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En Florida, Estados Unidos, se presentó un inusual caso: a un ejemplar de tiburón sedoso (Carcharhinus falciformis) le “creció” de nuevo la aleta después de que un grupo de personas le hicieran una herida. El caso fue descrito en el Journal of Marine Sciences. (Lea: Hallan dos nuevas especies de tarántulas en Ecuador, pero no todo son buenas noticias)
De acuerdo con los investigadores, en junio de 2022 a este ejemplar le pusieron en la cola una etiqueta satelital con el objetivo de poder rastrear su migración. Sin embargo, unas semanas después el buzo John Moore encontró al individuo sin la etiqueta y con una enorme herida en su aleta.
Chelsea Black, estudiante de doctorado en la Universidad de Miami y autora principal de la investigación, señaló en el medio WordsSideKick.com que cuando Moore “envió la primera foto que mostraba el enorme agujero donde había estado una etiqueta”, creyó que no volvería a ver al ejemplar, porque la herida era muy grande y ya no lo podía rastrear.
Pero, más de un año después, volvieron a observar al ejemplar en la misma zona y ya no tenía la enorme herida. “Fue impactante”, confiesa la investigadora y añade que “mi primera reacción fue de alivio de que el tiburón todavía estuviera vivo, ya que se trataba de una herida traumática que podría afectar su capacidad para nadar o crear una infección importante”. (Puede leer: El declive de los insectos se debe a la pérdida de especies localmente más comunes)
Según dijeron los investigadores, era la primera vez que observaban una situación similar en un ejemplar de tiburón sedoso. “Es el segundo caso registrado de regeneración de aleta dorsal en cualquier tiburón”, añaden en el estudio.
Para este estudio, los investigadores analizaron las fotografías de buzos tomadas con 322 días de diferencia. En las imágenes se reveló que el tiburón perdió el 20,8% de su aleta en la lesión inicial y recuperó el 87% de su tamaño original.
Aun los investigadores están estudiando cómo los tiburones regeneran sus aletas. A los ojos de Black, este caso puntual se debe a que “la nueva aleta es principalmente tejido cicatricial, pero no podemos estar seguros porque nadie ha disecado nunca una aleta de tiburón regenerada”. (Lea también: Esta es la razón por la cual están estudiando el popó de los cerdos hormigueros)
Para Black “hay una razón por la que los tiburones han estado evolucionando durante cientos de millones de años, sobreviviendo a múltiples eventos de extinción masiva. Esta historia demuestra cuán resistentes pueden ser”.
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