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A tres años de haber despegado hacia Marte y a dos años y medio de haber aterrizado con éxito en ese planeta, la misión Mars 2020 de la NASA está cerca de llegar a la unidad de carbonato marginal. (Le puede interesar: Determinaron por primera vez si un asteroide chocará con la Tierra)
Esto se encuentra en uno de los bordes del cráter de Jezero, el lugar elegido por la misión para el aterrizaje y exploración del rover Perseverance. Allí se encuentra una especie de cinturón de un mineral que podría ser crucial para la investigación científica de ese planeta: el carbonato.
En la Tierra, explica la NASA, “los carbonatos suelen formarse en los bancos poco profundos de lagos de agua dulce o alcalinos”. Además, sirven como forma de conservación para fósiles de animales o plantas, albergando información importante sobre el período en el que existieron.
Una de las hipótesis sobre la presencia de carbonatos en Marte es que hace millones de años hubo un lago en el cráter Jezera, lo que habría dado lugar a la formación del cinturón. “Una hipótesis alternativa es que los carbonatos se formaron mediante carbonatación mineral, donde los minerales de silicato (como el olivino) reaccionan con el CO₂ y se convierten en carbonatos”, explicó la agencia espacial. (Le recomendamos: Dijeron que un “misterioso” hueco fue causado por un meteorito, pero hay otra explicación)
Con estas hipótesis, el equipo de investigadores de Mars 2020 confía en que estas rocas alberguen información sobre la atmósfera pasada de Marte y su historia climática. También podrían encontrar al interior del carbonato fósiles o información sobre vida pasada, en caso de que hubiese, en este planeta.
“Aunque todavía no sabemos exactamente cómo se formaron las rocas marginales, o el carbonato dentro de ellas, el equipo está ansioso por perforar estas rocas y descubrir sus secretos”, puntualizó la NASA.
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