El único insecto nativo de la Antártida está en riesgo de extinción, ¿por qué?
El mosquito antártico es el animal terrestre más grande del continente y el único insecto nativo. Y aunque ha evolucionado para sobrevivir a las diferentes variaciones climáticas, un reciente estudio publicado en Functional Ecology encontró que con un invierno más cálido tenían una menor posibilidad de supervivencia.
El mosquito antártico es el animal terrestre más grande del continente y el único insecto nativo. Esta especie de mosquito no puede volar y vive en bolsas húmedas de tierra en la península antártica. Además, dicen los investigadores, esta especie vive a un ritmo mucho más lento, más o menos se demora hasta dos años en completar su ciclo de vida y, la mayor parte de esta, la pasan como larva. (Lea: En Colombia logran reproducir ranas en peligro de extinción)
A pesar de que el mosquito antártico ha tenido más de 40 millones de años para perfeccionar su estrategia de supervivencia a las diferentes variaciones que ha sufrido el clima en la Antártida por el cambio climático, un reciente estudio publicado en Functional Ecology encontró que con un invierno más cálido, la especie tenía una menor posibilidad de supervivencia.
Para comprender mejor cómo podría afectar a estos mosquitos los pequeños cambios en las temperaturas invernales, un grupo de investigadores recolectaron diferentes ejemplares de larvas de varias islas frente a la Antártida continental. Lo primero que hicieron los expertos fue ponerlos en tres ambientes: uno a -5 °C, que representa la temperatura de un invierno antártico frío; otra de 3 °C, que simula la de un invierno típico; y por último una incubadora de -1 °C, que muestra un invierno cálido.
Estas incubadoras, explican los investigadores, era para comprender cómo era la estrategia de supervivencia de los mosquitos. Lo primero que hay que entender, de acuerdo con los expertos, es que esta especie históricamente ha soportado las atroces temperaturas invernales congelándose. “Y, para evitar que los cristales de hielo dañen sus tejidos internos, en este periodo pierden hasta el 70% de sus fluidos corporales”, reseña el documento.
Cuando los cuerpos de las larvas se congelan, pueden pasar hasta seis meses en diapausa, que es una especie de estado fisiológico de inactividad en el que los insectos no comen y, ni siquiera, se mueven. Las especies emplean este estado a menudo para sobrevivir condiciones ambientales desfavorables o extremas. (Puede leer: El atlas genético del chimpancé, una oportunidad para frenar su extinción)
Seis meses después de analizar cada uno de los ejemplares, los investigadores determinaron que las larvas en la incubadora de invierno cálido tenían una menor supervivencia. También presentaban movimientos más lentos y reservas de energía más pequeñas.
Pero, ¿qué podría representar esto para el mosquito antártico? Joshua Benoit, entomólogo de la Universidad de Cincinnati, señala que podría representar principalmente diferentes problemas para la reproducción de esta especie, porque cuando salen de la diapausa y se convierten rápidamente en adultos.
“Los inviernos más cálidos significan que las larvas queman muchas de sus reservas y eventualmente, terminarán extinguiéndose en ciertas islas”, dice Benoit a Science. “Como la Antártida tiene pocas especies que viven solo en la tierra, la pérdida de una sola podría remodelar la red alimentaria”, anota.
Ahora, advierten los expertos, el próximo paso en su trabajo de investigación consiste en monitorear la mayor cantidad posible de las poblaciones de mosquitos en la naturaleza y ver cómo responden a los cambios de temperatura. Sin embargo, no es una tarea fácil por las condiciones climatológicas del suelo. (Le puede interesar: ¿Qué causó la extinción del megalodón? Un nuevo estudio tiene una hipótesis)
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El mosquito antártico es el animal terrestre más grande del continente y el único insecto nativo. Esta especie de mosquito no puede volar y vive en bolsas húmedas de tierra en la península antártica. Además, dicen los investigadores, esta especie vive a un ritmo mucho más lento, más o menos se demora hasta dos años en completar su ciclo de vida y, la mayor parte de esta, la pasan como larva. (Lea: En Colombia logran reproducir ranas en peligro de extinción)
A pesar de que el mosquito antártico ha tenido más de 40 millones de años para perfeccionar su estrategia de supervivencia a las diferentes variaciones que ha sufrido el clima en la Antártida por el cambio climático, un reciente estudio publicado en Functional Ecology encontró que con un invierno más cálido, la especie tenía una menor posibilidad de supervivencia.
Para comprender mejor cómo podría afectar a estos mosquitos los pequeños cambios en las temperaturas invernales, un grupo de investigadores recolectaron diferentes ejemplares de larvas de varias islas frente a la Antártida continental. Lo primero que hicieron los expertos fue ponerlos en tres ambientes: uno a -5 °C, que representa la temperatura de un invierno antártico frío; otra de 3 °C, que simula la de un invierno típico; y por último una incubadora de -1 °C, que muestra un invierno cálido.
Estas incubadoras, explican los investigadores, era para comprender cómo era la estrategia de supervivencia de los mosquitos. Lo primero que hay que entender, de acuerdo con los expertos, es que esta especie históricamente ha soportado las atroces temperaturas invernales congelándose. “Y, para evitar que los cristales de hielo dañen sus tejidos internos, en este periodo pierden hasta el 70% de sus fluidos corporales”, reseña el documento.
Cuando los cuerpos de las larvas se congelan, pueden pasar hasta seis meses en diapausa, que es una especie de estado fisiológico de inactividad en el que los insectos no comen y, ni siquiera, se mueven. Las especies emplean este estado a menudo para sobrevivir condiciones ambientales desfavorables o extremas. (Puede leer: El atlas genético del chimpancé, una oportunidad para frenar su extinción)
Seis meses después de analizar cada uno de los ejemplares, los investigadores determinaron que las larvas en la incubadora de invierno cálido tenían una menor supervivencia. También presentaban movimientos más lentos y reservas de energía más pequeñas.
Pero, ¿qué podría representar esto para el mosquito antártico? Joshua Benoit, entomólogo de la Universidad de Cincinnati, señala que podría representar principalmente diferentes problemas para la reproducción de esta especie, porque cuando salen de la diapausa y se convierten rápidamente en adultos.
“Los inviernos más cálidos significan que las larvas queman muchas de sus reservas y eventualmente, terminarán extinguiéndose en ciertas islas”, dice Benoit a Science. “Como la Antártida tiene pocas especies que viven solo en la tierra, la pérdida de una sola podría remodelar la red alimentaria”, anota.
Ahora, advierten los expertos, el próximo paso en su trabajo de investigación consiste en monitorear la mayor cantidad posible de las poblaciones de mosquitos en la naturaleza y ver cómo responden a los cambios de temperatura. Sin embargo, no es una tarea fácil por las condiciones climatológicas del suelo. (Le puede interesar: ¿Qué causó la extinción del megalodón? Un nuevo estudio tiene una hipótesis)
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