El gruñido de los cerdos podría revelar su estado de ánimo
Luego de analizar más de 7000 grabaciones a través de un algoritmo, un equipo de investigadores descubrió que el sonido, duración e intensidad del gruñido de estos animales puede develar si sienten emociones positivas o negativas.
“Dime cómo gruñe un cerdo y te diré cómo se siente” parece ser la conclusión a la que han llegado investigadores de la Universidad de Copenhague (Dinamarca), La Escuela Politécnica Federal de Zúrich (Suiza) y el Instituto Nacional de Investigación para la Agricultura, la Alimentación y el Medio Ambiente de Francia.
El estudio, que fue publicado en Scientific Reports de Nature, empezó con la grabación de los gruñidos que emitían los cerdos cuando se veían enfrentados a diversas situaciones. En total se recopilaron más de 7000 grabaciones de 411 cerdos que se encontraban en establos o en escenarios experimentales. En concreto, los investigadores querían determinar si los gruñidos eran distintos cuando se encontraban en situaciones positivas y negativas. (Puede leer: ¿Las pinturas de La Lindosa retratan a extintos mamíferos?)
Las situaciones positivas en los establos, por ejemplo, tenían que ver con el tiempo de amamantamiento o cuando distintos miembros de una familia se reunían luego de estar separados. Por el contrario, los escenarios negativos, incluyeron peleas entre lechones, castraciones o el sacrificio.
Lo que siguió para el equipo fue analizar las grabaciones utilizando un algoritmo que les permitiera clasificar los audios con base en el sonido y la intensidad. “Existen claras diferencias en los cantos de los cerdos cuando observamos situaciones positivas y negativas. En las situaciones positivas, los cantos son mucho más breves, con fluctuaciones menores en la amplitud”, explicó Elodie Briefer, profesora de Biología de la Universidad de Copenhague y coautora del trabajo. (Le puede interesar: La ciencia, otra víctima de la guerra entre Rusia y Ucrania)
Para Briefer, la importancia de este trabajo radica en que “demostramos que los sonidos de los animales brindan una gran comprensión de sus emociones. También demostramos que se puede usar un algoritmo para decodificar y comprender las emociones de los cerdos, lo cual es un paso importante hacia la mejora del bienestar animal para el ganado”.
El equipo que realizó el estudio señaló que con un entrenamiento al algoritmo podrían clasificar el 92 % de los gruñidos con las emociones correctas. Sin embargo, resaltó que aún hace falta mucho trabajo. Si bien reconocieron que el estudio de las emociones de los animales es relevante, señalaron que hasta el momento no existe un sistema que le permita a los granjeros monitorear la salud mental de los animales en tiempo real.
“Dime cómo gruñe un cerdo y te diré cómo se siente” parece ser la conclusión a la que han llegado investigadores de la Universidad de Copenhague (Dinamarca), La Escuela Politécnica Federal de Zúrich (Suiza) y el Instituto Nacional de Investigación para la Agricultura, la Alimentación y el Medio Ambiente de Francia.
El estudio, que fue publicado en Scientific Reports de Nature, empezó con la grabación de los gruñidos que emitían los cerdos cuando se veían enfrentados a diversas situaciones. En total se recopilaron más de 7000 grabaciones de 411 cerdos que se encontraban en establos o en escenarios experimentales. En concreto, los investigadores querían determinar si los gruñidos eran distintos cuando se encontraban en situaciones positivas y negativas. (Puede leer: ¿Las pinturas de La Lindosa retratan a extintos mamíferos?)
Las situaciones positivas en los establos, por ejemplo, tenían que ver con el tiempo de amamantamiento o cuando distintos miembros de una familia se reunían luego de estar separados. Por el contrario, los escenarios negativos, incluyeron peleas entre lechones, castraciones o el sacrificio.
Lo que siguió para el equipo fue analizar las grabaciones utilizando un algoritmo que les permitiera clasificar los audios con base en el sonido y la intensidad. “Existen claras diferencias en los cantos de los cerdos cuando observamos situaciones positivas y negativas. En las situaciones positivas, los cantos son mucho más breves, con fluctuaciones menores en la amplitud”, explicó Elodie Briefer, profesora de Biología de la Universidad de Copenhague y coautora del trabajo. (Le puede interesar: La ciencia, otra víctima de la guerra entre Rusia y Ucrania)
Para Briefer, la importancia de este trabajo radica en que “demostramos que los sonidos de los animales brindan una gran comprensión de sus emociones. También demostramos que se puede usar un algoritmo para decodificar y comprender las emociones de los cerdos, lo cual es un paso importante hacia la mejora del bienestar animal para el ganado”.
El equipo que realizó el estudio señaló que con un entrenamiento al algoritmo podrían clasificar el 92 % de los gruñidos con las emociones correctas. Sin embargo, resaltó que aún hace falta mucho trabajo. Si bien reconocieron que el estudio de las emociones de los animales es relevante, señalaron que hasta el momento no existe un sistema que le permita a los granjeros monitorear la salud mental de los animales en tiempo real.