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El telescopio espacial James Webb nos ha vuelto a sorprender. En esta ocasión capturó un par de imágenes de la Nebulosa del Anillo, una de las nebulosas más populares. Ubicada a aproximadamente 2.500 años luz de la Tierra, está formada por una estrella que, poco a poco, se queda sin combustible. (Lea La primera foto del polo sur de la Luna tomada por la nave india Chandrayaan 3)
La imagen es mucho más nítida que la que conocía la humanidad antes, que había sido captada por el telescopio Hubble. En las siguientes imágenes se puede observar con detalle la diferencia. La primera es que el Hubble envió en 2013. La de más abajo es una de las dos que acaba de proporcionar el James Webb.
Como lo dice la Agencia Espacial Europea en un comunicado, “las nuevas imágenes proporcionan una resolución espacial y una sensibilidad espectral sin precedentes”. Revela, por ejemplo, los “detalles intrincados de la estructura de filamentos del anillo interior”.
Mientras que en la nebulosa hay unos 20 mil “glóbulos densos”, la región interior de la imagen muestra un gas muy caliente. Según la ESA, más allá de del borde exterior del anillo principal hay diez arcos concéntricos.
“El colorido anillo principal está compuesto de gas expulsado por una estrella moribunda en el centro de la nebulosa. Esta estrella está en camino de convertirse en una enana blanca, un cuerpo muy pequeño, denso y caliente que es la etapa evolutiva final de una estrella como el Sol”, se lee en el comunicado de la ESA. Es un “cuerpo” que, ahorrándonos varios de sus detalles, los astrónomos estudian para “aprender sobre la estrella que la creó”.
Esta nebulosa fue descubierta en 1779 por los astrónomos Antoine Darquier de Pellepoix y Charles Messier, mientras intentaban seguir la trayectoria de un cometa.
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