad de Viena y después se formó como médico interno. En Washington comenzó a especializarse en hematología y para hacerlo tuvo que tomar clases en el MIT durante tres años. Allí culminó su segundo doctorado: en Bioquímica.
Tras ser profesor en la Universidad de Brown y en la Universidad de Carolina del Norte, en Greenville, en el 2000 decidió dejar a un lado la Medicina. Ya se acercaba a los 70 años y aún tenía una inquietud: ¿Qué hubiese sucedido si optaba por el camino de la Física?
Decidió comenzar a buscar esa respuesta. Empezó a tomar clases de pregrado en el MIT y luego en la U. de Brown. “Me presenté a los maestros y les dije ‘Soy un estudiante mayor’ y dijeron que estaban encantados de tenerme en clase”, dijo. “Al principio, solo quería tomar clases, hacer algo que me ayudara a la mente y que fuera interesante para mí”.
Pero en 2007 Steiner había tomado las clases suficientes para iniciar un posgrado en Física, así que aplicó al programa de doctorados. Tras ser admitido y enfrentar algunos problemas médicos que retrasaron sus estudios, buscó un asesor que le ayudara a navegar en el mundo de la física teórica.
“Para ser honesto, era escéptico porque la gente no suele hacer física, especialmente física teórica, a una edad avanzada. Pero en un momento de debilidad, acepté y dije ‘sí’. Yo conocía su historia, y simpatizaba mucho con su deseo de cumplir el sueño de toda su vida de convertirse en físico”, afirmó Brad Marston, su asesor, un teórico de la materia condensada que trabaja en la ciencia del clima. Con su ayuda empezó a trabajar en la bozonización. Ahora están trabajando juntos para publicar un artículo con los resultados.
“Aunque soy mayor, me gustaría seguir con la física. E incluso después de escribir y publicar este artículo, quiero continuar con mi investigación”, dijo Steiner. “Este Ph.D. es el que más aprecio porque es el que me esforcé por toda mi vida. Se siente realmente bien”.